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Se busca presidente/a para el TC

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POR Ana María |

El 28 de agosto, Iván Aróstica dejará la presidencia del Tribunal Constitucional tras dos polémicos años. Su reemplazo se da en medio de la tensión con el Poder Judicial. Brahm y Romero lideran las apuestas.

Es el debate que viene en el Tribunal Constitucional: la elección de la ministra o ministro que sucederá en la presidencia a Iván Aróstica, quien termina su periodo el próximo 28 de agosto tras dos años a la cabeza de la institución.

Aunque el escenario aún está totalmente abierto, cercanos al TC señalan que entre los nombres que podrían suceder a Aróstica se encuentran María Luisa BrahmJuan José Romero, y -con menos posibilidades por ahora- Juan Ignacio Vásquez.

Romero y Brahm tienen la última posibilidad de ser presidentes, pues dejarán el TC en 2022, cuando cumplan nueve años como ministros. En la misma situación está Gonzalo García, quien fue relator de la Comisión Rettig y parte de los gobiernos de la Concertación y Nueva Mayoría. Sin embargo, no cuenta con los votos de sus pares.

María Luisa Brahm y Juan José Romero, ministros del Tribunal. Créditos: TC/PAUTA

El abogado que sea, señalan constitucionalistas consultados por PAUTA, lo más probable es que tenga tendencia de derecha. Eso, si no se producen negociaciones internas y, como en anteriores elecciones, se busque una persona que concite apoyos transversales, como ocurrió con Juan Colombo en septiembre de 2007.

Si fuera por seguir esa línea, un nombre que es reiterado como transversal es Miguel Ángel Fernández. Sin embargo, le juega en contra ser “un recién llegado” al TC: el 18 de julio cumplirá recién un año desde que lo designó el Presidente Sebastián Piñera.

Y si fuera por seguir la tradición de votar por antigüedad en el cargo, sería Domingo Hernández, quien fue elegido por la Corte Suprema, por lo que tiene sintonía con el Poder Judicial. No obstante, solo le quedan seis meses para su retiro del TC, pues en enero de 2020 cumple 75 años.

Tensión con el Poder Judicial

El momento en que se dará la elección de presidente, es diferente a otros: el TC ha tenido un complejo primer semestre, pues ha estado en la mira en especial por las determinaciones que ha tomado la primera sala -integrada por Aróstica- que ha suspendido parte de la investigación de la ministra Rommy Rutherford. Esto, luego de que procesados en su causa por fraude en el Ejército interpusieran recursos de inaplicabilidad por inconstitucionalidad reclamando que se ha vulnerado su debido proceso al no tener acceso, por ejemplo, al sumario de sus causas.

El útimo ejemplo de esos casos es del excomandante en jefe del Ejército, el general (r) Humberto Oviedo, cuya causa está suspendida hasta que no se ponga en tabla en el pleno del TC para que vea el fondo de la petición de su defensa, el abogado Gonzalo Rodríguez. Mientras tanto, Rutheford, quien lo procesó por la presunta malversación de $ 4.500 millones proveniente de gastos reservados, está impedida de seguir adelante con sus pesquisas.

El retraso en la vista de los recursos de inaplicabilidad por inconstitucionalidad ya había sido alertado, incluso, por el presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito, quien el 1 de marzo de este año, durante la inauguración del año judicial, se quejó públicamente de ello en su discurso. Entre los asistentes se encontraba el propio Aróstica, quien escuchó las quejas del magistrado en vivo: Brito dijo que la suspensión de causas en el TC por recursos presentados por uniformados procesados por violaciones a los derechos humanos, habían llegado hasta de 238 días.

La suspensión de causas también ha derivado en una serie de oficios entre Rutherford y el Tribunal Constitucional, además de consultas de la Sala Penal de la Corte Suprema antes de resolver uno de los recursos de amparo que presentó Oviedo por su detención. A ello se sumó el Consejo de Defensa de Estado (CDE), cuya presidenta, María Eugenia Manaud, también envió la semana pasada una comunicación al TC pidiendo que se acelere la vista del caso del general (r) o, en subsidio, se deje sin efecto la suspensión de su causa.

Iván Aróstica, presidente del TC.

Todo estas acciones, de uno y otro lado, han dejado en evidencia una tensión creciente entre el TC y el Poder Judicial, razón por la que abogados constitucionalistas que tramitan en el tribunal estiman que quien reemplace a Aróstica debiera ser un ministro o ministra que tenga especial sintonía con los jueces.

