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El verdadero informe big data de Alto Analytics sobre la crisis chilena

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POR Francisca Vargas |

Usuarios con comportamiento “anómalo” por la alta frecuencia de posteos en redes, grupos en Telegram y presencia extranjera están en este estudio al que tuvo acceso PAUTA.

En diciembre del año pasado, el Gobierno entregó al Ministerio Público un documento con datos recogidos desde redes sociales en que aparentemente se apuntaba a una “influencia extranjera” en la propagación de contenido dañino durante la crisis social en Chile. Es “información extraordinariamente sofisticada“, comentó en aquella ocasión el ministro del Interior, Gonzalo Blumel. La Fiscalía relativizó la importancia de lo que recibieron y, días después, el diario La Tercera reveló el contenido principal del informe, el cual identificaba cinco “comunidades de influencia” que iban desde medios extranjeros hasta jóvenes aficionados al K-Pop.

La caracterización de esas fuentes provocó una ola de críticas (y nutrido sarcasmo) contra La Moneda y los autores del dosier.

Días después, el mismo medio reportó que la empresa tras los antecedentes era la firma basada en España Alto Analytics, y en enero el sitio Interferencia reveló que fue el Grupo Luksic el que proporcionó el dosier que La Moneda después traspasó al Ministerio Público.

Pero Alto Analytics nunca reconoció haber elaborado un informe con ese propósito ni de esas características.

Esta vez sí lo ha hecho. Una parte de su contenido fue publicada este domingo por el diario español El Mundo (requiere suscripción), en un artículo escrito por John Müller. Ahora PAUTA accedió al contenido completo.

Lo que dice el verdadero informe

El estudio de Alto Analytics (AA) (ver el estudio AQUÍ) aborda las campañas de desinformación digital y de influencia de las protestas en Chile y Colombia. Está escrito en inglés, fue publicado este 13 de febrero y examina dos períodos específicos: los 14 días siguientes al inicio de la crisis, y luego todo el lapso entre el comienzo de la crisis y el 25 de diciembre de 2019. No se indica que el estudio haya sido encargado, aunque AA suele publicar documentos de este tipo.

Con herramientas para el escrutinio de big data, el informe analiza las “anomalías informativas” ocurridas en ese contexto. Aquel término se refiere, en general, a corrientes de datos generados en el “ecosistema digital” que por medio de distintas técnicas buscan generar contenidos de diseminación masiva. En particular, este estudio enfatiza dos conceptos. Por un lado, el de “Desinformación”, que define como “contenido malevolente, falso, incorrecto o manipulado con el objetivo deliberado o con la intención de confundir, sembrar discordia o provocar daño”. Por el otro, el de “Propaganda computacional”: “El uso de algoritmos, de bots automatizados o humanos, y de otras técnicas para distribuir masiva e intencionalmente información engañosa a través de plataformas digitales”.

Como punto de partida, AA identifica que Chile ya era un país vulnerable ante estas anomalías identificadas en otros países, como también se muestra en una investigación del Oxford Internet Institute de diciembre pasado.

Con todo, lo sucedido en Chile el 18 de octubre de 2019, subraya AA, tiene causas distintas: “No es que las campañas de influencia o desinformación provocaran las movilizaciones. Más bien fueron las condiciones preexistentes para las manifestaciones sociales -tales como la erosión de la confianza en las instituciones y la desigualdad económica y la inseguridad, por nombrar algunas- que condujeron a las protestas iniciales las que luego se transformaron en una clara vulnerabilidad para aquellos países y sus ciudadanos”, dice el estudio.

Los resultados: la amplificación de algunas cuentas

En los 14 días siguientes al inicio de la crisis en Chile, es decir, entre el 18 de octubre y el 1 de noviembre, el 0,5% de las cuentas, que corresponde a 9.827 identidades, produjo casi el 28% de las conversaciones en el debate digital. Se trata de más de ocho millones de posteos, lo que implica un promedio de 815 posteos por autor en ese lapso.

“Después de un análisis más detallado de los usuarios que demostraron tasas de actividad extremadamente frecuentes, destacan varias entidades anómalas con un excepcionalmente alto nivel de actividad”, dice el estudio: se trata de 217 autores en Chile, que corresponden al 0,01% del total examinado, que publicaron 714 mil posteos (2,5% del total), con un promedio de casi 3.300 posteos por identidad. Esto implica que hubo más de 20 publicaciones por hora sin parar durante 14 días.

En ese período, vale recordar, el Presidente Sebastián Piñera aplicó el estado de emergencia, y en diferentes regiones del país se decretó un período de toque de queda que duró hasta el 25 de octubre.

Al procesar estadísticamente un grupo más acotado de autores, AA identifica un grupo de usuarios con una actividad anómala fuera de lo común dada la extrema frecuencia de sus posteos y que actuaron tanto en Colombia como Chile: de aquellos autores, el 58% de quienes transparentaron su localización provino de Venezuela.

