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Brahm a favor de cambios y control al TC, pero sin que pierda la autonomía

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PAUTA
POR Ana María |

La presidenta del TC dijo: “Es insostenible con el grado de desarrollo que tenemos hoy, y con las demandas que existen en el país real, que haya una institución que no sea controlada”.

“Yo creo que el Tribunal Constitucional (TC), como muchas instituciones, pueden, y de repente deben ser modificadas. Y hoy estamos en un proceso en que se está pidiendo modificaciones al tribunal, a su integración, a algunas de sus funciones. Y, por lo tanto, quienes cumplen el rol de constituyentes lo van a cumplir, cualquiera que sea este”.

Las palabras son de María Luisa Brahm, presidenta del TC, quien se mostró abierta a los cambios que se puedan realizar al organismo, sobre todo si hay una nueva Carta Fundamental. Pero también se mostró muy lejos de eliminarlo.

“Las personas que creen que no debe existir el Tribunal Constitucional, creo que ese refieren a este Tribunal Constitucional. Entonces, quiero creer que lo que quieren es un tribunal reformado. Y con reformas que son bastante repetidas, como que no exista el voto dirimente, que haya mayores requisitos para los ministros, más inhabilidades, que existan algunas modificaciones en sus atribuciones, especialmente en el control preventivo, que es cuestionado, aunque este corresponde al 0,5 de nuestra labor”, dijo la ministra.

“Y añadió: yo defiendo el rol del Tribunal Constitucional, porque existe en las democracias más modernas del mundo y nosotros tenemos 50 años de existencia”.

La autonomía del TC

María Luisa Brahm también fue consultada por los dichos de la ex presidenta del TC Marisol Peña, quien dijo a La Tercera, el pasado 19 de febrero, que “es es imposible, a mi juicio, pensar en ningún mecanismo institucional que fiscalice, remueva ministros o acuse a los ministros del TC”. Esto, en el contexto del proceso constituyente que viene, donde el tribunal está en la mira.

Al respecto, Braham no solo dijo que “no coincido con la frase”, sino que aunque el TC sea un organismo autónomo, y que espera que continúe siendo así, que “el país de hoy exige que los ministros seamos responsables de las funciones que nos ha entregado la ley y la Constitución. Y que las cumplamos de manera oportuna, la hagamos dando respuesta a las personas, definitivamente. La autonomía no significa ausencia de controles”.

Añadió que “uno no pierde autonomía por no tener controles. Y los controles pueden ser a la función jurisdiccional en cuanto al contenido. Pero si hay una demora demasiado importante en un fallo, puede ser quizás cuestionable. No sé si el mecanismo es una acusación constitucional, ni si es lo mismo de hoy o si se requiere mayor cuórum o no. Pero ya es insostenible que con el grado de desarrollo que tenemos hoy, y con las demandas que existen en el país real, que haya una institución que no sea controlada”.

La ministra dijo, de todas formas, el tema del control debe ser muy delicado. 

Acelerar las causas

En un encuentro con la prensa, María Luisa Braham dijo que, dado el contexto que vive el país, es clave que el TC dé a conocer su rol. “Tenemos un deber de comunicar bien sobre el rol del TC, porque en cualquier democracia moderna y del mundo existen los tribunales constitucionale y no se han ido eliminando”.

En ese sentido, estima que como TC “hemos tenido durante muchos años un silencio importante sobre nuestro rol y tampoco hemos explicado bien nuestras sentencias. Yo creo que llegó la hora, considerando el momento que vive nuestro país, considerando las demandas sociales, que nos hagamos cargo de eso y demos a conocer el rol del tribunal, la importancia que tiene y que hoy día además es asequible a todas las personas”.

Sobre los cuestionamientos de los que ha sido objeto el TC, por la paralización el año de varias causas de derechos humanos -en especial en 2019- a través de recursos de inaplicabilidad por inconstitucionalidad, reconoció que aquello dañó la imagen del tribunal. Esto, pues hay causas que estuvieron congeladas hasta dos años.

Sobre esta demora, además de mostrar distancia y desacuerdo, dijo que fue y será muy importarte reducir los plazos de resoluciones: “Es un tema muy delicado, de venir a buscar tiempo al TC para ganar tiempo porque saben que tienen una sentencia condenatoria ahí, o para negociar”.