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El despliegue de La Moneda ante el sombrío escenario para Chadwick

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Agencia Uno
POR Maria Catalina |

Hasta la sede del Congreso en Valparaíso llegaron los ministros del comité político. Insistieron en que no hay argumentos para que la acusación prospere, pero el panorama es complejo.

Este miércoles 11 de diciembre es un día complejo para La Moneda. El Senado zanjará el futuro de la acusación constitucional contra el exministro del Interior Andrés Chadwick y, por eso, el Gobierno no escatimó en esfuerzos. El Presidente Sebastián Piñera, como dieron cuenta altas fuentes del Ejecutivo, había adelantado que no dejarían solo a la exautoridad y, en línea con eso, varios de los ministros de su gabinete llegaron hasta la sede del Congreso en Valparaíso.

Al igual que el hijo del exministro, Andrés Chadwick Costa, los integrantes del comité político, Felipe Ward (Segpres), Gonzalo Blumel (Interior), Karla Rubilar (Segegob), Ignacio Briones (Hacienda) y Sebastián Sichel (Desarrollo Social), llegaron a la sede legislativa en Valparaíso junto con los subsecretarios Claudio Alvarado (Subdere) y Juan Francisco Galli (Segpres) a manifestarle su apoyo a Chadwick, además de realizar otras labores propias de sus respectivas carteras.

La decisión de que estuvieran todos, como informaron cercanos a los ministros, se tomó a comienzos de esta semana, en sintonía con lo que les había transmitido el Presidente. Y aunque la intención, además de acompañarlo, era intentar salvar alguno de los votos para revertir el complicado panorama, tras los contactos con los parlamentarios en el intermedio de la sesión (entre las 14:15 y las 15:30 horas, aproximadamente), los ánimos fueron decayendo.

A pesar de que representantes del Ejecutivo insistían en que “no se daría nada por perdido hasta el final”, hasta la votación formal, otros también transmitían que “las cartas ya estaban echadas” y que “no hay nada más que hacer”. Las mismas voces manifestaron que “la oposición, hasta ahora, estaría alineada y no hay forma de darlos vuelta”.

En esa percepción, como transmitieron a este medio, influyeron las exposiciones de los senadores socialistas José Miguel Insulza y Juan Pablo Letelier en apoyo a la acusación constitucional. De acuerdo con los análisis de La Moneda, ambos parlamentarios le podrían haber dado un respiro a Chadwick, sin embargo, al conocer sus palabras en la Sala, vieron que las puertas, al menos del PS, estaban cerradas.

Las decepciones

En el Ejecutivo tenían presente que todos los partidos de oposición iban a realizar gestiones para que los senadores aprobaran el libelo, pero no contaban con que eso influyera en la determinación de Insulza. Según aseguraron a PAUTA dos cercanos al exministro, la exposición del socialista fue considerada como “un golpe” por Chadwick. “No se lo esperaba, lo sorprendió”, precisaron.

En la sala, el parlamentario aseguró: “Este es un juicio político y es la única oportunidad que tenemos de decirle al Gobierno del Presidente Sebastián Pinera que antes, durante y después de la crisis ha hecho un pésimo trabajo, que con su ineficacia e insensibilidad ha perdido la confianza de las chilenas y chilenos. Y que, para recuperarla, al menos en los mínimos necesarios, debe aclarar lo ocurrido en cada una de las graves violaciones de derechos humanos cometidas por la fuerza pública bajo su autoridad y, sobre todo, debe restablecer el imperio de la ley haciendo finalmente coherente esa ley con las demandas y aspiraciones de su pueblo”.

Con todo, el oficialismo insistió en descartar cualquier tipo de argumento. Como indicó el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, “la acusación contra el exministro y también contra el Presidente de la República no tiene fundamento. La acusación constitucional, además de no tener fundamento, no es un juicio político. Eso no está contemplado en nuestro ordenamiento jurídico, por lo tanto, lamentamos que se impulsen este tipo acciones, que, además, no contribuyen a superar los problemas que tiene el país”.

Asimismo, agregó que esperan que esto se resuelva “en justicia y de acuerdo con lo que establece nuestra Constitución, en base a argumentos jurídicos constitucionales […] Esto es un proceso largo, va durar todo el día, es mejor no anticiparse y esperar los fundamentos y argumentos que los senadores y las senadoras van a estar entregando en el Senado durante del día”. 

Plan A y Plan B

Si bien desde que la acusación ingresó al Senado el Ejecutivo asumió que la tarea por conseguir los votos para que fuera rechazada iba a ser difícil, sobre todo luego de que se conocieran los alcances del informe de Human Rights Watch –el cual dio cuenta de que durante el estallido social hubo violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas de orden-, había esperanza de encontrar apoyos en la oposición.

Ese era el Plan A, conseguir que al menos dos senadores de oposición rechazaran el libelo. Pese a eso, al constatar que el escenario era más sombrío que el que preveían, durante el almuerzo pasaron rápidamente al Plan B. Este consistía en intentar que al menos uno o dos senadores de izquierda rechacen el capítulo 1 de la acusación, considerado el más duro para el Ejecutivo, y así, en el caso de perder, no fuera por “goleada”.

Insulza, por ejemplo, aprobó ambos capítulos.

Hasta el cierre de esta nota, de todas formas, no había mayor convencimiento de que ese plan fuera a funcionar, de acuerdo con lo comentado por quienes siguieron de cerca la negociación.

De prosperar la acusación, para lo cual se requiere la aprobación de la mayoría de los senadores en ejercicio (22), Andrés Chadwick quedará inhabilitado para ejercer cargos públicos por un plazo de cinco años.

Este jueves, además, la Sala de la Cámara revisará los méritos de la acusación contra el Presidente Piñera. Este miércoles la comisión ad hoc revisora del libelo aprobó dar curso a la medida por tres votos a favor (los diputados DC Daniel Verdessi, PS Gastón Saavedra y PC Boris Barrera) y dos en contra (la RN Sofía Cid y el UDI Gastón Von Muhlenbrock).