Actualidad

El oficialismo prevé que los proyectos inconstitucionales estarán “a la orden del día”, pese al TC

Imagen principal
Agencia Uno
POR Cecilia Andrea |

El veredicto del TC sobre el segundo retiro debía ser una alerta al Parlamento, pero todo indica que no lo fue. Los proyectos cuestionados seguirán su tramitación.

El veredicto del Tribunal Constitucional que acogió la solicitud del Presidente Sebastián Piñera de considerar que la reforma de los diputados de un segundo retiro previsional es inconstitucional desató una tormenta en el Congreso. En la oposición en el Congreso. Mientras en el Ejecutivo esperaban que dicha resolución pusiera una valla a la tramitación de una serie de proyectos de las mismas características, los parlamentarios ya lanzaron el desafío: aseguran que se la van a saltar.

Habrá discusión sobre el impuesto a los altos patrimonios, continuarán debatiendo el retiro de fondos para los afiliados de sistema de rentas vitalicias y podría aparecer en tabla incluso un eventual tercer retiro del 10%, a pesar de que no junta suficientes respaldos ni siquiera en la oposición. La razón: en el oficialismo dicen que se aproxima el año electoral y los parlamentarios quieren figurar incluso ilusionando a la ciudadanía con iniciativas impracticables; en la oposición argumentan que la resolución del TC no los puede inhibir de seguir legislando. 

Sigue la tramitación

Al menos 10 proyectos más registra el Ejecutivo en distintas etapas de tramitación en el Congreso que cumplen con características similares al del retiro del 10%. Por eso el fallo del TC era tan importante para ellos: en teoría marcaría un precedente y enviaría un mensaje al Parlamento sobre la imposibilidad de continuar legislando a través de artículos transitorios en reformas constitucionales que tratan materias de prerrogativa exclusiva presidencial. 

No funcionó.

La mañana de este martes, el presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara, Matías Walker, aclaró que seguiría poniendo en tabla “todas las reformas necesarias en ejercicio del poder constituyente derivado que tiene el Congreso Nacional”. Durante la tarde, de hecho, la comisión debía discutir y votar la iniciativa busca expropiar recursos desde las compañías de seguros para cederlos a los jubilados con rentas vitalicias. La Sala no lo permitió, pues no dieron la unanimidad para que la sesión se diera en simultáneo a la discusión del reajuste del sector público que tomó lugar durante la tarde.

La diputada Pamela Jiles (PH) fue una de las más molestas con la decisión e increpó a Walker por Twitter, pues es una de las principales promotoras de aquella iniciativa. No obstante, ese debate al menos se podría demorar hasta principios de enero, dado que la próxima es semana distrital.

Pero ocurrirá. “Nos obligan a ir al TC una y otra vez”, dicen desde el Gobierno. Así funciona: cada caso debe verse por separado, en su propio mérito.

La pugna de trasfondo

Si dichas reformas cumplen con las mismas características -o similares- que tiene el retiro impugnado, continuar su tramitación sería transitar por un sendero predeterminado. Incluso si fueran despachadas por el Congreso, bastaría solo la voluntad del Ejecutivo para hacer una presentación ante el TC. Y de acuerdo con lo que plantean en el Ejecutivo, el fallo es una señal de lo que el tribunal muy probablemente pudiera decidir en el futuro.

En la oposición dicen que no lo tienen tan claro. “No sé como va a operar el TC, porque el TC se ha contradicho tantas veces; los propios ministros se han contradicho tantas veces”, señala a PAUTA el diputado Walker. 

Según comentan varios personeros de izquierda, no pueden dejar de presentar ni tramitar las iniciativas. Primero porque, en palabras de un senador del PS, no pueden inhibirse ni autocensurarse. Incluso aunque no estén de acuerdo con varias de ellas, explica el mismo parlamentario, creen que deben debatirlas. El punto es una pugna de trasfondo: el TC no puede imponerse al Parlamento, afirman.

“Si esa mayoría circunstancial del TC quiere seguir bloqueando o eliminando el debate legislativo en el Congreso, que se presenten a elecciones. El próximo año pueden presentarse como candidatos a diputados o senadores y ahí que tomen decisiones por el pueblo soberano”, agregó el diputado Leonardo Soto (PS).

De hecho, ya hay sobre la mesa al menos dos iniciativas que buscan reformar el TC, adelantándose a la discusión próxima que dará la Convención Constitucional. El diputado Gabriel Silber (DC) presentó una iniciativa que busca eliminar el rol preventivo de la entidad. Soto promueve otro proyecto, que elimina el voto dirimente de la presidencia del organismo; y que también pretende aumentar el cuórum para que los ministros decidan sobre la inconstitucionalidad y “exigir mayores requisitos de solvencia académica de sus integrantes”, anunció.

La importancia del año electoral

En la oposición hay parlamentarios que sostienen que en realidad el fallo del TC no ha instalado ninguna valla, pues no determina jurisprudencia sino simplemente se refiere al proyecto particular del segundo retiro del 10%. 

“El problema es que el TC no ha parado nada. Lo que ha hecho es abrir y multiplicar la discusión. Si uno mira el alcance indirecto que puede tener el fallo, también está cuestionando la promulgación del Presidente del primer retiro y está cuestionando indirectamente el proyecto de ley suscrito por el Presidente, que de acuerdo al TC vulnera el derecho de la seguridad social”, dice Walker a PAUTA.

Algunos hablaban de que las AFP podrían demandar al Estado por vulnerar el derecho de seguridad social al no haber actuado del mismo modo en el primer retiro. “El Gobierno jugó con fuego”, decían esta mañana. 

“Será un saludo a la bandera”, explica un senador de la DC. Pero sobre todo porque a algunos “no les importa lo constitucional y solo quieren aparecer promocionando este tipo de proyectos”, critica. Los dardos apuntan mayormente a la Cámara de Diputados, de donde salieron varias de las mociones que rayarían en lo inconstitucional. Así también lo ven en el oficialismo, donde dicen que las mesas de cada cámara tendrán que actuar. 

“Siempre estos proyectos tienen una base de populismo alta y los parlamentarios, con el propósito de quedar bien ante la ciudadanía, levantan el tema y después les echan la culpa a los demás. En un año caracterizado por múltiples elecciones, el festival de propuestas populistas inconstitucionales estará a la orden del día”, suma el senador Claudio Alvarado (UDI) en conversación con PAUTA.

En tanto, desde la testera de la Cámara de Diputados ya han dicho que todo sigue igual: recién esperarán hasta conocer el detalle del fallo del TC, que podría estar hasta el 30 de diciembre, para evaluar si acaso generará algún precedente para futuras tramitaciones.

“Todas las resoluciones de los tribunales operan respecto del proyecto determinado y no de los ya presentados. Por lo tanto, esos van a seguir su tramitación, por lo que la suspensión sería solo si la propia comisión quisiera declarar la inconstitucionalidad por el fallo. Si no ocurre, sigue la tramitación tal como dice nuestro reglamento interno”, explicó el presidente de la Corporación, Diego Paulsen (RN).