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El gobierno de los “territorios”: la presión de las nominaciones regionales de Boric

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Agencia Uno.
POR Gladys Pierola |

La tensión interna ha escalado por acusaciones de desorden y carencia de método, lo que se suma al escaso tiempo que le resta al nuevo Gobierno para instalarse el 11 de marzo.

“Los equipos no están 100% conformados, hay distintos procesos”. Así describen en el gobierno entrante las tensiones por las nominaciones de las futuras autoridades. Por estos días -y ya en el contrarreloj para tomar el control del Ejecutivo- la discusión en Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático (PS, PPD, PR y PL) se asoma con la tarea de buscar la tercera línea; esto es, la revisión de antecedentes para los futuros secretarios regionales ministeriales (seremis) y también los jefes de servicios.

De hecho, ya con el gabinete listo, el siguiente puzle fue el de los subsecretarios. Ambos procesos no estuvieron exentos de polémica debido a cómo quedaron representadas las dos coaliciones que entrarán a La Moneda.

“Es un espacio de ir articulando el trabajo, de ir ajustándonos. Todavía faltan nominaciones. Esto no termina el 11 de marzo”, comentó la presidenta de RD, Margarita Portuguez

El último episodio fue la nominación de los delegados regionales y provinciales, donde los reclamos se mantuvieron. Esto porque el balance de poder entre las distintas fuerzas ha sido dispar, a tal punto que ha habido críticas cruzadas por el “desorden” y el “voluntarismo” de lado y lado.

Incluso, terminó con dos “declinaciones” antes de asumir: la nombrada delegada provincial de Arauco, Silvia Prieto, cercana al PPD y al PS, quien dio un paso al costado por razones de salud, y Sergio Pinilla, sicólogo y militante de Convergencia Social (el partido del Presidente electo Gabriel Boric), quien fue nominado por él como delegado de la provincia de Biobío. En el caso de Pinilla fue apuntado dentro de los grupos de Apruebo Dignidad en la zona por haber emitido supuestos dichos homofóbicos y machistas en su cuenta de Twitter. Finalmente, este sábado 5 de marzo comunicó que no asumiría el cargo.

No es misterio que los partidos más chicos de Apruebo Dignidad, como Comunes y el Frente Regionalista Verde Social (FRVS) -y también algunos movimientos del Frente Amplio como Unir y Acción Humanista-, han reclamado por las designaciones y se han declarado “dolidos” por no sentirse, según ellos, escuchados. Y aunque desde el futuro comité político insisten que “no hay sobre la mesa ningún cuoteo”, la respuesta no convence a sus aliados. 

“Este no es un tema de cuoteos como pretenden hacerlo ver, es una cuestión de empujar un proyecto transformador del que somos fundadores y por el que nuestra gente en regiones dejó el cuerpo en las calles. En todo caso, de ninguna manera esto significa cuestionar nuestra lealtad al gobierno elegido por Chile para liderar las grandes transformaciones”, comentó a PAUTA la vicepresidenta del FRVS, Flavia Torrealba, quien el lunes 28 de febrero, luego de conocerse la lista de los delegados, se fue antes de la cita de los partidos y del nuevo Comité Político. Dijo que tenía una reunión, pero su molestia a la salida no la ocultó.

Lo propio hicieron en Comunes a través de una carta interna a los militantes. Así, la mesa que dirige Camila Quiroz dejó constancia de la situación: “Nuevamente nuestro partido es poco considerado y estaremos en el gobierno con cero delegaturas regionales y tres provinciales. Esta situación nos parece inaceptable”. Luego, el reclamo se hizo formal al gabinete entrante. 

Pero la dudas no se quedan en el bloque de AD. Los nuevos vecinos, como el PPD o el PL, también están mirando con cierta preocupación la situación, pues argumentan que no hay claridad de cuál es la vara para armar los distintos equipos: si es por proporcionalidad, presencia parlamentaria, equidad o estructura territorial. “Creemos que debe primar la gobernabilidad antes que cualquier criterio electoral”, explica fuera de micrófono un importante dirigente del Socialismo Democrático. 

Y el desafío es claro. A medida que pasan los días se necesita más elenco para armar una administración que parte de cero. Solo en el caso de los seremis son cerca de 300 nombres que deben buscar y, por lo mismo, en el equipo de Gabriel Boric ya transparentan que es probable que la designación sea en dos tandas. Primero los más críticos: los seremis políticos y algunos sectoriales antes del 11 de marzo y conforme pasen los días, se conocerá el resto. 

