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El “bochorno” opositor que se materializó y ratificó a la derecha en la mesa de la Cámara

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Agencia Uno
POR Cecilia Andrea |

Algunos cobraron sus saldos pendientes con la votación. Ya quedan pocos ánimos de insistir en otra censura.

Se retiró, no respondió y dejó un incendio político detrás. La diputada Pamela Jiles (PH) se abstuvo en la votación para censurar a la mesa de la Cámara y abandonó la Sala repitiendo que lo que le preocupaba era el segundo retiro del 10% y el compromiso que hizo con la gente. Ni una palabra sobre el acuerdo político que -según dicen en Unidad Constituyente- la incluía y que la izquierda esperaba que pudiera cumplir. Le garantizaron que no la sacarían de la Comisión de Constitución, pero ella ya había respaldado a Diego Paulsen y Francisco Undurraga.

“Que la reina dé explicaciones”, decía un diputado socialista al salir del Pleno.

Mas no fue la única.

También se abstuvieron otros cuatro diputados y 10 no marcaron su voto, ni en persona ni de forma telemática. En algunas bancadas de oposición dicen que lo que ocurrió fue una sorpresa, pero en realidad la escena fue el reflejo de una fragmentación en la Cámara que sigue creciendo. Hay nuevas renuncias a los partidos y así aumenta el número de diputados que no responden a ningún conglomerado y que no necesitan dar explicaciones a nadie. Varios de ellos cobraron sus cuentas pendientes con la votación de este martes.

Tres de tres: tercer fracaso para desbancar a la mesa de Paulsen de tres intentos. En esta ocasión el marcador fue así: 68 a favor, 69 en contra, cinco abstenciones.

La revancha de los “Locos Adams”

“No tengo reproches éticos o reglamentarios en su gestión, pero creo que […] esta Corporación tiene todo el derecho a representarse a sí misma por una mesa que represente a la mayoría”, dijo el diputado Gonzalo Winter (CS) en la defensa de la censura. 

Justo fue Winter, que a principio de año se refirió a Jiles, Florcita Alarcón (PH) y Renato Garín, exmiembros del Frente Amplio, como los “Locos Adams”. Este martes se lo recordaron: los tres se abstuvieron. 

“Mi abstención no me parece que sea una falta a la oposición ni a la convivencia democrática. Acá faltaron argumentos y no nos pueden reclamar a nosotros que actuemos de manera unida, cuando hace tres semanas nos estaban atacando. Nos llaman ‘Los locos Adams’ y después nos piden el voto”, criticó Garín.

Momentos antes de la votación, el subsecretario de la Segpres, Juan José Ossa, se acercó a hablar con él y con Jiles. Dicen que allí no pasó nada, pero en la Segpres se anotan el triunfo y en el Gobierno dicen que influyeron de todas formas las conversaciones con ellos y con los independientes René Alinco y Pedro Velásquez.

Velásquez causó un escándalo paralelo. La diputada del PC Marisela Santibáñez lo increpó en un pasillo por no haber votado a favor de la censura. Según Santibáñez, Velásquez le respondió con insultos y por eso el PC lo llevará a la Comisión de Ética. El diputado tuvo que disculparse. Se justificó argumentando que estaba muy afectado por los comentarios que recibió por no votar.

“Estimada Maricela [sic]: quiero escribir estas líneas para pedir disculpas por las expresiones que emití hoy. Mi compromiso político era venir y apoyar la censura, sin embargo, gestiones urgentes e impostergables me impidieron estar presente a la hora requerida”, se lee en la carta que presentó.

El archivo que no apareció

En total, quienes se abstuvieron fueron Alarcón, Jiles, Félix González (Ecologista) y una que causó extrañeza: Jenny Álvarez, del PS, quien había confirmado la semana pasada que votaría a favor de la censura. Luis Rocafull, el jefe de la bancada socialista, afirmó una y otra vez que los votos de su comité estaban listos. Nadie supo por qué se abstuvo. 

En la DC tuvieron a sus propios díscolos. Manuel Antonio Matta no apareció -dicen que tuvo problemas de conexión- y Jorge Sabag se retiró de la Sala. En todo caso, este último ya había informado la semana pasada que le complicaba votar a favor.

Fernando Meza y Carlos Abel Jarpa, exdiputados radicales que hasta ahora integraban el comité parlamentario de la DC, no solo no votaron, sino que además renunciaron a ese grupo. Pepe Auth, un antiguo PPD, también renunció al mismo comité, pero él sí votó y lo hizo a favor.

