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La reflexión dieciochera que definirá el futuro de acusación contra Cubillos

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La ministra de Educación, Marcela Cubillos, en La Moneda tras ser notificada de la acusación constitucional. Agencia Uno.
POR Gladys Pierola |

El fin de semana largo será decisivo para las estrategias del oficialismo y la oposición. En este último bloque admiten que los votos para aprobar y rechazar el libelo están muy parejos.

“Si uno tiene una mirada objetiva, hay una situación de empate”. Esa es la frase que repitió en los últimos días el diputado y jefe de bancada del PS, Manuel Monsalve, al referirse al nivel de apoyo parlamentario ante la acusación constitucional contra la ministra de Educación, Marcela Cubillos.

Una situación de “emparejamiento”, como dice Monsalve, que deberá resolver con los otros jefes de bancada de la oposición durante los días de Fiestas Patrias. En los partidos de la ex Nueva Mayoría y del Frente Amplio saben que este feriado diciochero es clave, pues no solo se deben desplegar ellos: el Gobierno también hará lo suyo, contactando y negociando con los indecisos.

Los números son simples: si de los 83 diputados de oposición, seis rechazan el libelo y se suman a los 72 parlamentarios de Chile Vamos, la acusación se cae. Y al menos tres de esos seis votos que necesita el Ejecutivo estarían casi listos. Partiendo por el diputado (IND) Pepe Auth, quien ha dicho abiertamente que es probable que la acusación fracase y sinceró que, si el libelo se votara hoy, él lo rechazaría.

Por eso, la estrategia de Monsalve y sus pares es doble. La apuesta ideal de convencer a todos, en especial a los indecisos de la Democracia Cristiana (DC), de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS) y del Partido Radical (PR), para lograr con holgura los 78 votos necesarios, se ve lejana. Y el margen sería mucho menor.

De ahí que la tarea se centre no solo en negociar para que esos indecisos cambien de parecer, sino que, en caso de no conseguirlo, que esos parlamentarios tampoco estén en la sala el día de la votación, pues si alguno de ellos se abstiene su voto se sumará al rechazo.

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Además, hay un escenario que, al menos en varios parlamentarios de esas tres bancadas, es tema de conversación y también de preocupación: que en un escenario estrecho alguno de ellos se convierta en el voto dirimente. Un cartel que varios quieren evitar.

“Después del ’18’ cada uno va a tener su posición”, comenta a PAUTA la jefa de bancada del FRVS, Alejandra Sepúlveda.

En su bancada hay seis votos divididos. En un extremo, y a favor, está el diputado Esteban Velásquez, quien firmó el libelo. En el otro, el diputado Pedro Velásquez (IND) quien hasta ahora se muestra como el más reacio de ese grupo para apoyar la acusación constitucional. Al medio están el presidente de los regionalistas verdes, Jaime Mulet; los independientes René Saffirio y René Alinco y la propia Sepúlveda.

“No estamos haciendo cálculos si son dirimentes o no. No hemos contabilizado los votos. Lo que para nosotros es importante que esto se haga con la convicción de votar a favor o en contra de una acusación constitucional. No estamos haciendo cuentas si se gana o se pierde”, asegura la diputada de uno de los distritos de la Región de O’Higgins.

Entre martes y miércoles, los regionalistas se reunieron a conversar el texto de 91 páginas y cinco capítulos con sus asesores. A varios les llamó la atención que Pedro Velásquez igual se sumara a la instancia, pues dan su voto por perdido. Entre los dudosos, Mulet no está convencido del capítulo uno, que acusa a Cubillos de “vulneración del principio de probidad en su dimensión de falta de veracidad” y cuestionan algunas críticas de la titular de Educación en redes sociales al Sistema de Admisión Escolar (SAE).

Lo que sí podría convencerlo son los argumentos del capítulo tercero, que apuntan a que la ministra no ejerció “un control jerárquico permanente sobre los órganos sometidos a su dependencia” para la “adecuada implementación de la ley de Sistema de Educación Pública” y, en especial, el capítulo cuarto, que cuestiona a Cubillos por “haber dejado sin ejecución las leyes por la omisión del cumplimiento de las obligaciones ministeriales, particularmente, en materia de ejecución presupuestaria” y que apunta a las glosas relativas a la Dirección de Educación Pública (DEP) y a los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP). De hecho, es la parte que defiende Sepúlveda y con la que se quiere convencer, por ejemplo, al diputado Alinco.

