Economía

La hora del pragmatismo en Hacienda

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El ministro de Hacienda, Ignacio Briones, en la reunión del comité político en La Moneda. Crédito: Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

La tarea de Briones no es fácil: sincerar cuentas públicas, concretar desviación de la trayectoria fiscal comprometida, admitir mayor déficit, usar fondos soberanos e incluso validar un mecanismo de reparto transitorio.

En su primera semana tras asumir como ministro de Hacienda, Ignacio Briones se ha multiplicado: ha dado señales de un “giro ciudadano”, ha recibido a economistas opositores y oficialistas, ha trabajado en las medidas de la agenda social con ministros y parlamentarios, se ha reunido con el Presidente Sebastián Piñera y sus colegas del comité político. Y aunque aún no es tiempo de anuncios, un tema ya está claro: la necesidad de cuidar la caja fiscal en un contexo de caída en los ingresos por el menor crecimiento y crecientes presiones por más gasto.

En este marco, el realismo (y también el pragmatismo) se vuelven más necesarios. Así interpretaron desde el mundo financiero los anuncios de que el Gobierno se habría abierto a incluir en la Reforma Previsional un componente de reparto para mejorar las pensiones de los actuales jubilados, como dijo a PAUTA Bloomberg la ministra del Trabajo, María José Zaldívar.

Aunque la fórmula específica está aún en estudio y negociándose a nivel político, usar este tipo de transferencias permitiría cumplir dos objetivos simultáneamente: mejorar las pensiones de inmediato y hacerlo con recursos de los ahorrantes y no del Fisco.

La tormenta perfecta

Dar este paso no es fácil y por eso el contexto importa. Y lo que hay es una sumatoria de malas noticias económicas: un Imacec de septiembre (3% anual) bajo las expectativas y con el mayor retroceso del año (-0,6%) en términos desestacionalizados, la proyección de un crecimiento nulo o negativo para octubre a consecuencia de dos semanas de disrupciones en la actividad productiva, y la estimación de una caída interanual aun mayor (en torno a -1%) en noviembre, debido a exigentes bases de comparación.

En el mercado ya comenzaron a ajustar a la baja sus proyecciones para el crecimiento 2019. Econsult cree que los eventos recientes restarían “al menos tres décimas al crecimiento de 2019”, Santander estima que “existe una probabilidad relevante de que el año cierre con un crecimiento bajo 2%” y Scotiabank corrigió su proyección a un rango entre 1,5%-1,8% para el año en curso.

Este menor dinamismo implica una caída en la recaudación (como ya se está viendo en la baja de 25% en el IVA la tercera semana de octubre), justo cuando se requieren más recursos para financiar las medidas sociales.

Hasta ahora, ese paquete involucra US$1.200 millones, la mitad de los cuales se financia con déficit y la otra mitad con reasignaciones y con US$ 160 millones del nuevo tramo del impuesto personal. Pero, ¿será suficiente? En Scotiabank anticipan un déficit fiscal efectivo superior a 2% del PIB en 2020 junto con US$ 1.000 millones provenientes del Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES), además de una “cláusula de salida transitoria” de la trayectoria fiscal por dos años.

Lo que viene

La duda en el Gobierno es si con este programa se logra salir adelante o si la exigencia de mayores recursos por parte de la oposición (y también desde sus propias filas) obliga a sobrepasar ese marco. Más aun con el debate del Presupuesto 2020 entrando en recta final.

En ese contexto, Ignacio Briones sostuvo su primera reunión con el Consejo Fiscal Autónomo (CFA). Ambas señales, según economistas consultados, apuntan a contar el necesario respaldo institucional para lo inevitable: el desvío transitorio de la trayectoria fiscal aumentando el déficit para financiar la agenda social, e incluso usando los recursos del FEES, creado para contribuir a mantener los ingresos fiscales ante cirscunstancias adversas y que hoy acumula US$ 14.163 millones. El CFA debería validar el cambio en el compromiso fiscal, los ajustes al Presupuesto y también el uso de los recursos del FEES.

El titular de Hacienda también solicitó al Comité Consultivo del PIB Tendencial, integrado por 15 economistas, revisar las estimaciones de la última consulta a la luz de los hechos recientes y su impacto en la economía. “Nuestra idea es sincerar lo mejor posible las cifras fiscales, las proyecciones de crecimiento para el próximo año y también en el largo plazo a la brevedad posible, de forma tal de hacernos cargo del impacto que esta situación está teniendo”, explicó la autoridad.

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“Si el PIB tendencial crece menos, el Fisco tiene menos espacio de gasto. Esto probablemente vendría acompañado de una revisión a la baja del crecimiento del PIB efectivo para 2020. Considerando la necesidad de elevar el gasto público para financiar las medidas sociales, esto podría ser una manera de indicar que hay una suerte de techo a cuánto más gasto es posible dada la mayor debilidad de la economía”, afirma el economista jefe de Itaú, Miguel Ricaurte.

Y en otro ámbito, el ministro Briones sigue negociando con la oposición un acuerdo en torno a la reforma tributaria, que además de reformular la reintegración acotándola sólo a las pymes y nuevas medidas que sumen elementos recaudatorios, como un impuesto a los contribuyentes de mayor patrimonio.