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La carrera hacia la Convención Constitucional que ya tiene 2.000 precandidatos

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Agencia Uno
POR Cecilia Andrea |

A una semana de concluir el plazo para la inscripción de candidaturas la cuenta sigue engrosándose. Y las probabilidades de elección son bajas para quienes postulan en solitario.

Independientes No Neutrales (INN) es solo la punta del iceberg. Debajo de ellos, sin tanto conocimiento ni difusión, hay casi 2.000 personas en todo Chile corriendo por la búsqueda de cientos de patrocinios para concretar una candidatura a la Convención Constitucional. Y les queda apenas una semana, hasta el 11 de enero.

El primer sueño es aparecer en la papeleta el 11 de abril próximo, pero luego viene lo más difícil: llegar a ocupar una silla en el plenario donde se debatirán los contenidos de la nueva Constitución. 

“Al 29 de diciembre, 1.794 personas habían iniciado el proceso de inscripción de candidaturas en todo Chile […] Esto puede ser una enorme fuente de frustración, porque no van a haber 1.794 personas electas. De partida, serán 155 menos 17, por los escaños reservados”, decía este domingo 3 de enero, con algo de desazón, el consejero del Servel Alfredo Joignant en Canal 13.

Más fácil, pero no tanto

La reforma que el Congreso despachó a principios de diciembre abordaba una serie de dificultades que los independientes podrían tener para conseguir sus patrocinios en medio de la pandemia. Primero, lo que hizo el Parlamento fue intentar subsanar esas dificultades habilitando al Servel para permitir los patrocinios de forma remota, con clave única, y sin necesidad de acudir a una notaría.

Luego, bajando el número de firmas requeridas para inscribirse como candidatos. Para candidaturas individuales se redujo a 0,2% de los votos de la última elección parlamentaria en el distrito en el que compitan. En el caso de las listas, el requisito sube a 0,5%. 

Por ejemplo, para el distrito 5 que integra Andacollo, Canela, Combarbalá, Coquimbo, Illapel, La Higuera, La Serena, Los Vilos, Monte Patria, Ovalle, Paihuano, Punitaqui, Río Hurtado, Salamanca y Vicuña, un candidato independiente y que quisiera competir en solitario necesitaría de las firmas de 514 personas; en una lista de independientes, el número sería 1.285. 

Esos números, que incluso algunos parlamentarios resistieron durante la tramitación por considerarlos muy bajos, hoy son de todas formas complejos de alcanzar para cientos de candidatos en todo Chile. La mayor crítica está en la demora que el Congreso tuvo para despachar la norma y lo tarde que el Ejecutivo la promulgó.

La batalla por el 10

Hasta fines de diciembre eran casi 1.800 los inscritos en la plataforma del Servel para recibir patrocinios, pero en estos días se habla de al menos 2.000. Pero estar en la plataforma no garantiza un lugar en la papeleta en abril. 

Solo el famoso distrito 10, que agrupa a La Granja, Macul, Ñuñoa, Providencia, San Joaquín y Santiago, y es considerado por los candidatos como uno de los más “sexy” del país, hasta este lunes reunía a 171 precandidatos inscritos. Entre ellos, el activista José Andrés Murillo, el dirigente de No+AFP Luis Mesina, la presidenta del Colegio de Matronas Anita Román, la periodista Patricia Politzer, el dueño de Felices y Forrados Gino Lorenzini y el capitán (R) del Ejército Rafael Harvey.

Esos son algunos de los más conocidos. Los acompañan más de cien otros que arrojan pocos resultados al sondearlos en un buscador, y que, según reconocen los mismos precandidatos y especialistas, tienen efectivamente pocas probabilidades de llegar a la Convención. Algunos, en paralelo a la recolección de firmas, buscan hasta último momento un cupo de independiente en la lista de algún partido.

“Esto ha sido una carrera muy contra el tiempo y muchos parlamentarios no estuvieron a la altura de legislar más rápido. Dado esto, al final, en vez de pararme a juntar firmas, la verdad me dediqué a pedir un cupo a un partido político”, cuenta a PAUTA Juan José Balsa, economista de la Universidad de Chile y precandidato a convencional del distrito 10.

Si Renovación Nacional decidiera no llevarlo a él ni a su lista, que impulsan Desafío Levantemos Chile, la Multigremial Nacional y la Asech, Balsa tendría que conseguir casi 1.000 firmas hasta el 11 de enero, cuando vence el plazo. Llevaba cerca de 150 hasta este lunes 4 de enero.

La fórmula para llegar al sillón

“Lo que marca siempre una elección, enlistados o no, es el nivel de conocimiento. Las personas siempre votan primero por el que más conocen y adhieren. Si hay un distrito con mucha gente desconocida, la posibilidad de electividad que tengan ellos en listas o no va a ser muy baja”, explica a PAUTA el analista político y experto electoral Axel Callís. 

