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Convencional Barraza (PC): “El Senado opera como contrapoder al interior del Congreso”

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Agencia Uno
POR Sofia del |

El constituyente se inclina por un régimen presidencial atenuado y por un parlamento unicameral.

Por primera vez los integrantes de la Comisión de Sistema Político de la Convencional Constitucional expusieron sobre sus preferencias respecto al sistema de gobierno y la forma del Congreso. Durante la instancia, Marcos Barraza, convencional del Partido Comunista, afirmó que se inclina por un régimen presidencial atenuado y por un parlamento unicameral

En conversación con PAUTA, explica que “Chile actualmente tiene un presidencialismo hiperexacerbado, una concentración de poderes y atribuciones en la figura del Presidente”. Ante ello, cree que el Congreso debe tener más atribuciones. Respecto a la discusión sobre el parlamentarismo, sostiene que “correríamos el riesgo severo de fragmentar aún mucho más el sistema político”.

En cuanto a la conformación del poder Legislativo, defiende la idea del Congreso unicameral

También habla sobre la candidatura de José Antonio Kast, quien a su juicio representa “un riesgo y una amenaza” para la Convención Constitucional. 

-¿Se puede hablar de alianzas programáticas entre los colectivos o todavía hay una dispersión de intereses?

“Se están dando las primeras experiencias de intercambio entre las fuerzas con vocación transportadora, con perspectiva democrática en cuanto a sistema político, medio ambiental, etcétera. Creo que en el debate sobre el sistema político de gobierno la discusión es más doctrinaria, y ahí se van a dejar sentir esas opiniones lo cual es distinto al debate de los derechos sociales, el estado plurinacional, la protección integral del medio ambiente ó el acceso a la justicia. Incluso diría yo que hay una mirada bien común a la idea de un Congreso unicameral o una mayoría más prevalente. Todo transita en una dirección de la menos en las ideas fuerzas, en las normas centrales, en ideas transformadoras, sin perjuicio que en la bajada pueda existir mayor dispersión”.

-Usted es parte de la Comisión de Sistema Político, y argumentó a favor del presidencialismo atenuado. ¿Qué implicaría este régimen de gobierno?

“Chile actualmente tiene un presidencialismo hiperexacerbado, una concentración de poderes y atribuciones en la figura del Presidente(a), que se traduce en iniciativa legislativa exclusiva, en el nombramiento de autoridades del Estado, y al inversa el Congreso tiene pocas atribuciones. Sus atribuciones presupuestarias son registradas a aprobar o rechazar por ejemplo la iniciativa de ley en materia presupuestaria. Si uno quiere moderar las atribuciones del Ejecutivo, el presidencialismo atenuado debiese traspasar cuotas de poder a otros espacios. En mi opinión, eso debiese traducirse en aumentar las atribuciones del Legislativo”.

-Entonces, el presidencialismo atenuado equilibra las fuerzas entre ambos poderes (Legislativo y Ejecutivo).

“La discusión de fondo: los problemas de Chile no se resuelven en un rebalanceo de poder entre el Ejecutivo y Legislativo, auque sí es un factor importante. Creo que la institucionalidad por sí misma no es capaz de resolver las brechas de desigualdad y las asimetrías, y en ese sentido traspasar cuotas de poder al mundo social es clave: convertir a los gobiernos municipales como elementos claves del sistema político, convirtiéndolos en gobiernos comunales, y del mismo modo incorporando atribuciones a las comunidades en términos de fiscalización y decisiones vinculantes en la construcción de políticas públicas junto con mecanismos de democracia directa, nos permite hablar de una democracia participativa, que en mi opinión, es la cuestión de fondo”.

-Varios constituyentes de su comisión mencionaban la figura del vicepresidente o jefe de gabinete, refiriéndose al presidencialismo atenuado. ¿Cómo funcionaría eso?

