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La propuesta de plebiscito dirimente que unió a la izquierda

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Agencia Uno
POR Cecilia Andrea |

Una redacción casi al final de la noche salvó el nudo. “Para la convocatoria a plebiscito deberán llevarse a cabo las reformas a los cuerpos normativos pertinentes”, se lee en la indicación.

Hubo acuerdo. Al borde del fin del plazo para ingresar modificaciones a la propuesta general que aprobó la Comisión de Participación Popular el lunes 23 de agosto, 19 constituyentes representantes de la izquierda y centroizquierda consensuaron una propuesta de plebiscito dirimente. A pesar de las diferencias, cuenta con el respaldo desde INN al PC y se aprobaría en comisión, por lo que pasará a debatirse al Pleno de la Convención Constitucional.

Durante el día y buena parte de la noche del miércoles, los integrantes de la comisión -sin Vamos por Chile- sostuvieron reuniones y conversaciones informales para desatar el nudo que generó el cómo, el cuándo y con el respaldo de quién se haría dicho referéndum.

Una frase resolvió el conflicto mayor: “Para la convocatoria a plebiscito deberán llevarse a cabo las reformas a los cuerpos normativos pertinentes”, se lee en la indicación.

No lo dice explícitamente, pero de allí se desprende que, de aprobarse, será necesaria una reforma constitucional previa para viabilizar el mecanismo.

Un almuerzo con observaciones

La discusión cobró fuerza la semana pasada a partir de una propuesta ingresada por la constituyente del PC Valentina Miranda, que tenía el respaldo de La Lista del Pueblo (LLDP) y los Movimientos Sociales Constituyentes (MSC). Esta planteaba que sean plebiscitadas las normas constitucionales que no alcancen los 2/3, pero sí los 3/5; que además se permita sufragar a los mayores de 14 años; y que se convoque a dicho referéndum cuando la Convención respalde por mayoría absoluta esa convocatoria.

Los constituyentes del Colectivo Socialista que participan de la misma comisión estaban de acuerdo en generar un mecanismo que fuera vinculante, pero acotado; y además, el representante del PS Tomás Laibe proponía preferentemente un “plebiscito complejo de salida”, que implica que en el plebiscito ratificatorio -a realizarse cuando termine el proceso constituyente- se hagan preguntas para resolver temas no zanjados en la Convención. 

Este miércoles, el Colectivo Socialista debatió el tema durante el almuerzo, pues hay dentro de ese espacio posiciones más moderadas, en desacuerdo con cualquier tipo de plebiscito; y otros de acuerdo, pero con observaciones.

La conclusión a la que arribaron fue poner una condición para impulsar la iniciativa: que se explicitara que se requiere de una reforma constitucional, de la colaboración de los poderes del Estado y que sea solo para materias muy acotadas propuestas por la Mesa, que sean autoejecutables y no requieran de una armonización posterior. Ese último punto se perdió durante las conversaciones.

“Si aceptamos que ocurran plebiscitos, debería ser como un mecanismo excepcional por la serie de complejidades que suponen. Mi inclinación es que, si vamos a hablar de plebiscito, sea como mecanismo de participación ciudadana que genere espacio vinculante con la ciudadanía, pero excepcional”, comenta Laibe a PAUTA.

Otro tema relevante para los socialistas: que se entendiera que la Convención no es autónoma para ejecutar este tipo de mecanismos y que no se pretendiera utilizar el plebiscito dirimente como un subterfugio para evadir el cuórum de 2/3 establecido por la Constitución vigente. Es que dentro del órgano constituyente hay sectores que consideran que el respaldar una propuesta así, acota la discusión de los 2/3, pues existiría un mecanismo de desbloqueo para las materias que no alcancen el cuórum establecido.

“No vemos la voluntad política en otros sectores como para poder hacer una reducción del cuórum de los 2/3, entonces en ese sentido nos parece fundamental que si no está esa voluntad, entonces que tengamos el elemento del plebiscito dirimente para que aquellas materias que no alcancen en el cuórum puedan ser plebiscitadas”, explica a este medio la constituyente Elisa Giustinianovich (MSC).