El gráfico ilustra la actividad de autores con una actividad altamente anormal en los debates de Chile y Colombia, según su geolocalización. Créditos: Alto Analytics
El gráfico ilustra la actividad de autores con una actividad altamente anormal en los debates de Chile y Colombia, según su geolocalización. Créditos: Alto Analytics

Pero hay llamados en los dos sentidos, descubrió este estudio.

Tanto en Chile como en Colombia, los mensajes que “responsabilizan al Gobierno por atizar la violencia debido a sus decisiones policiales diseñadas para generar pánico están identificados entre los perfiles que apoyaban las manifestaciones”. Y claro, está el otro lado: los mensajes que acusaban a ambos gobiernos se originaron también entre los perfiles más conservadores, pero en ese caso se incluían contenidos “relativos a la supuesta participación en las manifestaciones y en los saqueos de ‘vándalos’ extranjeros, de presunta mayoría proveniente de Venezuela”.

Medios extranjeros y alternativos

El estudio de AA revisa con detención la influencia que han alcanzado algunos medios extranjeros, sobre todo aquellos auspiciados por los gobiernos de Rusia y Venezuela.

En el caso de Russia Today, más conocido como RT, aparece como noveno en el ranking tanto de “influencia” como de “noticias compartidas” en Chile durante las dos semanas más intensas de la crisis. Por otra parte, el venezolano TeleSur alcanza los puestos 26º y 15º en ambas categorías. Con todo, el mismo informe documenta que otros medios internacionales también anotaron un desempeño, aunque menos relevante, en el debate, como la británica BBC, el alemán Deustche Welle, o los estadounidenses CNN y The New York Times.

Alto Analytics identifica además a algunos autores cuya resonancia le resultan anómalas en el contexto de la crisis. Uno de ellos es el periodista Marco Teruggi, corresponsal de TeleSur y quien aparece según este estudio entre los 40 autores más influyentes tanto en Chile como en Colombia, así como en las discusiones sociopolíticas de Bolivia y Ecuador. A su lado también resulta destacada la participación de Diosdado Cabello, dirigente chavista que integra la dirigencia política en Venezuela junto con Nicolás Maduro: el programa “Con el mazo dando“, de Cabello, se posiciona con el 23º lugar entre los contenidos más compartidos durante las dos semanas siguientes al 18-O.

En su análisis, AA plantea que tanto en Chile como en Colombia los medios tradicionales son la fuente de información más compartido en las plataformas digitales.

A esa corriente se han unido lo que en el informe se denominan “medios alternativos”, donde agrupan algunos sitios de investigación periodística con dueños reconocidos y otros donde no es posible conseguir información al respecto.

Los grupos en WhatsApp y Telegram

Un apartado del informe de AA se dedica al creciente uso de las redes de mensajería instantánea de datos, como WhatsApp y Telegram. Ese análisis se hizo para el período entre el 18 de octubre y el 25 de diciembre.

En ambas crisis, reporta AA, hay grupos que han usado esas herramientas para diseminar imágenes, noticias y videos que “reflejan la violencia aplicada por el cumplimiento de la ley relativo a las manifestaciones y, también, por su uso selectivo en la coordinación de actividades y protestas”. En Chile, continúa el informe, se identificaron 63 grupos de Telegram (41% geolocalizados en el exterior) y 61 grupos de WhatsApp (18% desde el exterior) vinculados directamente con la crisis.

AA describe que ciertos grupos durante la crisis aparecen “con un contenido de particular violencia explícita, tales como Archivando ChileNo Nos Callarán y Chile Despierta. Algunos de estos grupos publican y difunden mensajes que buscan acciones organizadas o coordinadas como bloqueo de calles, o la distracción y subversión de las fuerzas públicas de seguridad”. Menciona ciertos emisores de contenido anarquista, que han compartido datos privados de personal de Carabineros, y un grupo de más de 2.500 miembros que difunde contenido descargable para acciones anarquistas.

En uno de los contenidos revelados por AA, por ejemplo, hay una ilustración que señala instrucciones para “neutralizar una tanqueta ‘represora'”.

Alto Analytics llama la atención de que este tipo de contenidos hace dudar acerca de la efectividad de la nueva política de Telegram para eliminar a quienes abusan de sus políticas de contenido considerado malicioso

También Facebook

“En ambos países, las convocatorias a través de Facebook para eventos relacionados con manifestaciones son relevantes en la conversación general”, indica el estudio.

Entre el 18 de octubre y el 25 de diciembre, sigue AA, hubo 135 eventos relacionados con “protestas en contra del gobierno de Piñera, del sistema neoliberal, o marchas por una revuelta ciudadana”. Según el análisis de AA, de esos eventos, el 33% se orquestó desde el extranjero, sobre todo desde Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y España.