“A nosotros nos parece que presentar en un vicepresidente(a) o jefe de gabinete es un mecanismo adecuado para también de alguna manera distribuir responsabilidades  como de Jefe de Estado y como Jefe de Gobierno. Esto entendiendo que son de la misma coalición, y eso es una diferencia con el semi-presidencialismo, en el cual puede existir un presidente (a) de una coalición y un(a) jefe de gobierno de otra coalición, y eso sería una contienda de poderes que a nosotros no nos parece correcta. La vicepresidencia debiese ser paritaria: si quien preside es mujer el vicepresidente debiese ser hombre, o viceversa”.

Ni parlamentarismo ni Senado

-¿Usted cree que es poco factible instaurar un sistema parlamentario en el país?

“Yo creo que hay que desdramatizar la discusión, no creo que solo se de factibilidad sino que tiene que ver con lo que uno espera. Creo que en el parlamentarismo corremos el riesgo severo de fragmentar aún mucho más el sistema político. Me parece que una legitimidad de la conducción de gobierno sobre la base de las urnas, de los votos, para el (la) presidente, es más intuitivo que el parlamentarismo en Chile”.

-¿Entonces con el semipresidencialismo costaría más lograr gobernabilidad?

“Nosotros [Colectivo Comunista] tenemos la hipótesis que cuesta más. Para nosotros es clave la transformación del Estado, y el poder de los votos es un factor legitimador más potente en términos de un presidencialismo atenuado, que un jefe de gobierno nombrado por el parlamento”.

-Usted se mostró a favor de un Congreso unicameral. ¿Por qué este sería el modelo más adecuado para el país teniendo en cuenta nuestra realidad multipartidista?

“El multipartidismo se puede expresar tanto en un congreso unicameral como bicameral, no es privativo de dos cámaras. ¿Qué hace pensar que va a disminuir la disciplina partidaria con un bicamerialismo? El Senado en Chile opera con las mismas atribuciones y funciones que la Cámara de Diputados, son cámaras espejos, lo cual explica por qué un proyecto de ley se puede demorar seis, siete años en el Congreso, y eso es absolutamente improcedente desde el punto de vista de las expectativas sociales. Y la eficacia y la exigencia legislativa también tiene que ver con la existencia de una o dos cámaras, y creo que dos cámaras atenta contra estos principios, pero lo más de fondo es que siempre el Senado opera como contrapoder al interior del Congreso, atenuando o debilitando las transformaciones legislativas”.

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-¿En Chile puede haber democracia directa?

“Yo creo que sí, de hecho la Convención Constituyente, cuando estableció la Iniciativa Popular de Norma Constitucional, ese es un mecanismo de democracia directa, porque en los hechos no es solo consultivo. La Convención frente a una iniciativa que alcance las 15 mil firmas, está obligada a votar esa iniciativa; es decir, es un mecanismo vinculante del punto de vista de la deliberación de los constituyentes, y yo espero que eso se traduzca que en próximo sistema político también se incorporen por ejemplo iniciativas popular legislativas, que las personas puedan presentar proyectos de ley, y que el Congreso futuro esté obligado a deliberar y votar”.

-¿Y cómo sería la mecánica, el procedimiento de esto en el Congreso?

“Podría ser la misma que en la Convención, pero la discusión sobre cuántas firmas se requerirán es una discusión particular para cada ley. El punto está en que hay que incorporar mecanismos de democracia directa, entonces la discusión sobre el régimen político no puede darse sobre la ingenuidad de que el sistema político sea presidencial, parlamentario, semipresidencial, va a resolver las brechas por sí mismo. Se requiere de más deliberación popular”. 

Consulta indígena

-Respecto a la Consulta Indígena, ¿cómo cree que se está desarrollando el documento base?

“Hay una diferencia entre un documento que presentaron un grupo de constituyentes de Escaños Reservados vs otro grupo, y hay una diferencia interpretativa sobre cómo se vota. Espero que como se le hizo la consulta a la Mesa Directiva, sea resuelto lo antes posible, de manera tal de que se pueda iniciar la construcción de la metodología de la consulta indígena. Afortunadamente ya se estableció la Secretaría Técnica, y eso permite iniciar el trabajo metodológico. Las consultas indígenas tienen dos requisitos que son ineludibles: una buena metodología de consulta que permita co-construir ideas entre los pueblos y quién consulta, en este caso particular la Convención Constitucional. Y por otro lado, medidas que sean consultadas que sean lo suficientemente claras en términos de los impactos que esto tiene en las comunidades indígenas. Creo que hay retrasos pero se está trabajando bien.”.