Las dudas del FA e INN

Las alternativas discutidas revestían de un problema mayor: el órgano constituyente no tiene la autonomía ni los recursos para mandatar al Servel a que planifique otra elección o cambie las condiciones de las que ya están fijadas, por lo que necesitarían una reforma constitucional para generar el plebiscito, principales objeciones del FA e INN.

Así, Constanza Schonhaut, Mariela Serey y Tatiana Urrutia levantaron el martes otra propuesta preliminar, que no concitó respaldos entre los otros grupos y que incluso generaba dudas en la interna del bloque: una consulta ciudadana ejecutada por los municipios cuyos resultados deberían ratificarse mediante una votación en el Pleno. Esta alternativa no requeriría ninguna reforma adicional.

No lo compartimos. Entendemos que el plebiscito vinculante es para tomar una decisión, que la gente pueda decidir, no para que nosotros ratifiquemos. Si eventualmente nosotros ratificamos en un Pleno, le quita soberanía a ese plebiscito que debería ser vinculante”, contestó a este medio Valentina Miranda.

Humo blanco a las 21:40 horas

La redacción que salvó la tarde se alcanzó casi una hora antes del cierre del plazo fatal y fue una en la que participó el FA, INN, los socialistas, el PC, LLDP, MSC y los escaños reservados. En esta se ratifica que, para ser plebiscitada, la norma debió aprobarse por menos de 2/3 pero al menos 3/5 de los constituyentes y que el Pleno debe hacer la convocatoria con el respaldo de la mayoría absoluta de los miembros.

Al final, además, para salvar el acuerdo agregaron un párrafo que establece el punto de las reformas a los cuerpos normativos y que la Convención “requerirá a las instituciones públicas, organismos y a los poderes del Estado pertinentes para que el plebiscito se realice en conformidad a lo establecido en este reglamento”. 

Asimismo, que el órgano constituyente “podrá realizar a través de su Mesa Directiva, los convenios de colaboración con las instituciones pertinentes para que permitan dar curso al presente plebiscito”.

Con esos puntos, los No Neutrales accedieron también, pues consideraron que al final la responsabilidad quedaba en manos de los estamentos públicos. 

“Nosotras fuimos parte de la elaboración conjunta de esta propuesta. Desde el principio planteamos que nos gustan los plebiscitos vinculantes, pero que para hacerlo se necesitan reformas constitucionales y legislativas […] Por eso propusimos una alternativa -municipal- en la que la Convención tiene más autonomía. Lo planteamos, lo entendieron y accedieron a incorporar un articulo sobre ‘implementacion’ que no estaba en las propuestas iniciales”, responde la constituyente Constanza Schonhaut (FA).

Sin Vamos por Chile y con colaboración de otros

Entre los constituyentes de Vamos por Chile, la iniciativa genera más dudas que certezas. Algunos en RN son partidarios de la posibilidad de un plebiscito comunal, con temas específicos; otros directamente están en desacuerdo y plantean más mecanismos de participación. No obstante, para aprobarse en la comisión ya tienen los votos (15) y en el Pleno de la Convención requeriría también de mayoría absoluta (78).

Si se aprobara la propuesta, a lo que aspiran los constituyentes de Participación Popular es a mandatar a la Mesa a que se encargue de las conversaciones con los poderes del Estado que correspondan. En el reglamento que votarán durante el jueves existe un artículo que plantea la “colaboración y cooperación” de instituciones públicas, privadas y la sociedad civil, para la implementación y sistematización de las propuestas.

Entre lo que se votará el jueves está la posibilidad que que la ciudadanía pueda presentar sus propias iniciativas de norma constitucional con una cantidad de firmas a definir; semanas territoriales para que los constituyentes regresen a sus regiones; la posibilidad de que la población comente los borradores de propuestas; cabildos y grupos de deliberación nacional, entre otras.