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Los plazos cortos y largos en derechos humanos que propone el Presidente

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POR Gladys Pierola |

En el Día Internacional de los DD.HH., Sebastián Piñera puso énfasis en reforzar la institucionalidad y la asistencia a las víctimas en las áreas laboral, social y sicológica.

El salón Montt Varas de La Moneda fue el lugar elegido por el Presidente Sebastián Piñera para conmemorar este martes 10 de diciembre el día internacional de los Derechos Humanos. La idea era encabezar la ceremonia y luego viajar a Buenos Aires para participar de la asunción de Alberto Fernández como el nuevo mandatario de Argentina. Sin embargo, la tragedia del avión Hércules C130, que desapareció el lunes en la tarde en el mar de Drake con 38 pasajeros, cambió por completo el itinerario y también modificó su discurso. De hecho, el Presidente partió dedicando palabras a las familias de las personas que tripulaban la aeronave. 

“Estamos haciendo todos los esfuerzos humanamente posibles para poder encontrarlos, a pesar que las condiciones son extraordinariamente difíciles”, sinceró el Mandatario.

Luego dedicó 22 minutos para hablar de derechos humanos en la historia y en los 52 días de la crisis social. Recordó en varias oportunidades al expresidente Patricio Aylwin y reiteró el mensaje que en su Gobierno “no va a haber impunidad en aquellas personas que cometieron graves delitos contra la sociedad, contra las personas que causaron tanto daño, tampoco va a haber impunidad con aquellas personas que cometieron atropellos a los derechos humanos”. 

El manejo de este tema ha sido uno de los puntos más complejos para La Moneda desde el 18 de octubre, en especial, tras conocerse los informes internacionales que reconocían prácticas abusivas y violaciones a los derechos fundamentales por parte de la policía, como registraron los diagnósticos de Human Rights Watch -que fue validado por el propio Ejecutivo-, el de la CIDH y el polémico y cuestionado documento de Amnistía que enojó al Ejecutivo

Por eso, flanqueado por el titular de Justicia, Hernán Larraín y la subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren, el Mandatario apuntó al fortalecimiento de instituciones para “prevenir que se cometan atropellos”. Esta tarea quedará en manos de Recabarren, quien coordinará el trabajo con instancias como la Defensoría de la Niñez, el INDH, la Defensoría Penal Pública y el Ministerio Público para mejorar el procedimiento y el seguimiento a los casos que han denunciado violaciones a los derechos fundamentales. 

En la ceremonia estaban también el presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito; la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Loreto Carvajal; el fiscal nacional, Jorge Abbott; el contralor Jorge Bermúdez, la defensora de la Niñez, Patricia Muñoz y el general director de Carabineros, Mario Rozas, los mismos, salvo el Rozas, que minutos antes de la ceremonia se reunieron en privado con el Presidente, el ministro del Interior, Gonzalo Blumel y el titular de Justicia. De hecho, el Mandatario les dedicó palabras a todas las instituciones en su discurso. 

Además, el Presidente repasó la medidas que han tomado hasta ahora en lo institucional, como el Comité Técnico Asesor en DD.HH., y en el área de compensaciones, como el Plan Integral de Recuperación Ocular para las personas que han sufrido lesiones oculares en las manifestaciones desde el 18-O. Luego, aseguró que se entregará la ayuda complementaria y necesaria a las víctimas. De reparación como tal no se habló, sí de acompañamiento médico, laboral, social y psicológico. “Nuestro compromiso con prestar toda la asistencia que sea necesaria para aquellas personas que sufrieron las consecuencias de violaciones a los derechos humanos, y también aquellas personas que sufrieron las consecuencias de la violencia que se ha desatado en nuestro país”, dijo Piñera.

El camino paralelo 

En su discurso, el Mandatario lamentó la muerte de 24 personas y “varios miles han sufrido algún tipo de lesión, algunos de ellos muy graves”. Además, por primera vez, el Mandatario nombró los casos civiles más icónicos de la crisis, como Gustavo Gatica y Fabiola Campillay, quienes perdieron completamente su visión, pero también recordó a varios de los efectivos policiales que han sido heridos, como las dos carabineras que fueron quemadas con bombas molotov. En total, de acuerdo con cifras actualizadas a la fecha por Carabineros, existen 1.579 efectivos lesionados desde el 18 de octubre.

El caso de Gatica es especial para el Ejecutivo, pues aunque han tratado de contactarlo para ofrecerle ayuda, según fuentes de Gobierno, la familia no ha querido responder. 

El programa complementario, dicen en La Moneda, es “otro mecanismo de compensación y de apoyo se puede dar”. De hecho así lo explicó el ministro Larraín, quien adelantó que lo que se busca es “asumir esas realidades y no esperar el término del trabajo de las instituciones para transmitir nuestra solidaridad, nuestra empatía con el dolor que tienen”.

“Nos haremos cargo de identificar quiénes han sido víctimas de la violencia para desarrollar programa y líneas de trabajo de acompañamiento que permita que esas víctimas sientan el compromiso humano que tenemos, más allá del camino que sigan en los tribunales”, detalló el titular de Justicia. 

El secretario de Estado, además, advirtió que “es posible que para que una persona que ha sido violentada en sus derechos sea finalmente reconocida va a pasar tiempo. Habrán algunos casos, como los que ocurren en los procesos judiciales, en que no se logren acreditar quiénes son los debidos responsables y va ser más difícil dar alguna ayuda indemnizatoria, un reconocimiento o una sanción para el victimario”. 

De “los titulares” al reencuentro con Abbott

En la ceremonia, Piñera también habló de que el país tenía una institucionalidad “robusta”, pero que no era suficiente, pues se requería “crear una cultura” de protección a los DD.HH. “La naturaleza humana y la historia nos muestra que cada vez que dejamos un espacio o damos alguna facilidad, se vuelven a repetir hechos dolorosos en materia de derechos humanos”, agregó el Presidente. 

Si bien los presentes valoraron la instancia, varios de los participantes pidieron más detalles y no solo “titulares” sobre cómo se mejorarán los procedimientos y compensaciones a las víctimas. 

“Falta saber cuáles son las medidas para reforzar” la institucionalidad, dijo Patricia Muñoz, quien aseguró que los detalles de esta planificación no han sido conocidos. “Es un titular inicial”, agregó.  

“Hemos solicitado directamente al Ejecutivo acciones en concreto que tengan que ver con la reparación de las víctimas, pero también con acciones que tienen que ver con erradicar una cultura, donde se tiende a normalizar hechos que son constitutivos de violaciones a los DD.HH. particularmente los cometidos por la policía uniformada”, explicó la defensora de la Niñez,  

La reparación, el esclarecimiento y la reparación “son las medidas básicas” en estos casos aseguró, por su parte, Haroldo Brito. El mandamás de la Corte Suprema señaló que “la justicia no está al debe en materia de DD.HH.[…] Hoy el sistema de los derechos humanos está orientando todo el quehacer del trabajo jurisdiccional”.

La conmemoración del día internacional de los DD.HH. en La Moneda también sirvió para que el Presidente se reencontrara con el fiscal Abbott, luego que desde el Gobierno y desde Chile Vamos cuestionaran el trabajo y la rapidez del Ministerio Público desde que se inició la crisis. Consultado por el tema, el fiscal nacional aseguró al finalizar la ceremonia que no había hablado puntualmente del tema con el Mandatario: “No hemos tenido mayores asperezas, salvo tener algunas opiniones distintas, miradas distintas y cada uno ha respondido según sus atribuciones”.