Cuadrar a nivel regional y nacional 

El proceso ha sido complejo, advierten en los partidos de izquierda, y también en el nuevo gabinete. De hecho, en algunos partidos acusan “desorden” y “falta de un criterio claro” para pedir los nombres recomendados en cada región. “Una cosa es que no tengan experiencia y otra es que no tengan método”, reclaman desde los partidos que fueron parte de la ex-Concertación.  

El futuro comité político de Boric -los ministros más cercanos al Presidente- son los personeros que principalmente llevan la tarea de armar el mapa de las autoridades entrantes. A ellos se suman los futuros subsecretarios del Interior, Manuel Monsalve (PS), y de Desarrollo Regional, Miguel Crispi, (RD). Ahí, en el corazón de la nueva Moneda, se ha hecho el chequeo y contrachequeo, apoyado también por el trabajo de Unholster (empresa de análisis de datos), que ha revisado la huella digital de cada uno de los candidatos. Pero en el caso de las autoridades regionales y locales esta decisión suma otros factores: la muñeca política de los ministros en el caso de los seremis y también del manejo de los nuevos delegados presidenciales de cada región, pues ahí sí pesan los años, el manejo y la fuerza territorial de cada uno de los partidos. 

De hecho, en algunas colectividades hablan que lo que se necesita en estas discusiones son listas con “doble entrada”. Esto es una plantilla que considere lo que se propone por los partidos y lo que proponen en los territorios y, luego de esto, hacer el cruce. La razón de esta fórmula es que al final de las nominaciones se cuadren los equilibrios a nivel regional y a nivel nacional. 

¿Partidos de primera y partidos de segunda?

“No tengo experiencia en instalaciones pasadas. Este es un gobierno que trae una nueva conformación de coalición. Donde es un pacto de gobierno con dos coaliciones que conviven, que no han tenido tanta experiencia de trabajo conjunto. Es una apuesta política para generar una base de apoyo más amplio y en ese proceso habrá ciertos ripios que superar y escuchar, y espero que podamos resolver antes del 11 de marzo”. Así respondió el futuro ministro de la Segpres, Giorgio Jackson, el jueves 3 de marzo sobre las tensiones que se viven en la izquierda por las próximas nominaciones. De hecho, las palabras de Jackson fueron dichas después de un encuentro que realizó Revolución Democrática con sus autoridades recién nombradas. 

Uno de los sentimientos que deberán manejar y administrar en el nuevo gobierno es la sensación que hay entre ciertos dirigentes de izquierda, quienes ya acusan de que hay colectividades “de primera y de segunda categoría” en la administración entrante.

Como lo explica una importante personera de Apruebo Dignidad, la situación se puede resumir así: “Los movimientos se quejan porque no está segura su representación en La Moneda; los partidos más chicos hacen lo propio porque hay un trato diferente al que se usa con los grandes y los grandes se quejan por la relación que tienen con los partidos recién llegados”. 

Un ejemplo es lo que pasa en el Frente Amplio con RD y CS, que tienen mayor representación o se quedaron con las nominaciones clave. En esos partidos argumentan que esto sucede, entre otras cosas, porque tienen más cuadros técnicos, políticos y administrativos que ofrecer. Lo mismo pasa con los partidos que vienen desde la ex-Concertación, que por razones obvias y experiencia en gobiernos pasados, cuentan con una nutrida lista de recomendaciones a nivel regional y local. 

De hecho, el viernes 4 de marzo en la tarde, Apruebo Dignidad tuvo una larga reunión para abordar las tensiones del bloque y también para hablar de cómo será la relación con las tiendas del Socialismo Democrático. Fueron más de tres horas vía Zoom, donde el Frente Amplio, el PC y los regionalistas, entre otros, abordaron las líneas de trabajo para la instalación. Esto es establecer cómo serán los puentes políticos del nuevo pacto más allá de la reunión de los lunes y llevar en lo operativo la convivencia de un Presidente con dos coaliciones.

Algunas conclusiones a las que llegaron en la cita es que se debe fortalecer el bloque de Apruebo Dignidad, porque son el “buque madre” del nuevo gobierno. Esto incluye territorializar el trabajo con alcaldías, concejalías y nuevas autoridades locales. Ahí las nominaciones que quedan son clave. 

Además, acordaron iniciar el trabajo para el Plebiscito de salida y la aprobación de la nueva Constitución. Sin embargo, esta última misión tiene un factor extra: tiene como telón de fondo la tensión que hay con el trabajo de la Convención y el futuro del Congreso, lo que inevitablemente también el rebota en el nuevo oficialismo.