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Junta de Vigilancia del Río Maipo: “El fantasma del racionamiento de agua llegó”

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www.cajondelmaipo.com
POR Rita Cox |

La encargada de Asuntos Legales de la entidad, Natalia Dasencich, dice que aunque el Embalse el Yeso está al 80% de su capacidad, la actual demanda de Santiago agotaría esta reserva en tres meses.

“El fantasma del racionamiento de agua llegó y siete millones de santiaguinos podrían quedar sin agua”. Así de firme y categórica es la advertencia que lanzan desde la Junta de Vigilancia del Río Maipo, a la vez que alertan que la única forma de evitar esa emergencia es acotar el uso por persona, con los municipios como actores fundamentales en el escenario de crisis hídrica que sufre la zona central.

Natalia Dasencich, encargada de Asuntos Legales de la Junta de Vigilancia del Río Maipo, primera sección, ahonda en este análisis. “Si bien el Embalse el Yeso está al 80% de su capacidad, y en un nivel superior a los últimos años, no es suficiente para enfrentar el escenario actual de escasez hídrica que afecta a la Región Metropolitana. Debemos hacer esfuerzos ahora porque al ritmo actual de consumo de la ciudad, el agua del embalse se acabará en tres meses”, asevera.

La ejecutiva afirma que “nos preocupa la baja percepción de riesgo que tiene la ciudad y los usuarios de lo que pasa en el río. No es casualidad que El Yeso esté al 80%. Es el resultado de un tremendo esfuerzo de coordinación entre los usuarios, de buena disposición y de entender que todos los sectores son interdependientes. Esta es una reserva para este verano y parte del próximo invierno. Pero el embalse El Yeso es una reserva pequeña: es capaz de capturar solo el 7 % de la producción del agua de la cuenca. El resto de los ríos, como El Volcán, el Río Colorado y el mismo Río Maipo, no tienen obras de regulación. Entonces, lo que llueve, lo que escurre y la nieve que se derrite no hay cómo guardarlos. Debemos hacer esfuerzos ahora […] Mientras sigamos trabajando con una mirada de temporada tras temporada, y dependiendo de las lluvias, el racionamiento es un fantasma vigente”, reitera.

El yeso
El llamado de esta asociación es a que los capitalinos reduzcan el consumo de agua entre un 10% y 15%. / Créditos: Junta de Vigilancia Río Maipo.

“Hacemos el llamado a la ciudad de que hay mucho espacio para mejorar. Esta cuenta produce alimentos, produce energía. Cuando hacemos un mal uso del agua en la ciudad, tenemos que ser conscientes de que lo hacemos con cargo a otro actor de la cuenca”, enfatiza Dasencich. 

El llamado es a que Santiago reduzca su consumo entre un 10% y 15%. “En época de riego, que se inicia en septiembre, la ciudad comienza a consumir más y es necesario descargar agua desde el embalse para poder suplementar la demanda de la ciudad. Mientras menos consume la ciudad en verano, menos tenemos que descargar de esta reserva o cuenta de ahorro de agua. Al cuidar gota a gota vamos a tener un invierno mucho más tranquilo en 2022”. De lo contrario, son los pequeños agricultores de la zona los primeros afectados debido al racionamiento de agua para riego.

“En países que tienen una realidad hídrica como la  nuestra, por ejemplo, España o el Estado de California, se habla de un consumo de 120 litros por persona al día, que cubre las necesidades y derecho humano al agua. En Santiago tenemos sectores que consumen ese orden por persona, pero tenemos otros que consumen seiscientos litros por persona al día. ¿Es necesario regar estos tremendos parques con agua potable a las tres de la tarde, con estos riegos automáticos que nadie regula mucho? ¿Es necesario dejar correr agua por los pavimentos? ¿Es necesario tener la vegetación que tenemos? Es ahí donde hacemos un llamado a transitar a un paisajismo más acorde a nuestra realidad hídrica, como lo está haciendo la Municipalidad de Providencia. Los municipios son los actores más importantes en estos momentos, porque pueden actuar en el plazo inmediato. Mientras se hacen cambios a más largo plazo, los alcaldes nos pueden ayudar a través de las ordenanzas, como que no se pueda regar de día o acotar los horarios”, comenta.

“Desde el urbanismo hay harto paño que cortar con, por ejemplo, la reutilización de las aguas grises”, destacó.

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“Las juntas de vigilancia son instancias bastante desconocidas en el ordenamiento de las aguas. Existen en casi todas las cuencas y son los órganos encargados de administrar y distribuir las aguas entre los usuarios. En el caso de la Junta de Vigilancia del Río Maipo, tenemos la particularidad de que debemos administrar y coordinar a los usuarios eléctricos, sanitarios y agrícolas. Esta sección de la cuenca produce más de trescientos megawatts, abastece el consumo de más de siete millones de personas y el río comprende 120 mil hectáreas de riego”, explica Natalia Dasencich.

“La coordinación en la junta tiene muchos años. Desde que comenzó la sequía los usuarios vienen trabajando juntos y priorizando el consumo humano. Esta coordinación implica una restricción de los derechos de agua, especialmente del sector agrícola. Siempre se daba en los meses de invierno, porque, como dicen en el campo, ‘el río viene apretado’. Porque no se ha derretido la nieve y ahí era necesario apoyar a la ciudad de Santiago restringiendo los derechos de los regantes. Eso tuvimos que llevarlo a un extremo en 2019, debido a la sequía tremenda, la peor de nuestra historia, y, efectivamente, restringimos a los regantes en plena temporada de riego, viendo su producción muy mermada”.

Revise la entrevista completa con Natalia Dasencich en Plaza Pauta