En el PPD, Cristina Girardi dijo que estaba enferma y se pareó con otro diputado. 

Pero incluso con todas esas adversidades, la izquierda confiaba en el acuerdo que habían materializado la semana pasada y que consideraba ajustes que dejarían, supuestamente, a todos contentos.

Pero algunos denuncian que ese papel nunca apareció firmado, que solo hubo un archivo con algunos puntos -por ejemplo, repartir el tiempo restante de la presidencia de la Comisión de Constitución entre Matías Walker (DC) y Leonardo Soto (PS), dejando fuera a Gabriel Boric (CS) con su consentimiento-, mas nunca existió el compromiso de firmarlo.

La presidencia de las comisiones, el punto que los jefes de comité decían que resolverían una vez presentada la censura, fue precisamente lo que les jugó en contra. Según afirma González, uno de los que se abstuvo, estuvo hasta último minuto esperando que le llegara un documento firmado con las definiciones que faltaban. Nunca apareció.

“Los grupos políticos que firmaron el Acuerdo por la Paz están empeñados en que los que no firmamos no tengamos mayor incidencia dentro de la Cámara. No vamos a ser nosotros los que le pongamos en bandeja eso. Si ellos quieren recuperar la mesa, tienen que dar garantías de que en las comisiones no van a estar cambiando gente arbitrariamente”, dice González a PAUTA.

“¿Por qué te abstuviste? ¿Qué te hizo el Chino [Víctor Torres]?” le reclamó Claudia Mix (Comunes), momentos después de conocer la votación. González le recordó que en abril, él votó a favor de Gabriel Silber (DC) para asumir la presidencia de la Cámara. Y quienes no lo apoyaron fueron precisamente del Frente Amplio.

El fin del acuerdo

La serie de eventos de este martes abrió más la grieta existente entre los diputados opositores. Presentar una nueva censura está casi descartado, pues el vaticinio de bochorno del que hablaban los jefes de comité de Unidad Constituyente la semana pasada se materializó y descompuso los pocos ánimos que existían de recuperar la mesa.

“No hay ningún ánimo de volver a insistir. Hemos tenido 20, 25 reuniones y en ninguna hemos podido concretar. Diputados que faltaron, que se abstuvieron, pero teníamos el compromiso. Es súper complejo llegar a un acuerdo y después no cumplir”, dice a este medio Alejandra Sepúlveda, jefa del comité del FRVS.

“El PS no se va a presentar a ningún tipo de censura”, agregó Rocafull.

La DC, de hecho, masticó la derrota en el clásico almuerzo en el comedor de la bancada, posterior a la sesión. Y de allí salieron diciendo que el acuerdo político que había construido la oposición en 2018 está ahora desahuciado. 

“Nosotros instalamos un pacto de gobernabilidad sobre una fotografía que está absolutamente desdibujada hoy, con fuerzas emergentes distintas hoy que no se sienten representadas en el acuerdo y lo que corresponde es rediscutir todo. Es como la aproximación que tiene un médico a un cadáver: simplemente hace un pase de autopsia”, declaró Silber. 

Diego Paulsen: “Hemos dado garantías a todos los sectores”

El tercer miembro de la mesa de la Cámara, Rodrigo González (PPD), también se salvó de la censura. Pero votó a favor de esta y en la UDI ya se lo están cobrando: le pidieron la renuncia inmediata, argumentando que evidentemente no quería pertenecer a la mesa. 

Los otros dos celebraron. “¡Bien, papi!” le gritaron los hijos a Diego Paulsen ya conocidos los resultados. 

“Lo que refleja el resultado es un trabajo serio que hemos hecho con el diputado Francisco Undurraga y González. Le hemos dado garantías a todos los sectores políticos. Si escuchaban al diputado Winter, decía que no había ningún reproche ético ni reglamentario a la labor que hemos realizado, sino más bien una razón política. Esos cinco parlamentarios [que se abstuvieron] se han sentido respaldados por el actuar que hemos llevado en los últimos meses”, explicó Paulsen en Pauta Final, de Radio PAUTA.

Siempre podrá haber una nueva censura, supone Paulsen, pero insiste en que continuarán dando las garantías a todos los sectores políticos.

Escuche el resto de la entrevista con el presidente de la Cámara de Diputados en Pauta Final