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La línea que el contralor trazó al Presidente por haber convocado al Cosena

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Reunión de los integrantes del Cosena. Créditos: Presidencia.
POR Eduardo Olivares |

El contralor general de la República, Jorge Bermúdez, desafió la validez jurídica de la reunión del Consejo de Seguridad Nacional convocada por el Presidente Sebastián Piñera.

La convocatoria del Presidente de la República al Consejo de Seguridad Nacional (Cosena) para las 19 horas del jueves 7 de noviembre, en medio de la mayor crisis social en democracia, fue primero sorpresiva y luego duramente cuestionada por los principales partidos de la oposición. Eso era, de algún modo, esperable, dado que las pretensiones de esas colectividades están concentradas en la apertura a un cambio de la Constitución. Y para varios, incluido el presidente del Senado, Jaime Quintana (PPD) y su par de la Cámara de Diputados, Iván Flores (DC) -quienes participaron y tempranamente criticaron el llamado a la reunión- la señal que daba con esta cita era equivocada. 

“No estoy de acuerdo con esta convocatoria al Consejo de Seguridad Nacional. Nos parece que es innecesaria. Si bien nuestro país vive hoy momentos muy difíciles, especialmente con hechos muy graves de alteración del orden público, no significa ello que esté amenazada la seguridad nacional del país ni mucho menos que estemos en guerra”, dijo Quintana a la salida del encuentro.  

Pero los reproches no llegaron solo desde el Congreso. En las casi dos horas que duró la cita en La Moneda hubo varios momentos de tensión, según comentan algunos participantes. Uno de ellos, y quizás el más sorpresivo, fue cuando el Presidente Sebastián Piñera escuchó de boca del contralor general de la República, Jorge Bermúdez, que este encuentro del Cosena carecía de base jurídica.

El relato del Presidente

El Mandatario abrió la cita -en la que también participaron el ministro del Interior, Gonzalo Blumel; el titular de Defensa, Alberto Espina; el general director de Carabineros, Mario Rozas, y los comandadantes en Jefe del Ejército, Ricardo Martínez; de la Armada, Julio Leiva, y de la Fuerza Aérea, Arturo Merino- y realizó un recuento pormenorizado de todo lo sucedido durante la semana.

De hecho, al finalizar el Cosena, el ministro Blumel señaló que el objetivo del encuentro fue doble: “Informar sobre la situación del país, en particular los graves hechos y episodios de alteración del orden público que hemos experimentado las últimas tres semanas” y “solicitar la máxima colaboración y coordinación de las instituciones del Estado” para poder ir superando la crisis. 

De acuerdo con lo averiguado por PAUTA, el Presidente Piñera entregó cifras de los daños en la infraestructura, el número de carabineros heridos, los datos sobre los detenidos, los daños económicos acumulados con todo el período de destrucción y cesación de actividades productivas. Luego destinó varios minutos a describir las medidas propuestas por el Gobierno, entre ellas la agenda de seguridad que más temprano había anunciado.

En definitiva, no entregó información nueva referida a materias más sensibles sobre la seguridad de la nación, criticarían después algunos de los presentes.

Comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas. Crédito: Agencia Uno
Comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas. Crédito: Agencia Uno

Tras ello, el Presidente cedió la palabra. Primero hablaron los presidentes del Senado, de la Cámara de Diputados, y de la Corte Suprema, Haroldo Brito. Luego vino el contralor, quien estaba sentado justo al frente del Mandatario. 

Los conceptos de seguridad interior y orden público

De acuerdo con al menos tres recuentos coincidentes obtenidos por PAUTA sobre esta cita, el contralor asumió su función de abogado encargado de definir el contenido y el alcance de las leyes que la misma Constitución le otorga. Dado ese rol, le dijo al Presidente Piñera que el Cosena debe ser citado cuando hay un riesgo para la seguridad de la nación, pero que los temas tratados por el Mandatario eran eminentemente “de orden público”. No había, a juicio del contralor, que citó los artículos 101, 106 y 107 de la Constitución Política de la República (CPR), fundamentos jurídicos para citar al grupo.

Bermúdez, quien recibió la invitación pocas horas antes del encuentro, leyó los artículos de la Constitución para explicar su punto de vista, que en resumen plantea que La Moneda tuvo un error de comprensión jurídica al confundir conceptos de “seguridad nacional” y de “orden público”. 

Según testigos, el ministro de Defensa, Alberto Espina, también abogado, replicó que se debía considerar un nuevo concepto sobre seguridad y un Estado más moderno.

