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Mi Constitución en 60 palabras: la inclusión de los pueblos originarios

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PAUTA
POR Administrador |

Con 17 convencionales pertenecientes a pueblos indígenas, la Convención por seguro debatirá cómo incluirlos en el nuevo texto. Candidatos del distrito 25 (Aysén) hacen sus aportes.

Aparte de la disposición -transitoria- que consagra los escaños reservados para la elección de convencionales constituyentes, la Constitución no hace ninguna mención a los 10 pueblos originarios oficializados en Chile. 

Aquella reforma reserva 17 escaños para los 10 pueblos indígenas que son reconocidos en el país mediante la Ley 19.253mapuche, aymara, diaguita, chango, atacameño, colla, quechua, rapanui, kawésqar y yagán. Por medio de dicha norma, el Estado destaca su existencia por ser parte esencial de las raíces de la nación chilena, así como su integridad y desarrollo, de acuerdo con sus costumbres y valores.

Hasta el 11 de diciembre del 2020, la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) registraba a 788.603 personas con calidad indígena de entre nueve pueblos en todo Chile. Hasta entonces los changos aún no habían obtenido el reconocimiento legal.

En el padrón que Servel confeccionó para estas elecciones, hay 1.232.454 personas habilitadas para votar por esos 17 cupos. 

Con más del 10% del órgano constituyente perteneciente a un pueblo indígena, esta instancia sin duda debatirá sobre el reconocimiento constitucional o incluso la posibilidad de un Estado Plurinacional, lo que demandan transversalmente quienes se identifican como indígenas.  

PAUTA consultó sobre sus preferencias a candidatos del Distrito 25 (Fresia, Frutillar, Llanquihue, Los Muermos, Osorno, Puerto Octay, Puerto Varas, Purranque, Puyehue, Río Negro, San Juan de la Costa y San Pablo), quienes debían responder en un máximo de 60 palabras la siguiente pregunta: 

“¿Debería la nueva Constitución referirse a los pueblos originarios? ¿De qué forma?”

Daniela Carvacho Díaz (31), profesora de historia en la comuna de Fresia. Candidata de Apruebo Dignidad

“Creo que es necesario definir a Chile como un Estado Plurinacional, reconociendo a los pueblos originarios que cohabitan el territorio junto al Estado de Chile, la obligación de este de garantizar sus derechos políticos, sociales y culturales, su derecho a la tierra y ciertas formas de autonomía descentralizada, y la integración en igualdad con el resto de la sociedad”.

Harry Jürgensen Caesar (78), contador general. Exdiputado por el distrito 56 (1994-1998), presidente del holding Feria de Osorno y gerente general de Feria Ganaderos Osorno. Intendente de la Región de Los Lagos hasta enero de este año. Candidato de Vamos por Chile

“Totalmente de acuerdo en consagrar a los pueblos originarios para que se reconozca el apoyo y aporte en el desarrollo regional, su cultura y tradiciones ancestrales, sus dialectos. Debemos acompañarlos en su desarrollo económico y social porque no han tenido el mismo que el resto de los chilenos. El apoyo de Indap y Conadi es insuficiente. Hay que ponerlos en posición de ventaja”.

Rodrigo Hidalgo Solís (27), profesor, activista por el medioambiente, abogado de profesión y magíster en derecho constitucional. Candidatura Independiente.

“Deberíamos consagrar y reconocer a los pueblos originarios en nuestra Constitución, pues es un sinceramiento histórico que visibiliza a todos/as quienes habitan y viven dentro del territorio, sobre todo desde otras culturas y cosmovisiones, de las cuales tenemos mucho que aprender, reflexionar y compartir. Estoy por reconocerles titularidad en derechos y también en responsabilidades, así se garantiza una igualdad ante la ley efectiva y que además respeta las particularidades”.

Giovanna Moreira Almonacid (37), sureña. Administradora pública licenciada en ciencias políticas del Partido Liberal. Candidata de la Lista del Apruebo

“La nueva Constitución no solo debe referirse a los pueblos originarios. El desafío es reconocer y garantizar los derechos culturales, lingüísticos, económicos, sociales y políticos de todos los pueblos. La redacción de una nueva Constitución es una oportunidad histórica para ponernos de acuerdo y dar solución a las demandas históricas indígenas, y contribuir en nuevos acuerdos de convivencia que tanto demanda la ciudadanía”.

Victoria Arriagada Oyarzún (26), dirigente social y estudiante de sicología. Candidata de la Lista del Pueblo Transformando desde el Willy

“Sí. La Constitución debe reconocer a los pueblos y naciones originarias, preexistentes a la colonización. Es deber del Estado reconocer la igualdad de las diversas naciones existentes en Chile, asumiendo su carácter plurinacional y garantizando su respeto y desarrollo en concordancia recíproca, en especial en lo referente a las formas de organización propias, el respeto a sus formas de vida y la utilización de sus lenguas propias”.

Felipe Matus Barrientos (37), sicólogo “con una mirada ecosistémica y decolonial”. Candidato de Nuestras Voces.

“Establecer que Chile es un Estado plurinacional que considera amplios espacios de autonomía territorial y cultural de los diferentes pueblos que en él habitan, limitando de esta forma asimetrías en el ejercicio del poder. Se debe garantizar la reparación socioeconómica a los pueblos indígenas, para avanzar hacia una coexistencia sana en el marco de un Estado que busca alcanzar el buen vivir”.

Jorge Contreras Godoy (64), profesor de castellano y religión. Fundador del Colegio Terravida de Puerto Varas. Candidato de Independientes por la Nueva Constitución

“Todos los pueblos originarios son reconocidos y respetados por el Estado, ya que Chile es una nación multicultural. Se debe respetar el derecho de los pueblos originarios a conservar y promover sus diferentes culturas en forma integral: identidad, tradiciones y costumbres. Además, podrán vivir en su propio territorio y tener representación en el Congreso. El Estado de Chile velará por el desarrollo y promoción de todas las etnias originarias”.

Nota metodológica: este artículo forma parte de una serie que PAUTA está realizando en todos los distritos del país. A cada distrito le fue asignada aleatoriamente un pregunta y el contacto con un candidato de cada lista inscrita en esa zona. Los representantes seleccionados discrecionalmente recibieron la misma pregunta y tuvieron igual plazo y extensión para responder (o fue editado para ajustarse al máximo de 60 palabras). Cuando un candidato estuvo inubicable u optó por no responder, se pasó al siguiente postulante. En ciertos distritos hay más de un candidato consultado por listas con mayor representación parlamentaria.