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Un país que se engaña a sí mismo

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POR Cristián Rodríguez |

“No es solo en el fútbol donde los chilenos se han acostumbrado a hacerse trampas a sí mismos”, critica John Müller a propósito del reciente episodio de la Roja en la Copa América en Brasil.

Cuando el 16 de junio de 2015, Arturo Vidal tuvo un accidente con su Ferrari tras pasar la velada en el casino Monticello y dio positivo en el test de alcoholemia, el asunto ni siquiera mereció un debate público en Chile. Una especie de “omertá”, el pacto de silencio de la mafia siciliana, se adueñó del país. Hasta el Gobierno de Michelle Bachelet consintió que no se discutiera sobre el asunto. El seleccionador Jorge Sampaoli acordó que Vidal siguiera disputando la Copa América que, finalmente, Chile ganó por primera vez en su historia.

La conclusión del episodio fue que, si nos venía bien y la mayoría de los chilenos asentía con su silencio, nos podíamos saltar las normas -y no reprochar a un deportista de élite que consumiera alcohol mientras disputaba una competición- con tal de ganarla. Ni siquiera aquellos partidos de izquierda y grupos que critican la avaricia o el lucro neoliberal, el afán de ganar en cualquier circunstancia, dijeron nada. En esos días escuché argumentos que decían que había que tapar el asunto porque ya estaba bien de que un país con el PIB de Chile no tuviera un triunfo deportivo a su altura.

La llamada “generación de oro” del fútbol chileno está otra vez en la diana. Esta vez por romper la burbuja sanitaria en su concentración en Brasil. “Los actos de indisciplina están en la vida”, dice Claudio Bravo. Ya en el Mundial Sub-20 de Canadá en 2007, cuando esta generación se asomaba al mundo profesional, se produjeron incidentes nunca del todo aclarados. El mundo del fútbol y la prensa que vive de sus confidencias tiene una gran responsabilidad.

Pero no es solo en el fútbol donde los chilenos se han acostumbrado a hacerse trampas a sí mismos. Durante mucho tiempo se ha llamado delincuencia a lo que es lisa y llanamente narcoterrorismo, como estamos comprobando en la Araucanía. También se ha clasificado como clase media a familias cuyas casas no tienen una calle pavimentada y a veces ni siquiera tienen agua potable. Durante años el país ha vivido convencido de que limita al norte con Francia, al este con Alemania y al sur con Singapur.

Ni siquiera el estallido social de 2019, donde algunos dicen que Chile despertó, ha puesto fin a este proceso de autoengaño. Tenemos dirigentes de derecha que colaboraron y cantaron loas al capitalismo del régimen militar que ahora se definen como socialdemócratas. Y el candidato comunista publica un programa electoral donde promete que el secreto para que el país prospere es cobrar más por trabajar menos. Y un coro de sus adláteres dicen que se trata de un programa socialdemócrata cuando limita, con restricciones que aún no ha detallado, el derecho a fundar y mantener medios de comunicación a determinados grupos sociales que a él no le simpatizan en nombre de una supuesta “integración vertical”.

Es tal el nivel de autoengaño que hay aspirantes presidenciales que -no convencidos del acierto de su apuesta por llegar a La Moneda- creen que deben ganarlo todo en sus partidos, controlar la organización y conquistar la presidencia; es decir, que deben ser la guagua en el bautizo, el novio en la boda y el muerto en el entierro.

Ni hablar de lo ocurrido con los fondos previsionales y la concienzuda manera de disparar a los pies de los chilenos del Presidente de la República y los miembros de la Cámara de Diputados y el Senado, primero, y del Tribunal Constitucional, después, pese a que la mayoría de los expertos y organismos internacionales dictaminaron que los retiros eran un error que pagaremos caro.

Pero, ahí seguimos, perseverando en el autoengaño, convencidos de que otro hará lo que no quiere asumir cada uno.

John Müller conduce Primera Pauta, de Radio PAUTA, de lunes a viernes a partir de las 07:00 horas. Escúchelo por la 100.5 en Santiago, 99.1 en Antofagasta, y por la 96.7 en Valparaíso, Viña del Mar y Temuco, y véalo por el streaming en www.PAUTA.cl.