Economía

Subsidios y cajas: la evaluación de los planes de ayuda del Gobierno

Imagen principal
El plan Alimentos para Chile está beneficiando a casi seis millones de hogares. Crédito: Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

Lo peor de la crisis se vivió en el segundo trimestre. Pero la política social se desplegó con fuerza recién en julio. Sin embargo, algunas medidas superaron las expectativas.

Las medidas restrictivas para contener el coronavirus redujeron rápidamente los ingresos de los hogares y, por diversas razones, el Gobierno demoró en llegar con los apoyos. Esta realidad también fue recogida en el reciente Informe de Política Monetaria (IPoM) del Banco Central: aunque las proyecciones indicaban que entre abril y junio se registraría la peor caída de la actividad (-14% según Imacec), la ayuda social se potenció recién en el tercer trimestre.

En su presentación ante el Congreso, el presidente de la entidad, Mario Marcel, informó que en el segundo trimestre los beneficios sociales no lograron compensar en forma significativa la caída de ingresos laborales de las familias, que registran una merma neta anual de 27%. Pero en el tercer trimestre se despliegan las políticas sociales y en el neto la pérdida de ingresos se reduce a 3%.

Lámina de la presentación del presidente del Banco Central en el Congreso.

¿Cómo están llegando las transferencias y otras ayudas sociales a las personas? Si bien hay mucha información disponible sobre los beneficios y cómo postular, no existe un visor único que permita seguir la ejecución de esos planes. En el extremo, la distribución a millones de hogares de cajas de alimentos y productos de higiene, que es coordinada por el ministerio del Interior (por su relación con Intendencias y Gobernaciones) ni siquiera tiene un espacio en la web para monitorear su avance.

La demanda por mayor transparencia y rendición de cuentas viene siendo una constante en el Congreso y también desde Contraloría, que habilitó un minisitio para informar de todas sus actuaciones en relación con la pandemia.

{{noticia:86024}}

Las transferencias

El mayor esfuerzo de rendición de cuentas lo ha está haciendo el Ministerio de Hacienda, que informa sobre la marcha del plan económico de emergencia en forma actualizada e integrando medidas ejecutadas por las carteras de Trabajo y Desarrollo Social. El sitio permite visualizar las transferencias en efectivo a hogares y personas, medidas tributarias, de apoyo a empresas y las que se articulan en torno al Seguro de Cesantía.

Las transferencias, como bonos y el Ingreso Familiar de Emergencia, están dentro de las medidas más esperadas por las personas, porque disponer de efectivo permite decidir cómo gastarlo en función de sus propias necesidades, como lo mostró el retiro de los fondos desde las AFP.

Estimar el universo potencial de beneficiarios, que es un factor clave para proyectar el gasto fiscal asociado, no es tan fácil. Las cifras oficializadas en el debate legislativo suelen diferir respecto de las efectivas. 

En el caso de las medidas de apoyo a la clase media, el debate en el Congreso se hizo considerando el bono y el préstamo como un único asunto; incluso, el bono se convierte en la primera cuota para quienes solicitan el préstamo. Y aunque la diferencia entre beneficiarios potenciales y efectivos es menor, al desagregarlos es significativa. Por ejemplo, se estimó que solicitarían beneficios 190 mil trabajadores independientes y la cifra ya supera los 555 mil. Y al contrario, se preveía que 999 mil trabajadores dependientes postularían y solo lo han hecho 784 mil.

Fuentes de la Dirección de Presupuestos explican que se debe financiar cualquier exceso sobre lo proyectado y que ante una sobreestimación los fondos provisionados pueden reasignarse a otras prioridades.

Las mediáticas cajas 

Desde que en mayo el Presidente Sebastián Piñera sorprendió al anunciar la entrega 2,5 millones de cajas de alimentos, esta medida se volvió altamente mediática por lo masivo de la compra, la logística exigida para la entrega en el domicilio y el involucramiento de intendentes y alcaldes. Esa meta se superó, entregándose 2,6 millones de cajas. Sin perder el impulso, en julio se anunció una segunda etapa del plan, con tres millones de cajas adicionales

Desde Presidencia informaron a PAUTA que esta segunda fase está totalmente cumplida, entregándose en un plazo de dos semanas y media 1.660.000 cajas en las 52 comunas de la región Metropolitana. Junto con ello, la distribución en regiones permitió alcanzar la meta de tres millones de hogares beneficiados.

Más aún, con recursos adicionales, las regiones aportaron poco más de 255 mil cajas extra, cuya entrega está finalizando, lo que lleva el balance final sobre los 5,9 millones entregadas en todo Chile.

Otras ayudas

Hay otras dos políticas públicas que si bien son para grupos más reducidos, apuntan a temas altamente sensibles en la crisis sanitaria. 

En medio de la baja que han registrado las remuneraciones de los trabajadores, el subsidio para quienes ganan salarios de hasta $384 mil brutos (conocido como Ingreso Mínimo Garantizado) es considerado como parte del plan de protección social del Gobierno. Pero sus beneficiarios efectivos están aún muy lejos de los proyectados cuando se debatió esta iniciativa en el Congreso.

Otra política es la de Crianza Protegida, que considera dos beneficios. Por una parte, una Licencia Médica Preventiva Parental (LMPP) que otorga permiso para ausentarse del trabajo, y un subsidio a madres y padres, cuyos permisos de postnatal parental terminen durante el Estado de Catástrofe.

Complementariamente, los trabajadores dependientes que tengan a su cuidado menores nacidos desde 2013 en adelante pueden solicitar suspender unilateralmente su contrato de trabajo si no tienen alternativas de cuidado.

Abogados que conocen este tema comentaron a PAUTA que los bajos números de personas beneficiadas por ambas medidas responden al retraso en la ley, que registró un intenso debate en el Congreso lográndose acuerdo sólo el 24 de julio. “A esa altura muchas madres ya habían sido despedidas, por lo que no podían suspender sus contratos. Otras cuyos permisos posnatales estaban por vencer optaron por otras alternativas, como la licencia por enfermedad grave del menor o incluso de salud mental, justificadas por las exigencias de la pandemia y la angustia de tener que volver a trabajar sin tener opciones de cuidado para sus hijos”, señalan.