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“Imprudente” pero no como para destituirlo, dijo la Suprema sobre Arias

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POR Ana María |

Según el fallo, para once ministros la expulsión es “para aquellos casos en que las causales sean gravísimas”. Solo tres jueces apoyaron la petición de Jorge Abbott.

“Que por lo expuesto, el cúmulo de antecedentes esgrimidos en la solicitud efectuada por el fiscal nacional, de conformidad con lo que se ha referido en las consideraciones que preceden, no han tenido la entidad suficiente para acreditar que los hechos que fundamentaron las causales esgrimidas, sean de tal envergadura que su reproche merezca imponer su exoneración del Ministerio Público”, dice entre sus sus razones principales el fallo del Pleno de la Corte Suprema que desestimó por 11 votos contra tres la destitución del fiscal regional de Rancagua, Emiliano Arias.

El veredicto se había conocido el pasado 27 de enero, y significó un duro revés para las pretensiones del fiscal nacional Jorge Abbott. La cabeza del Ministerio Público había solicitado remover a Arias en septiembre de 2019 por “negiligencia inexcusable” y “mal comportamiento”.

La resolución de la Suprema, cuyos argumentos se entregaron este miércoles 13 de febrero, subraya que la medida de remoción solo resulta aplicable “para aquellos casos en que las causales sean gravísimas”. Y que, tratándose de faltas de menor gravedad, aunque también fueren manifiestas, “la reparación debe buscarse por la vía administrativa o de derecho común, haciendo efectivas las responsabilidades civiles y penales nacidas de actos u omisiones atribuibles a dolo o negligencia”.

Una cuestión de magnitud

Además, en uno de sus párrafos el fallo señala que “la comisión de las imputaciones referidas, si bien, tienen un cariz infraccional, al contravenir la normativa del Ministerio Público, su envergadura no alcanza la magnitud necesaria para merecer la separación de su cargo, sobre todo porque si bien, el requerido actuó de forma imprudente, tal como se expresa en la sanción impuesta en su oportunidad, tales actuaciones no ameritan su destitución”. Además, dice, se trata de hechos que ocurrieron hace más de dos años.

Los supremos que rechazaron la remoción de Arias -quien ha indagado casos emblemáticos como Caval, el llamado “robo del siglo” en el aeropuerto, los incendios foretales en el sur de de 2017, los abusos sexuales de sacerdotes y el caso de corrupción de tres ministros de la Corte de Apelaciones de Rancagua– son el presidente del máximo tribunal, Guillermo Silva, y Haroldo Brito, Carlos Künsmüller, Rosa Egnem, Ricardo Blanco, Andrea Muñoz, Ángela Vivanco, Mauricio Silva, María Angélica Repetto, Juan Manuel Muñoz (redactor de la resolución) y Jorge Zepeda.

Mientras que los tres votos a favor de la solicitud de Abbott fueron de los ministros Rosa María Maggi, María Eugenia Sandoval y Arturo Prado. Todos ellos redactaron un largo voto de disidencia.

Arias, por los mismos hechos que invocó a Abbott para su destitución, ya había sido investigado por el fiscal regional de Antogagasta, Alberto Ayala, quien recomendó sanciones en su contra y su remoción. También, fue objeto de una indagatoria interna que lideró el fiscal jefe de La Araucanía, Cristián Paredes.

La investigación paralela contra Arias

En paralelo, existe una investigación penal en contra de Arias a cargo del fiscal regional de Puntas Arenas, Eugenio Campos, quien lo formalizó por violación de secreto. Esto, luego que Arias odernara a una secretaria y a una abogada asistente ingresar al sistema interno del Ministerio Público para obtener una ficha del Sistema de Apoyo a la Operación (SAO) que remitió a su hermana y su cuñado, causa que estaba relacionada con su sobrino en Puerto Montt.

Las denuncias en su contra partieron a fines de marzo de 2019, cuando quien era su brazo derecho en Rancagaua, el exfiscal de Alta Complejidad de esa región, Sergio Moya, lo denunció tanto a través de una entrevista a radio Bio-Bio como a Abbott.

Entre los varios hechos que le imputó Moya se encuentran el haber ingresado a la ficha del SAO. También lo acusó de haber favorecido a una abogado en el caso Caval. Pero esto último se desestimó.

Tras la resolución del Pleno, Abbott resolvió reintegrar a Arias a su cargo el pasado 31 de enero. Tres días después, el fiscal regresó a su oficina en Rancagua.