La reforma institucional

Pero este no es el único factor que cruza esta elección: quien suceda a Aróstica deberá liderar la reforma al TC que el Presidente Piñera anunció en marzo pasado y que está a cargo del ministro de Justicia, Hernán Larraín. De hecho, un grupo de 16 constitucionalistas, liderados por el abogado Gastón Gómez, trabajaron en forma independiente y ya elaboraron una propuesta de cambios a la institución que entregaron al Senado y también derivarán a La Moneda. Es un informe en el que, entre sus proposiciones principales, se encuentran eliminar el control preventivo de las leyes y elevar de 10 a 12 el número de ministros. Pero también se hacen cargo de los recursos de inaplicablidad, por lo que idearon una fórmula para agilizar los casos.

Por esta razón, el futuro presidente o presidenta deberá tener, además, sintonía con el Congreso. Y, conyunturalmente, el TC tampoco pasa por un buen momento a ojos de algunos parlamentarios que han criticado con dureza al organismo y abogan por una reforma urgente. Entre ellos está Carlos Montes, jefe de bancada de los senadores PS, quien la semana pasada, a raíz de la suspensión  del caso de Oviedo, señaló que “es una expresión más del abuso de ciertas facultades por parte del Tribunal Constitucional. Esperamos que esto sea rectificado por el pleno del tribunal, pues la verdad es que esto provoca un daño muy fuerte a la credibilidad de cómo venía operando la jueza Rutherford”.

Escuche la opinión del senador Montes del 5 de julio de 2019:

Pero las críticas al rol del Tribunal Constitucional de parte de la oposición no son nuevas: aún pesa el fallo de enero de 2018, cuando eliminó las facultades normativas y sancionatorias del proyecto de ley que fortalecía al Sernac con los votos de tres integrantes considerados cercanos a la ex Nueva Mayoría: Gonzalo García, Nelson Pozo y el ahora exministro Carlos Carmona.

A ello se suma el fallo de marzo de 2018, que declaró inconstitucional el artículo 63 del proyecto de Educación Superior destinado a prohibir la presencia de personas jurídicas que persigan fines de lucro en directorios de universidades privadas. Además de su dictamen de diciembre de 2018, cuando consideró inconstitucional el reglamento de objeción de conciencia por la ley de aborto en tres causales.

Las primeras conversaciones

Varias de las críticas, además, se han concentrado en la primera sala, donde Aróstica y los ministros Juan José Romero y José Ignacio Vásquez han sido los votos de mayoría que han permitido la supensión de la causas de exmilitares. Justamente se trata de dos nombres que podrían ocupar, eventualmente, la presidencia del TC. 

María Luisa Brahm, en cambio, ha votado en contra de los exuniformados, evitando suspender sus causas. Asimismo, en diciembre de 2017 fue quien inclinó la balanza al rechazar los dos requerimientos presentados por Chile Vamos para declarar inconstitucional el proyecto de despenalización del aborto en tres causales.

Cercanos al TC explican que la abogada -quien tiene una distante relación con Aróstica- solo tiene en contra para sus pares en el TC el tener un pasado demasiado ligado a la política, la misma situación que García: fue la jefa de asesores de Piñera en su primer gobierno.

Romero, sin embargo, no tiene esa trayectoria política. Y Vásquez conoce el funcionamiento del Poder Judicial pues fue director de Estudio, Análisis y Evaluación de la Corte Suprema entre 2006 y 2012.

José Ignacio Vásquez, minsitro del TC.

Los ministros comenzarán a conversar sobre quién será su nuevo presidenta o presidente. 

Atrás parecen quedar los tiempos en que el presidente era electo por unanimidad, como ocurrió con Colombo (2007) y Marcelo Venegas (2009). En 2011, en cambio, hubo un empate a cinco entre Raúl Bertelsen y Francisco Fernández, quienes respresentaban sectores opuestos: el primero a los conservadores y, el segundo, a la ex Concertación. Una segunda votación dio por ganador a Bertelsen por seis votos contra cuatro y se quebró la tradición histórica de la unanimidad.

En 2013, se produjo una negociación inédita para que Marisol Peña y Carlos Carmona compartieran la presidencia un año cada uno.

Y, hasta ahora, el único minsitro que ha sido reelecto presidente ha sido Carmona, quien terminó su presidencia en 2017. En el caso de Aróstica, cuando deje de ser presidente seguirá como ministro del TC hasta marzo del 2022.