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Los inquietos “hijos” de Pedro de Valdivia

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Gentileza de Helena Cortés / PAUTA
POR Andres Sepúlveda |

“Se podría decir sin temor a equivocarse que la inquietud por su ordenamiento político se ha adueñado de los descendientes de don Pedro de Valdivia. De los de aquí y los de allá”, dice John Müller.

¿Qué puede existir en común entre las ciudades españolas de Don Benito y Villanueva de la Serena, que acaban de acordar la fusión de sus municipios, y la República de Chile que está elaborando una nueva Constitución? Aparte del afán por cambiar sus instituciones, ambas comparten a don Pedro de Valdivia, el fundador de Chile, que nació en algún lugar del área donde se sitúan estos dos pueblos. Se podría decir sin temor a equivocarse que la inquietud por su ordenamiento político se ha adueñado de los descendientes de don Pedro de Valdivia. De los de aquí y los de allá.

La historia está llena de intentos fallidos de unir los municipios de Don Benito (37.275 habitantes) y Villanueva de la Serena (25.837 habitantes), separados por una carretera de apenas tres kilómetros. Esta vez la operación de fusión se ha visto facilitada por el hecho de que ambos alcaldes son socialistas, tienen la mayoría absoluta de sus consejos municipales, y porque han racionalizado al máximo las reglas del proceso. Tras las elecciones municipales de 2019 se sentaron a tomar un café y decidieron explorar la posibilidad de unirse. Les bastaba con la mayoría simple del consejo para imponer su voluntad, pero decidieron forjar un acuerdo en privado, sin anuncios.

Miguel Ángel Gallardo, alcalde de Villanueva, donde se yergue una estatua de Pedro de Valdivia con una espada en la mano derecha y el pendón de Castilla en la izquierda, contó que la discreción facilitó las cosas porque si las conversaciones fracasaban, los únicos que se frustrarían serían los ediles y no la población. Incluso el referéndum que han hecho era innecesario, porque ambos tienen un número de concejales que les asegura la mayoría. Pero querían contar con el respaldo popular y acordaron realizar un plebiscito en el que al menos dos tercios de los votantes debían decir ‘sí’ a la unión. No se trataba tanto de vencer como de convencer. Al final, después de varias semanas en que se permitió el voto anticipado, el domingo 20 se celebró el referéndum definitivo: el 90,49% de los votantes de Villanueva apoyó la unión y el 66,2% de don Benito. 

Estatua de Pedro de Valdivia en Villanueva, España. Créditos: Helena Cortés
Estatua de Pedro de Valdivia en Villanueva, España. Créditos: Helena Cortés

Las garantías del proceso se han visto ensombrecidas por un apagón informático que afectó a Don Benito, donde precisamente el resultado se consiguió de forma muy ajustada. Pero al final se han logrado los dos tercios. Ambos alcaldes están convencidos, con buen criterio, de que si quieren que su decisión perdure en el tiempo, deben contar con un amplio respaldo popular que blinde su iniciativa.

La decisión de los alcaldes de fusionar sus municipios marcha en dirección contraria con la fragmentación territorial española. El país, con 47 millones de habitantes y una superficie de 505.000 kilómetros cuadrados, tiene 8.131 municipios, repartidos por las cincuenta provincias y las dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla. En total, 33.088.284 habitantes, el equivalente al 69,73% de la población española, vive en municipios de más de 20.000 habitantes. Pero el país tiene 4.997 municipios de menos de 1.000 habitantes. Casi 1,5 millones de habitantes viven repartidos en esas ciudades.

Esta fragmentación impone unos elevados costes y la necesidad de crear mancomunidades de municipios para conseguir mejores servicios.

Con la unión de Don Benito y Villanueva, se forma un municipio de 63.000 habitantes con 710 kilómetros de extensión. La nueva ciudad desplazará a Mérida como la tercera más importante de Extremadura. Con su nuevo tamaño, la localidad podrá reclamar, por ejemplo, que se instale una sede universitaria y otros servicios. Los alcaldes han pactado que la nueva ciudad tendrá un nombre que no hará referencia a ninguna de las preexistentes. Dos cronistas locales y dos profesores universitarios escogerán el nombre en las próximas semanas.

Una de las posibilidades es que la ciudad se llame Vegas Altas del río Guadiana, en honor a la comarca de La Serena-Vegas Altas en la que se encuentran. Un poco más al sur está la que hoy es la comarca de La Serena que es la heredera del partido de La Serena creado en el siglo XIII por la Orden militar de Alcántara tras la conquista de la zona a los musulmanes. El nacimiento de Pedro de Valdivia se lo disputan tres pueblos: Castuera, Zalamea de la Serena o Villanueva (antes también llamada Aldeanueva) de La Serena.

Siendo una zona repoblada por las órdenes religioso-militares, no es raro que la familia de Valdivia fuera una dinastía militar y tuviera una gran predilección por la creación de instituciones, que es exactamente a lo que se dedicaron estas organizaciones medievales europeas en el territorio que iban cediendo los musulmanes en su retirada. “Sólo él concibe y realiza con mirada de estratega la conquista de Chile y con mente de estadista sabe trazar las primeras y más difíciles líneas de la organización”, escribe Jaime Eyzaguirre en su Ventura de Pedro de Valdivia (Ediciones Ercilla, 1942).

Hoy, sus descendientes a ambos lados del Atlántico se dedican a imitarlo con suerte diversa. Unos usando los dos tercios como garantía de viabilidad de sus propuestas y otros, luchando contra ellos, para imponer visiones más estrechas.

John Müller conduce Primera Pauta, de Radio PAUTA, de lunes a viernes a partir de las 07:00 horas. Escúchelo por la 100.5 en Santiago, 99.1 en Antofagasta, y por la 96.7 en Valparaíso, Viña del Mar y Temuco, y véalo por el streaming en www.PAUTA.cl.