Economía

Los 300 mil nuevos desempleados que proyecta Hacienda

Imagen principal
El ministro de Hacienda, Ignacio Briones, busca revisar la eficiencia del gasto social. Crédito: Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

En medio de advertencias de una próxima recesión y un dólar que superó la barrera de los $800, el ministro Ignacio Briones advirtió sobre el impacto laboral de la crisis.

Un panorama dramático del impacto en empleo a consecuencia de los desmanes y consecuencias económicas de la crisis esbozó el ministro de Hacienda, Ignacio Briones. Según detalló, “si esto no para ahora, hay una alta probabilidad que el desempleo se eleve en tres puntos hacia fin de año”. Eso implica 300 mil nuevos desempleados, dijo, añadiendo que el alza podría tener una magnitud aun mayor durante 2020.

Dado que la tasa desempleo fue de 7% en trimestre julio-septiembre (último dato disponible), teóricamente podría alcanzar el 10% hacia el cierre de 2019.

La autoridad se refirió al tema al defender el proyecto que crea el Ingreso Mínimo Garantizado en la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados. La medida forma parte de la agenda social y será votada en esa instancia el lunes 18 de noviembre, pero enfrenta el rechazo opositor por considerarla insuficiente en el contexto actual.

En esa instancia y consultado por qué mejor no subir el salario mínimo a $350 mil, el titular de Hacienda alertó sobre el negativo escenario que proyecta el Gobierno en materia de desempleo. “En esas condiciones, la peor receta seria subir 20% el salario mínimo: aumentaría el desempleo, que ya está estresado”, afirmó. Detalló que, según los cálculos agregados de la cartera, hacerlo significaría “un punto entero de desempleo; o sea, en torno a 100 mil personas”.

Añadió que no se deben ignorar los impactos en un contexto como el actual, que además considera otros proyectos que elevan los costos laborales, como la Reforma Previsional y rebaja de la jornada.

Creando un “colchón”

El ministro Briones enfatizó que, por el contrario, si como se prevé el desempleo aumenta, este subsidio ayudará a morigerar ese impacto. “Cuando las empresas entren en recesión y la actividad caiga, la contratación se va a resentir y una vía de paliar eso es a través de esta medida que evita más impactos en el salario”.

“No le pidamos a este instrumento que resuelva todo. Esto mejora los ingresos de los trabajadores más vulnerables e incentiva la formalidad, ya que tienen derecho solo quienes tienen contrato de trabajo”, sostuvo. Explicó que beneficiará a 480 mil personas que pertenecen a 400 mil hogares con ingresos totales en torno a $450 mil mensuales, que en su mayoría trabajan en pymes. Para 2020, suplementar el ingreso mínimo implica un costos fiscal de aproximadamente $120 mil millones (US$173 millones).

Ante las críticas opositoras en cuanto a que la medida emplea recursos fiscales para un esfuerzo que debieran asumir las empresa, o que se debería excluir a las firmas de mayor tamaño, la autoridad insistió en que se trata de un beneficio al trabajador, tal como ocurre con el bono al trabajo de jóvenes o de mujeres. “No creo que se deba dar un tratamiento distinto a las personas dependiendo del tamaño de la empresa en que trabajan”, afirmó.

Un giro en política social

Pero más allá del efecto puntual de esta medida en 2020 y como parte de la agenda social, el secretario de Estado la planteó también como parte de un giro en la política social.

Explicó que en los países OCDE, según datos de ese organismo, tres de cada cuatro puntos de reducción en el índice Gini (el indicador clave para medir desigualdad de ingresos) provienen de transferencias monetarias (acción del Estado) y solo uno por la progresividad del sistema tributario.

Añadió que en Chile en general la política social no se hace a través de trasferencias monetarias, sino de servicios que entrega el Estado. “Tengo el convencimiento de que tenemos que revisar en profundidad la forma en que estamos gastando, para que los recursos que recaudamos lleguen en mayor medida a quienes los necesitan”, dijo.

Planteó que impulsará un trabajo para “reemplazar programas cuestionables en su eficacia por transferencias directas, bien pensadas, que ayuden más directamente a disminuir las brechas de desigualdad”

Así, sostuvo que el proyecto de ingreso mínimo complementario “va en esa dirección: esta es una transferencia monetaria directa al trabajador y contribuye a ir bajando la desigualdad al menos en materia de ingresos, porque sabemos que hay otras desigualdades que importan”.

El Banco Central amplía la gestión de liquidez

Durante la tarde de este jueves 14 de noviembre, además, el Banco Central informó que amplió su programa de manejo de instrumentos para así “aumentar la efectividad de las operaciones anunciadas en moneda en local y extranjera” difundidas el miércoles 13. En aquella ocasión, el Central anunció una inyección de US$ 4.000 millones al mercado local de divisas.

Durante la sesión del jueves 14 de noviembre, el dólar cerró en $802,63, por lo que algunos analistas de mercado pusieron en duda la efectividad de las medidas anunciadas el miércoles. Aunque el Central mantuvo el monto inicial de US$ 4 mil millones y también el plazo original para este programa, ahora el ente monetario amplía la frecuencia de las operaciones de intercambio y recompra, incorpora nuevos instrumentos para emplearse como garantía de esas transacciones e incluye la opción de recompra de títulos del Banco Central para todos los operadores del sistema que gestiona. 

Entre las medidas específicas está suspender instrumentos como los pagarés descontables del Banco Central (PDBC) hasta el 8 de diciembre, así como aumentar la frecuencia y plazo de las operaciones REPO a un nuevo plazo de 120 días, que a su vez podrán ser garantizadas por depósitos y bonos bancarios.

Revise el detalle de las medidas a continuación: