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El camino que le queda a Rojas Vade en la Convención

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Agencia Uno.
POR Gladys Pierola |

Tras conocerse que no tenía cáncer, el convencional renunció a la vicepresidencia del organismo. Ahora deberá enfrentar a sus pares directamente y ver su continuidad en la instancia. La ley no tiene contemplada la opción de una renuncia unilateral.

Pocos minutos antes de las 17:00 horas de este domingo la Mesa Ampliada de la Convención Constitucional (CC) confirmó la noticia: ellos como directiva aceptaban la renuncia de Rodrigo Rojas Vade a la vicepresidencia de la instancia. Las razones de su paso al costado en la mesa que dirige Elisa Loncon son públicas, tras conocerse que el convencional había mentido con la enfermedad que lo convirtió en uno de los íconos de La Lista del Pueblo (LLDP). “Cometí un terrible error. Mo fui honesto ni con ustedes ni con mi familia. Mentí sobre mi diagnóstico. No tengo cáncer”, dijo Rojas Vade en sus redes sociales el sábado en la tarde, luego de que un reportaje publicado por La Tercera revelara su verdad.

De ahí en adelante, su situación y la de la Convención quedaron expuestas. Incluso no faltaron los que pidieron su renuncia inmediata a la CC, aunque por ley no es fácil. La mayoría de los constituyentes prefirieron ser cautos con su juicio hasta que no tuvieran más antecedentes, entre otras cosas, porque según la confesión del propio convencional, él sí está enfermo con un diagnóstico “que estigmatiza”.

La revelación sorprendió a todos y en especial a sus colegas, quienes aún “desconcertados” dijeron que este lunes se debía revisar cómo seguirá el constituyente -conocido como “Pelao Vade”- en el órgano redactor, entre ellas, qué medidas tomará la Comisión de Ética, por ejemplo.

Por ahora, lo único que está despejado es que ya no será su vicepresidente adjunto. 

A través de un comunicado público, la directiva lamentó “profundamente” lo ocurrido con el convencional que renunció esta semana a LLDP y hoy pertenece al colectivo Pueblo Constituyente. “Empatizamos con el dolor que esta situación ocasiona”, detalla el texto. 

Agregaron que mantendrán su compromiso con la transparencia y la probidad y por eso iniciarán los procedimientos internos correspondientes como sanciones éticas u otras medidas. “El trabajo de la Convención seguirá el curso institucional previsto para los próximos días, en que se inicia la deliberación de las normas reglamentarias por parte del Pleno”, cierra el documento. 

El impacto interno

“Sorprendidos”, “dolidos”, “procesando el golpe”. Esos fueron parte de los calificativos que usaron los convencionales para definir la situación de Rojas Vade. “Me tiene medio mal esto. Nos tiene ‘zamarreados’. Prefiero no pronunciarme sobre lo que va a pasar, prefiero esperar que las cosas decanten”, señaló el convencional del FA, Daniel Stingo

Por su parte, la presidenta de la Convención aseguró que la instancia que lidera sabrá actuar de la manera más justa. “Lamento mucho que esté sufriendo por una enfermedad y eso conmueve. También es una persona que ha hecho su trabajo y tiene reconocimiento dentro de la misma Convención”, señaló desde la Región del Biobío, donde realizaba un encuentro ciudadano junto a otros constituyentes. 

“Estamos respondiendo a la altura de los acontecimientos y nosotros somos humanos, no somos dioses para no fallar”, agregó Loncon. 

Sin embargo, uno de los puntos levantados por los críticos más duros fue que la situación de Rojas Vade no solo era dramática para él, también atentaba contra la confianza pública y la credibilidad del propio organismo, pues gran parte de su campaña para llegar a la CC se basó en su enfermedad y en las supuestas deudas que había dejado el tratamiento.

“El gran embuste nos salpica a todos: a la Convención, a los constituyentes, a la política y al país. Lo único aceptable ahora es que concrete su renuncia inmediata”, dijo el convencional de Vamos por Chile y miembro de la Comisión de Ética, Bernardo de la Maza. 

¿Cuánto espacio hay para una renuncia?

“Siento que me tengo que retirar de la Convención”, dijo el Rojas Vade en la entrevista a La Tercera. Pero, lo cierto es que su continuidad en la CC no solo depende de su voluntad. Según la ley, no está contemplado un mecanismo formal de renuncia unilateral.

Para estos casos, los convencionales tienen una normativa espejo a la de los parlamentarios que está determinada en el artículo 60 de la Constitución, donde solo se describe las causales de inhabilidad o cesación del cargo. Es decir, no está detallada la renuncia, sino una “vacancia” que puede producirse por incompatibilidad con el cargo, (lo que pasa cuando un diputado o senador es nombrado ministro, por ejemplo) o por una enfermedad grave que le impida ejercer y que debe calificar el Tribunal Constitucional. Sin embargo, en este caso hoy no hay ninguna norma específica de la CC que aborde la competencia del TC en esta materia.

Otra opción es la figura de la “ausencia”, que ocurre cuando un parlamentario o en este caso un convencional se ausenta del país por más de 30 días sin el permiso de la Mesa Directiva, provocando una causal de cesación. 

Si se llega a cumplir uno de estos requisitos, eso sí, no habría reemplazo y quedarían en 154 convencionales. Esto porque la ley plantea que, al ser independiente, no corresponde su reemplazo en caso de que cesara en su cargo. Solo para los constituyentes que llegaron bajo el alero de un partido hay opción.

El otro punto en duda es si hay alguna implicancia legal, porque mintió también en su declaración de patrimonio e intereses y detalló que sus deudas eran producto de su tratamiento de quimioterapias. Según la norma, si se omite información; se entrega información falsa o inexacta, la Ley 20.880 contempla un procedimiento para rectificarla dentro de 10 días y, de no hacerlo, se sanciona al infractor. Sin embargo, el dato específico de por qué tiene esa deuda no sería obligatorio. Solo se está obligado a declarar el monto y la entidad bancaria a la cual se le debe. 

En el caso de los parlamentarios la Contraloría es la encargada de velar por el tema, pero para la Convención esto no correría, pues el organismo que lidera Jorge Bermúdez no tendría competencia porque la CC no es un órgano constitucional.