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La mitad del electorado en contra: qué les espera a Boric o Kast

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Agencia Uno
POR Lucía Alegrete |

Los panelistas de Primera Pauta María Jaraquemada y Claudio Alvarado hablan sobre las últimas encuestas presidenciales que dan como favorito a Gabriel Boric.

Cuando faltan menos de 20 días para la elección de segunda vuelta que definirá al próximo Presidente de Chile, el candidato de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, lidera las encuestas previas sobre el abanderado del Partido Republicano, José Antonio Kast. En la primera vuelta, Kast obtuvo el 27,9% de los votos, y Boric, el 25,8%.

Sobre este tema hablaron los panelistas de Primera Pauta, de Radio PAUTA, de este jueves: María Jaraquemada, abogada especialista en temas de corrupción y transparencia, y Claudio Alvarado, director ejecutivo del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES) y profesor de derecho constitucional.

María Jaraquemada advirtió que “en varias ocasiones las encuestas han fallado, ya que sabemos que con el voto voluntario no es muy fácil. Pero es verdad que en la primera vuelta estuvieron bastante certeras, por lo que es difícil saber si en este caso va a suceder lo mismo“.

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Sin embargo, afirmó que al final esto es hasta el último momento y que la distancia que hoy existe es porque se ha visto mucho más a Gabriel Boric en terreno estas primeras semanas y tirando, como se dice, ‘toda la carne a la parrilla’“.

Claudio Alvarado recordó que “lo que hemos comentado en semanas anteriores relacionados con la falta de sentido de publicar encuestas al final de la carrera presidencial. Esto va a generar que, como en la primera vuelta, se empiezan a filtrar por WhatsApp“.

Agregó que es muy importante subrayar que cualquier candidato que gane tiene que ser consciente que va a tener la mitad del electorado en contra. Se requiere evitar la ‘borrachera electoral’ que ha afectado a los últimos gobiernos y a las mayorías de la convención constitucional.

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Sobre esto, Jaraquemada planteó que no van a tener solo la mitad del electorado en contra, sino que muchos de los que los apoyaron en segunda vuelta no tienen una lealtad a toda prueba. Por eso, no deben creer que pueden hacer lo que quieran sino que deben ser más amplios en la manera de gobernar y convocar.

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