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El camino de Elisa Loncon: desde Lefweluan a una tarea histórica

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Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

Fue una niña discriminada, pero hizo de la educación su camino. Hoy, la activista mapuche, doctora en Humanidades y Literatura, anticipa una dirección rotativa de la Convención.

Tomó resuelta la bandera de su pueblo y caminó hacia la testera donde fue ungida como nueva presidenta de la Convención Constitucional. Académica y lingüista, pero primero mujer mapuche, Elisa Loncon asumió el liderazgo de una tarea histórica y su primer saludo en mapudungún dejó en claro que habrá un giro en cómo se entiende el rol de los líderes hasta ahora.

Su discurso enfatizó que a partir de ahora se buscará transformar a Chile en un país “plurinacional, intercultural, que no atente contra los derechos de las mujeres, que cuide la madre Tierra y las aguas”. Sostuvo que es posible avanzar hacia una nueva relación entre todas las naciones que conforman este país y anticipó que buscará establecer en la Convención “una dirección rotativa, colectiva, que dé espacios a todos los sectores que están representados aquí”, lo que fue aplaudido por los demás convencionales.

Abogó por el reconocimiento de los derechos de las mujeres y las diversidades sexuales, por un proceso transparente, donde “nos puedan ver hasta en el último rincón” de Chile y por el uso de las lenguas originarias largamente postergadas. “Se funda un nuevo Chile, plural, plurilingüe, con todas las culturas y pueblos”, dijo como mensaje a los niños, después de aludir al horror de los recientes hallazgos de fosas clandestinas de niños aborígenes en Canadá. Y terminó nuevamente en su lengua: marrichiweu (diez y mil veces venceremos).

La ruta desde Lefweluan

Elisa Loncon nació hace 58 años en la comunidad Lefweluan, en Traiguén, Región de La Araucanía. Ha contado sobre su infancia de niña indígena y las dificultades que tuvo para ir a la escuela: no solo porque era lejos y no siempre había movilización, sino también porque fue discriminada por sus compañeras por su origen étnico, su ropa, su modo de ser. Y no esconde que lo habitual en esa época era que acompañaba a su madre a vender verduras y huevos en un canasto.

Sus sencillos orígenes no le impidieron soñar llegar lejos. Se tituló de profesora de inglés por la Universidad de La Frontera y no paró ahí. Es doctora en Humanidades por la Universidad de Leiden y doctora en Literatura por la Pontificia Universidad Católica de Chile (es un solo doctorado reconocido por ambas entidades). Hasta ser electa constituyente, ejercía como académica de la Universidad de Santiago, donde ha investiga sobre el mapudungún.

No ha militado en ningún partuido, pero se declara de izquierda. Activista por los derechos de su pueblo, participó del diseño de la bandera mapuche Wenufoye (Canelo del cielo), instaurada en 1992.

“Pese a todas nuestras diferencias, todos somos finalmente seres humanos que nos necesitamos y entre todos podemos empujar un país plural desde el saber ancestral de cada uno de los pueblos”, dijo la académica recientemente a Cristián Warken en Desde El Jardín, de Radio PAUTA

Sus familiares aún viven en Lefweluan, lugar al que ella viaja constantemente y donde ha retomado las ceremonias ancestrales de su pueblo. Un signo de ello es que la machi y constituyente Francisca Linconao, la acompañó en la testera al asumir su cargo.