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Cómo Nicaragua reflejó las distancias entre Boric y (un sector del) Partido Comunista

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Agencia Uno
POR Gladys Pierola |

Una declaración a favor de Daniel Ortega se transformó en una inesperada disputa interna del PC. Teillier dijo que “acatarán” que la política exterior la lleve Boric.

La polémica cuarta reelección de Daniel Ortega en Nicaragua se convirtió en un inesperado tema de la elección presidencial en Chile. El mandatario centroamericano se declaró ganador en los comicios del fin de semana pasado, en un resultado esperado luego de que su régimen autoritario ordenara el arresto de al menos siete opositores que intentaron competir en esas votaciones. La situación de Ortega, un exguerrillero sandinista abandonado por quienes incluso lo acompañaron en su carrera contra la dinastía de los Somoza, aterrizó en el último tramo de la carrera presidencial en Chile. Y lo hizo de la mano del Partido Comunista, que validó su liderazgo. 

Tras los comicios del domingo, la Cancillería chilena declaró al régimen como ilegítimo. El Gobierno chileno “no reconoce legitimidad de elecciones en Nicaragua”, fue la frase emitida por el canciller Andrés Allamand. No estuvo solo, dado que el propio Gabriel Boric, al otro lado del espectro político, cuestionó también al dirigente sandinista por las violaciones a los derechos humanos y las carencias democráticas de ese régimen. No es primera vez que el diputado del Frente Amplio criticaba a Daniel Ortega, a quien denomina como un “autócrata”.

Pero otra fue la visión del PC, que demoró días en levantar una opinión a contrapelo de su propio candidato presidencial.

La incómoda declaración

Todo surgió por una declaración a favor de Ortega, que estaba firmada por un grupo de movimientos y partidos de izquierda, encabezados por el partido que lidera Guillermo Teillier. En el texto apuntan a la legítimidad del proceso y, según su postura, al masivo respaldo que recibió Ortega “en medio de un conflicto de intereses donde el gobierno norteamericano es contraparte”. Agregan: “El pueblo nicaragüense concurrió masivamente a las urnas para elegir democráticamente a sus autoridades y lo ha hecho en paz, de acuerdo con su institucionalidad y leyes vigentes”, dice el comunicado firmado por el PC, el Partido Igualdad, el Movimiento del Socialismo Allendista, Izquierda Libertaria, Ukamau Chile y el Movimiento de Pobladores en Lucha.

Sin embargo, el presidenciable de PC y el FA estaba totalmente en la posición contraria a esa declaración. “Mi posición en esto es clara, le moleste a quien le moleste”, dijo.

Calificó, a través de redes sociales, a los comicios nicaragüenses como “una farsa”, pues para él no cumple “con los estándares básicos para ser considerada una elección legítima”.

Luego, dio un paso más. En la mañana de este viernes, Boric pidió a sus colaboradores del PC “retractarse del apoyo” que se dio a la situación en Nicaragua. No tuvo respuesta directa de la máxima dirigencia a su solicitud, pero sí varios de los rostros comunistas se descolgaron de la polémica.

“En materia de relaciones internacionales, los disensos los zanja el Presidente de la República. Si hay disensos, se zanjan y los zanja el Presidente de la República, y mi compromiso con la democracia a nivel latinoamericano, internacional y en Chile es absoluto y total. Por lo tanto, Nicaragua como todos los países de la región, necesita democracia y no las elecciones fraudulentas que llevaron adelante Ortega y [Rosario] Murillo“, agregó el diputado por Magallanes.

Desde el Frente Amplio, aclararon que los principios a la defensa de la democracia y los DD.HH. son  independientes del color político del régimen que está siendo cuestionado. “Nicaragua es un régimen autoritario, autocrático, un proyecto familiar que persigue a los opositores y con múltiples denuncias de violaciones a los DD.HH”, explicó el senador de RD y encargado del área internacional del comando de Boric, Juan Ignacio Latorre

Desde el PC, la primera reacción fue de su timonel, quien intentó bajar el tono de la discusión. Teillier no negó el fondo de la declaración, pero con guante blanco respondió que en un eventual gobierno de AD, la política exterior será responsabilidad de Gabriel Boric en su calidad de Presidente de la República. “El PC acatará, aunque se expresen diferencias. Pero en esta materia nuestro propósito es llegar al máximo de acuerdos, con disposición a discutir todos sus aspectos”, escribió el mandamás del PC.

La respuesta de Boric fue clara: “Yo valoro que el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, reconozca de manera explícita que cuando hay disensos en materia de políticas exteriores, lo zanja el Presidente de la República, que en este caso, si el pueblo de Chile lo decide, me tocaría ser a mí”.

La tensión interna y las dos almas comunistas

Más allá de las diferencias entre Boric y esa declaración pública, la polémica también reveló las diferencias internas del PC, algunas marcadas directamente por temas generacionales. Y el más claro ejemplo es que algunas de sus principales figuras, entre ellas, las diputadas Camila Vallejo y Karol Cariola se descolgaron del comunicado. De hecho, apuntaron a que el texto no había sido conversado en instancias internas y aseguraron que derechamente no las representaba. Y ahí está el principal problema: ni la alta dirigencia del PC ni su Comité Central habrían visado el documento.

Una postura distinta, por ejemplo a la que tomó el convencional y exdiputado Hugo Gutiérrez, quien aseguró que hay diferencias en temas puntuales y este es uno. “Es la declaración de un candidato, es su opinión. Nosotros como PC tenemos otra, porque creemos que no es correcto de que este gobierno haya señalado de que en Nicaragua no había un proceso electoral correcto”, dijo. 

Y agregó: “Lo que dice el PC es que repudia la declaración del gobierno de Piñera que desconoce la elección en Nicaragua, no está opinando contra del candidato Boric”.

El excandidato presidencial Daniel Jadue, derrotado por Boric en las primarias de Apruebo Dignidad, también se refirió al tema e indicó que es el Presidente de la República quien dirige las relaciones exteriores. En un tuit, sin nunca mencionar a Nicaragua, declaró que “los problemas de la democracia se resuelven con más democracia. Aquí no hay dobles lecturas“. Sin embargo, no condenó directamente a Daniel Ortega.