Pero sí hace una aclaración y secunda algo enunciado por el mismo Joignant el domingo: mientras mayor dispersión haya, mayores probabilidades tendrán las listas de partidos políticos de conseguir más cupos, pues la fórmula electoral D’Hondt beneficia a los pactos más grandes. Por lo tanto, el movimiento recomendable para los independientes es agruparse.

Independientes No Neutrales no es la única lista de candidatos sin partido político que hoy busca su lugar en el órgano constituyente. Hay listas por distrito y hay otros cientos que corren en solitario.

Gino Lorenzini, por ejemplo, lanzó una ofensiva hace pocas semanas buscando 35 mil firmas en todo Chile y candidatos para cada uno de los 28 distritos, a través de una plataforma llamada “FyF Vota Feliz”. En su distrito ya consiguió las firmas y, por lo tanto, Lorenzini está confirmado como candidato.

“La lista del Pueblo” es otro grupo en la misma misión. Ellos, explica Callís, podrían tener ese nombre como una marca a favor y generar una adhesión mayor a la que tendrían por separado quienes vayan adentro. “La gran mayoría de esos no van a conseguir las firmas, eso es lo primero. No sabemos cuántos, pero lejos más del 50% no va a conseguir las firmas y los que las consigan, lo más probable es que se agrupen o fusionen listas”, agrega Callís.

En ese esfuerzo estaban los representantes de INN. Este lunes continuaron las conversaciones entre ellos y otras organizaciones de independientes, pero también con distintos partidos de la oposición. No para hacer pactos, pues lo tienen prohibido, sino para sumarse en cupos independientes dentro de las listas de las distintas coaliciones. Desde Unidad Constituyente, por ejemplo, veían sin buenos augurios las gestiones, pues no era posible negociar con el grupo como si fuera un partido.

Desde INN comentan, además, que había poco interés de asociarse a los partidos políticos alegando que esos mismos actores habían dificultado la participación de quienes no militaban. Hasta el momento barajaban tres escenarios de listas a nivel nacional. El más óptimo: fusionar listas con otros independientes.

“Los distritos autónomamente han ido conversando con otras organizaciones de independientes. En una lista de ocho candidatos, por ejemplo, pueden ir en la misma lista cuatro INN, dos de una organización territorial y otros dos. En ese caso no se llamará más INN. Hay otros, como el 12, que tienen lista completa de INN. Lo otro es la conversación de los independientes con los partidos. Nos dicen ‘ya, tomemos un acuerdo’, pero no podemos. Tenemos que hablar con los distritos”, explicaba en Pauta Final, de Radio PAUTA, uno de los coordinadores del espacio, Rodrigo Jordán.

El problema con esas jugadas es que para unirse, los independientes deberían compartir ciertos principios mínimos y un programa en conjunto. Lograr eso no es tan sencillo, pues precisamente son independientes y no militan en ningún partido. 

Escuche el resto de la conversación con Rodrigo Jordán en Pauta Final, de Radio PAUTA

Unirse para sobrevivir

“Lo que tenemos claro es que debe haber una lista única, porque si no estamos ‘fritos’. Hicimos algunos acercamientos con algunas listas, como INN,  y ahí nos dimos cuenta de que no podíamos complementarnos con ellos”, cuenta a este medio Consuelo Villaseñor, dirigenta de Confedeprus y aspirante a un cupo en el distrito 19 de la Región de Ñuble. 

En esa zona, por ejemplo, son al menos 50 los independientes que hoy buscan patrocinios en la plataforma del Servel. Villaseñor, al menos, vislumbra unas tres listas de seis personas cada una y el resto, competidores por separado. Los escaños en la zona son cinco y quienes no militan corren con cierta desventaja, porque ya están trabajando por llegar a la Convención el exintendente Martín Arrau y el aún senador Felipe Harboe.

“La cancha está súper dispareja y la ley está hecha para que los independientes tengamos todas las dificultades que han salido en el camino”, critica la dirigenta.

En el esfuerzo de lograr la mayor unidad, la lista que conforma Villaseñor, Fuerza Social Independiente Somos Ñuble, evaluó acercarse también al grupo que dirigen Soledad Alvear y Gutenberg Martínez, Comunidad en Movimiento. No prosperó. Ahora, la expectativa en sumarse a una alianza con la Lista del Pueblo.

Lo que tienen a favor: el momento político. Distintas encuestas han visibilizado un enojo de la ciudadanía con los partidos políticos y una preferencia hacia los independientes. No obstante, los pronósticos que hoy hacen desde distintas encuestadoras son más bien “especulación”, dice Callís.

“No hay antecedentes de una elección donde haya tal bronca a los partidos políticos como la hay hasta ahora. Es la primera elección donde la gente no quiere votar por partidos sino que quiere votar en un 80% esencialmente por independientes”, comenta.