Economía

Un experto en Corfo: el silencioso desembarco (y primeros pasos) de José Miguel Benavente

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Corfo
POR Marcela Gómez |

Con un reconocimiento transversal, el experto en innovación enfrenta un gran desafío: liderar la agencia que tendrá que concretar la transformación de la matriz productiva en una más verde, innovadora y descentralizada.

Con muy bajo perfil, centrándose en conocer a los equipos internos y en “tirar líneas” sobre cómo llevar adelante la tarea que le encomendó el Presidente Gabriel Boric. Así ha pasado su primer mes en el cargo vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente, sobre cuyos hombros recae una de las transformaciones económicas clave comprometidas por el Gobierno.

Si bien son los ministerios de Hacienda, Economía, Medio Ambiente y Ciencia los que diseñarán las políticas para diversificar la matriz productiva y avanzar hacia una economía más innovadora, verde y descentralizada, que esto se concrete será tarea de Corfo. La apuesta es que todo ello se financie con un Banco Nacional de Desarrollo, escalando lo que hoy hace dicha agencia. En algunos casos implicará crear nuevas empresas públicas.

Doctor en Economía por la Universidad de Oxford, Benavente no es un recién llegado al tema como sucedió con sus dos predecesores inmediatos. Benavente ha sido especialista líder de la División de Competitividad e Innovación del BID y vicepresidente del Consejo Nacional de Innovación (entre otros cargos). Su nombramiento fue aplaudido desde todos los sectores. “Le subió el estándar a la Corfo”, dicen en el mundo de la innovación.

Sus redes dentro y fuera de Chile son otra ventaja. Un ejemplo: es cercano a la economista y directora del Instituto para la Innovación y Valor Público de la University College London Mariana Mazzucato (una de las inspiradoras de las propuestas del Gobierno en esta área); de hecho, están coescribiendo un paper sobre la institucionalidad que la región requiere para impulsar políticas de desarrollo productivo basadas en misiones.

En Chile tiene vínculos transversales en el mundo político, académico, empresarial y con las autoridades con las que interactuará. Le hizo clases en la Universidad de Chile al actual ministro de Economía, Nicolás Grau (quien además fue su ayudante), y a la subsecretaria Javiera Petersen; y además es amigo del jefe de Innovación de Minecon, Andrés Zahler, con quien participó en el diseño del Ministerio de Ciencias.

Estilo y equipo

En Corfo lo conocían de antes, porque una consultoría que realizó hace casi una década instaló la evaluación de impacto de sus programas. Pero de todas maneras su 1,93 mts de altura, pelo largo y estilo relajado han llamado la atención. “Usa zuecos todos los días, creo que solo una vez se puso zapatos para una reunión en La Moneda. Se le ve a menudo almorzando en el casino”, dice un funcionario de Corfo. “Nunca parece apurado, no se mete en peleas ni tolera el maltrato. Es alegre, pero no de andar echando la talla. Creo que jamás ha usado corbata”, añade un economista que trabajó con él.

Su llegada no ha sido un remezón: lejos de las purgas políticas asociadas a los cambios de gobierno, solo tres de los 11 gerentes de área fueron reemplazados. Para potenciar los liderazgos internos y la equidad de género, nombró a Marcela Guerra (quien lleva 28 años de carrera en la entidad) como gerenta general. Es la primera mujer en ese cargo. También eligió a otra funcionaria, Susana Silva, como jefa de gabinete.

Benavente trajo a un pequeño grupo de asesores elegidos con pinzas. Quien internamente aparece como el más clave es el exgerente de Desarrollo Competitivo y de Innovación de Corfo, Claudio Maggi, quien incluso lideró la entidad en la transición de gobiernos en 2018. “Maggi es un asesor estratégico, alguien que sabe de gestión, de distribuir tareas y hacer que los equipos trabajen en conjunto. José Miguel entiende sus limitaciones: él está más para el diseño grande y menos para la gestión del día a día”, opina un ejecutivo de la industria de venture capital.

Se suman al equipo dos economistas con destacadas trayectorias en temas de emprendimiento e innovación, tanto a nivel académico como en organismos públicos y entidades internacionales: Carmen Contreras y Jocelyn Olivari. También los periodistas Hugo Arias y Mónica Martin en contenidos estratégicos y comunicaciones, respectivamente.

Actividad puertas adentro

El vicepresidente ejecutivo no se ha reunido con ninguno de los agentes externos con los que se relaciona la agencia. Tampoco ha tenido actividades públicas, aunque participó en una del Laboratoro de Gobierno a la que no se se invitó a la prensa.

Pero no es que haya estado de brazos cruzados. Se ha reunido con los ministros más involucrados en el diseño de las nuevas políticas de transformación productiva, que deberán “bajarse” mediante nuevos comités Corfo que se hagan cargo de actividades específicas, mesas de trabajo y coordinación con actores.

También hay “mucho diálogo con organismos como el Banco Mundial, el BID y el banco de desarrollo alemán KfV, para la creación de un organismo de ese tipo en Chile y su capitalización, que no puede hacerse solo con fondos del Estado sino con créditos extranjeros”, explica una fuente al tanto de esas conversaciones.

Foco territorial

En sus reuniones con los equipos de Corfo (telemáticas con los que están en regiones), Benavente se ha enfocado en el reordenamiento de tareas internas teniendo como ejes la política industrial y de transformación productiva que se impulsará, profundizando además los énfasis en descentralización, medio ambiente y género.

También ha apuntado a las tareas que el plan Chile Apoya le entrega para el acceso al crédito de las micro y pequeñas empresas.

Junto al ministro Grau, se reunió con los gobernadores regionales para comenzar a coordinar la “bajada territorial” en materia de emprendimiento e innovación. La cita fue clave, ya que por estos días se resuelven los nombramientos de los directores regionales de Corfo y también de los comités de las regiones de Antofagasta, Biobío y Los Ríos, a los que se les transfirieron competencias en desarrollo productivo. Evaluar esa experiencia es clave para definir cómo avanzará ese proceso de descentralización.

Todo esto sin perder de vista el proceso judicial abierto por las dudas y acusaciones de irregularidades tras la adjudicación del Instituto Chileno de Tecnologías Limpias (ITL) el 4 de enero pasado a un consorcio de universidades extranjeras. La Corte Suprema dejó recientemente en acuerdo su fallo, que será conocido en las próximas semanas.