-¿Este documento ya debiera incluir normas? Este punto ha sido una de las discusiones en la Comisión…

“Cuando son consultas con medidas legislativas, lo recomendable es que incluya claridad respecto a la temática y al impacto legislativo. Yo no sé si la palabra es norma, pero tiene que ser conceptualmente muy claro, no creo que tenga que ser una pregunta vaga, sin perjuicio que en el ejercicio de consulta esa pregunta o respuesta pueda ser modificada o alterada o redefina. Para que sea un ejercicio de buena fe, no es un acto plebiscitario, sino que es una pregunta/afirmación que tiene que ser reflexionada de manera colectiva”.

-Y teniendo en cuenta su experiencia en la consulta indígena que lo tocó llevar a cabo cuando usted era ministro de Desarrollo Social en el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, ¿cómo cree que se debiera implementar la consulta?

“Lo importante es que se establezca un método que permita la deliberación de todos los pueblos, de todas las organizaciones indígenas representativas. Que sea muy amplio en términos de participación, y que permita establecer representantes que resuelvan en representación del conjunto de los pueblos cuáles son las medidas que concuerdan. Eso implica una primera etapa de participación pero que tiene que ser acotada en este período, no puede ser más de dos meses, y luego una etapa de consulta donde sean los representes que deliberen de manera colectiva”.

-¿Cuáles serán los principales obstáculos en cuanto a la logística de esta consulta? 

“La principal limitante es que hay un tiempo excesivamente acotado, entonces ser precisos es fundamental, al igual que optimizar los tiempos. El cumplimiento del cronograma es clave. Y en segundo lugar, frente a la obstrucción del gobierno de no entregar más recursos económicos para esta consulta indígena, porque es un obstruccionismo por parte del gobierno -aquí estamos hablando del destino de Chile-, frente a esa realidad buscar fórmulas que permitan a través de los gobiernos regionales, algún tipo de apoyo económico que permita que la consulta se viabilice en el menor tiempo posible y además con los recursos mínimos necesarios”.

Segunda vuelta presidencial

-Si José Antonio Kast es electo presidente, ¿podría afectar el desarrollo de la Convención?

“Yo no creo que el candidato de la extrema derecha llegue a ser Presidente. Creo que el pueblo de Chile se va a inclinar por Gabriel Boric, porque representa un proyecto transformador, de cambios para el país, y es consistente con el camino que Chile se ha dado a sí mismo, que es esta Convención Consituyente. La hipótesis de que gane el candidato de extrema derecha sería muy pernicioso para el desarrollo del órgano, porque el abanderado de extrema derecha ha sido coherente a sí mismo en términos de rechazar permanentemente la Convención. Votó por el rechazo, y lo ha dicho en todo los tonos y formas, y en consecuencia creo que él representa un riesgo y una amenaza para la nueva Constitución, y creo que no escatimaría iniciativas políticas ni administrativas para obstruir este proceso constituyente. Por lo tanto, es otra razón más además del proyecto que encarna Gabriel Boric, para apoyar al candidato de Apruebo Dignidad”.

-¿Y el contenido de la nueva Carta Magna podría verse alterado o influido si José Antonio Kast gana la presidencial?

“Creo que la discusión se tiene que dar conforme a disposiciones transitorias en una mirada integral. Acá en Chile lo que se va a sentar es una nueva institucionalidad, y no hay que sacar ventajas políticas de aquello. La instalación de ésta tiene que ser conforme a las necesidades del país, no de otra cosa”.

-¿Usted cree que la composición del nuevo Congreso pueda dificultar la relación con la Convención?

“Yo creo que la derecha mantiene el porcentaje obstructivo, el tercio para obstruir constitucionales en el Congreso, pero no creo que tenga la cantidad de votos suficientes para limitar el proceso constituyente. Al interior de la derecha, pese a que existían voces más dialogantes y empáticas con el proceso, aquí se impuso la extrema derecha,  quienes quieren una ruptura con la nueva Constitución”.