Es la respuesta que reiteró después en público el ministro Blumel, quien tras ser consultado por las críticas y la pertinencia del encuentro señaló que “la seguridad nacional se entiende como el adecuado cumplimiento de los deberes del Estado, y dentro de los deberes está el resguardo del orden público y la seguridad de las personas. Esa es la garantía fundamental que las instituciones públicas tienen que proveer y asegurar. Ese es el origen del Estado moderno y es la misión más relevante, junto con el resto de las tareas en materia social, de integración y protección del medioambiente. Pero el primer piso de nuestra convivencia democrática tiene que ver con la seguridad”.

Sin embargo, la respuesta del Gobierno al parecer no fue suficiente para el contralor. Fue tal la convicción puesta en la interpretación de los mencionados artículos que no solo pidió dejar todo en actas, sino que cuando, según confirman distintas fuentes, el Presidente adelantó que convocaría nuevamente al Cosena, Bermúdez le respondió que eso podría justificarse “solo si la defensa nacional lo exige”. 

Los artículos citados por el contralor

El artículo 101 de la CPR, en su primer inciso, señala que las Fuerzas Armadas “existen para la defensa de la patria” y que “son esenciales para la seguridad nacional”. En un segundo inciso se habla de las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública, referidas a Carabineros y la PDI. Sobre ellas, se define que “existen para dar eficacia al derecho, garantizar el orden público y la seguridad pública interior”.

Los artículos 106 y 107 se refieren directamente al Cosena. En particular, el artículo 106 parte diciendo que la función del consejo es la asesoría al Presidente “en las materias vinculadas a la seguridad nacional”; es decir, excluye, por ejemplo, la seguridad pública interior que, según el contralor, correspondía en rigor a lo expuesto por el Mandatario.

El contralor Jorge Bermúdez al llegar a La Moneda. Detrás, el presidente del Senado, Jaime Quintana. Créditos: Agencia Uno
El contralor Jorge Bermúdez al llegar a La Moneda. Detrás, el presidente del Senado, Jaime Quintana. Créditos: Agencia Uno

En ese mismo artículo se define a los nueve integrantes titulares del Cosena (Presidente de la República; presidentes del Senado, Cámara de Diputados y de la Corte Suprema; comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas; general director de Carabineros, y el contralor). 

En el artículo 107 se habla de que podrá ser convocado por el Presidente de la República, y que para sesionar requerirá el cuórum de la mayoría absoluta de sus integrantes. En el eventual caso de que el Mandatario cite de nuevo a la instancia, podría haber una votación en contra del contralor, pero de todos modos se necesitarían al menos cinco miembros para desestimar una convocatoria. 

La señal desde el Congreso: “No fue necesaria ni productiva” 

La lectura política de los representantes del Poder Legislativo fue negativa.

“Me parece que una instancia como esta, no solo es innecesaria, sino puede incluso agravar los hechos en la medida que el Gobierno, particularmente el Presidente, no se haga cargo de la profundidad de estos hechos”, señaló Quintana, quien incluso durante la tarde había puesto en duda su asistencia. 

Mensaje similar fue el que transmitió, aunque con menos dureza, el diputado Flores. Aseguró que la reunión siempre “va a tener una buena evaluación”, aunque ponerle a la cita el nombre de Cosena daba “una mala señal […] No se debió haber convocado al Cosena, porque lo mismo que tratamos lo pudimos haber discutido en otro contexto. Puede que sean los mismos actores, pero no convocar al Consejo de Seguridad Nacional”, dijo.

En el encuentro, ambos parlamentarios apuntaron a la necesidad de que la respuesta política del Gobierno debía enfocarse en una propuesta de nueva Constitución, recomendación que, según el presidente de la Cámara, el Mandatario escuchó. “Por lo menos anotó todo lo que dijimos”, señaló Flores. 

Quintana insistió en el llamado y aseguró que le señalaron a Piñera que desde el Congreso van a perseverar en las iniciativas constituyentes y que “el Gobierno no puede llegar tarde una vez más a estos temas que son muy sentidos por la población”. 

Uno de los puntos que más recalcaron los parlamentarios en la cita es exigir la publicidad de las actas. Fue la abogada y jefa de la División Jurídica de la Segpres, María Fernanda Garcés, quien sirvió de secretaria del encuentro. Y aunque desde el Gobierno dicen que “pronto” será público el documento, desde la oposición esperan que este texto sirva como respaldo de los puntos que presentaron al Mandatario. 

Después de los cambios constitucionales de 2005, el Cosena había sido convocado por un Presidente de la República solo en dos ocasiones: primero, por Ricardo Lagos, en 2005, y luego por Sebastián Piñera, en 2014. En el caso de Lagos, lo hizo tras las reformas a la Constitución que de hecho modificaron, entre otras materias, las características del propio Cosena (antes los comandantes en jefe de las FF.AA. podían citarlo; hoy solo es el Presidente). En 2014, Piñera lo citó para analizar el fallo de La Haya por la disputa marítima entre Chile y Perú.