Este tema sería clave para negociar con los indecisos, admiten en la oposición. Por ejemplo, el jefe de bancada DC, Gabriel Ascencio, su par radical Alexis Sepúlveda y el propio Mulet han sostenido reuniones con los funcionarios del Mineduc, agrupados en Andime, quienes les habrían entregado antecedentes sobre el traspaso de dineros desde la DEP a otras reparticiones.

Tanteando terreno

El ministro de la Segpres, Gonzalo Blumel, y el subsecretario de la cartera, Claudio Alvarado, han sido los encargados de tantear terreno con los diputados que están dudosos de apoyar el libelo.

De hecho, han contactado a algunos por Whatsapp y a otros en los pasillos del Congreso, pero más que nada para saber cómo están los ánimos y a lo más, ofrecer más información y detalles en relación con los casos que se describen en el libelo. Sin embargo, al regreso del fin de semana extra largo, y apenas la ministra Cubillos entregue su respuesta, “se entrará en el área chica” para negociar, aseguran fuentes de Gobierno.

El diputado Ascencio y el subsecretario Alvarado en los pasillos del Congreso.
Créditos:Agencia Uno

“El subsecretario Alvarado nos ha dicho que pueden prestar todo el apoyo que necesitemos para la información que se necesite, para poder complementar este análisis”, comenta Alejandra Sepúlveda.

Y agrega: “No hemos necesitado más información del Gobierno, pero si la requerimos sabemos que existe disponibilidad para entregarla”.

Tema aparte es lo que sucede con la DC. Ahí el gallito es personal entre el jefe de bancada, Gabriel Ascencio y Alvarado. Es conocida la buena relación que tienen ambos y su amor por Chiloé. Una sintonía que para algunas negociones han sido positivas para el Ejecutivo, pero que en esta oportunidad los pone en bandos contrarios. De hecho, ambos pasarán las Fiestas Patrias en la Región de Los Lagos y acordaron comer juntos uno de esos días para conversar en parte el asunto.

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Mientras la directiva de Fuad Chahin se ha inclinado públicamente por apoyar el libelo, en la bancada dicen que quedan varias conversaciones pendientes. “Hay que mirar el vecindario para tomar una oposición de grupo”, dice un parlamentario de ese partido. Asegura que también hay una señal que dar a la oposición y que la DC no puede quedar como la responsable del voto dirimente y del rechazo.

Pero no todos opinan igual. Para el diputado y presidente de la Comisión de Constitución, Matías Walker, la decisión se tiene que tomar desde lo técnico, donde según él, los capítulos tres y cuatro serían los más plausibles. Y el cinco, que se refiere a la obligación del Estado en la promoción, protección y respeto de los derechos fundamentales, el más débil. De hecho, le pide a sus colegas que “no se dejen guiar por las minutas de los asesores”.

“Voy a dejar de lado cualquier calculadora político-electoral y voy a actuar en conciencia. Aún no me he formado una convicción ni a favor ni en contra. Me llevo la acusación a Coquimbo para leerla el ’18’ con mucha detención”, dice Walker a este medio.

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En la DC el tema es particularmente relevante. Porque Ascencio no solo firmó el libelo contra Cubillos, sino que también se impuso conseguir los votos necesarios para destituir a la ministra de Educación. De hecho, en la oposición dicen que el panorama actual en la Democracia Cristiana sería 10-3: diez inclinados por la aprobación -aunque algunos con varias dudas, como Daniel Verdessi y el propio Walker-; un voto incógnito (Pablo Lorenzini) y dos más cargados al rechazo (Jorge Sabag y Miguel Ángel Calisto).

“Están trabajando nuestros asesores con los de la bancada y nos vamos a reunir después de las Fiestas Patrias. Está bien enredado esto y hay distintas posiciones. No hay mucha claridad, pero debemos tener una decisión como bancada”, señala Calisto a PAUTA.  Sin embargo, asegura que él ya entregó su posición: la acusación tiene argumentos políticos y no jurídicos.