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Tras la tormenta de la elección en el PS, aún no llega la calma

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POR Gladys Pierola |

La larga espera por resultados ha tensionado el ambiente en el PS, en especial por las críticas que ha levantado la disidencia liderada por Maya Fernández.

A 48 horas de las elecciones del Partido Socialista, los ánimos siguen tensos y sin ganador claro. La demora en los resultados oficiales ha sido un factor más e inesperado que se sumó a la dura campaña entre las dos listas en competencia: la continuidad de Álvaro Elizalde y la disidencia encabezada por Maya Fernández

Los primeros cómputos, con un poco más del 40% de las mesas escrutadas por el Tribunal Supremo, confirmaron la tendencia que se esperaba en ambos comandos: lista A de Elizalde, ganando con el 63,8% y la lista B de Fernández con el 36,2%, pero no despejaron las dudas sobre quién había logrado la primera mayoría individual.

Es precisamente esa variante, la que la disidencia ha ocupado como escudo para decir que la diputada encabeza las preferencias individuales. Aunque Elizalde y su equipo aseguran que es él quien tenía el mayor apoyo. 

“Pase lo que pase el PS no va a ser el mismo que era hasta ayer. Aquí han cambiado las correlaciones de fuerzas, ha cambiado la articulación de los distintos actores al interior del partido” dijo el diputado y apoderado de la lista B, “Recuperación y cambio socialista”, Marcelo Díaz.

Lista disidente del Partido Socialista este 28 de mayo de 2019. 

Las cifras finales recién se entregarán este martes hacia el fin de la tarde, cuando el presidente del TS, Pablo Velozo, dé a conocer los últimos datos y no con menos polémicas. De hecho, a las críticas por el restraso se suman varias denuncias por parte del comando de Fernández, quienes apuntaron a irregularidades en el proceso y anunciaron acciones en el Tribunal Calificador de Elecciones.

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Desde el TS explicaron que la demora ha tenido varios factores, entre ellos, problemas con el software que procesa el conteo, además de un número importante de actas que vienen mal construidas. 

Sin embargo, sea cual sea el resultado, el ambiente interno del PS quedará enrarecido un rato más. Por lo menos, hasta el 22 de junio, cuando se llamaría a un nuevo Comité Central y sea esta instancia la que defina quién se convertirá en el próximo presidente de la tienda por dos años.

Por el momento, Elizalde saca las cuentas alegres, pues según los cálculos de su equipo más de 80 de los 110 cupos de la máxima instancia sería a favor de su lista llamada “Unidad socialista para un nuevo Chile”. Por eso, el senador por la región del Maule, dijo este lunes en Primera Pauta, una frase que repitió durante el día: “No tenía duda alguna” de que sería nuevamente el timonel del PS. 

Componiendo las relaciones

Hasta el cierre de esta edición, en la disidencia decían que tenían contabilizados 17.415 votos, respaldados  por actas o por fotos de pizarra y según eso, la balanza sería 60% para la lista de Elizalde y 40% para la de Maya Fernández. 

De ser así, al menos dos cupos consiguiría la disidencia en la nueva mesa directiva, y uno de ellos, sería para la nieta de Salvador Allende, quien incluso canceló un viaje a Canadá en medio de la espera de los resultados finales. 

Por eso la duda: cómo convivirá el oficialismo y la oposición en el PS, más aun si las votaciones individuales entre Elizalde y Fernández estarían peleándose voto a voto. 

“Las tendencias han evidenciado un debilitamiento en el partido. Se ha visto ruptura, dispersión, búsqueda de nuevos espacios de coordinación y de hacer política. Creo que el 36% puede significar la emergencia de una fuerza importante en el PS que no existía antes de la elección”, detalló el jefe de bancada de los diputados PS, Manuel Monsalve, quien apoyó a Fernández. 

El diputado aseguró que con estos resultados “los que conducen el partido tiene menos poder que antes que la elección”.

“El PS tiene desafíos bien claves. No tiene espacio para que el legítimo debate y deliberación que se produjo en la elección interna, se transforme en una división permanente. No tiene espacio para eso y nosotros no vamos a contribuir a eso”, añadió Monsalve.

Desde la mesa, el actual secretario general del Partido Socialista, Andrés Santander, trató de calmar la agitación del debate, aunque reconoció que en la tienda son “un tanto intensos” en las disputas electores. “La historia ha demostrado que, pasado el proceso, tenemos la completa capacidad de ponernos de acuerdo, porque tenemos objetivos comunes que son más relevantes”, agregó.

Sin embargo, el jefe de la bancada de senadores del PS, Carlos Montes, apuntó que las tensiones internas también se debieron a que “faltó tiempo para el debate de contenido político real”.

“Ojalá se encuentre una manera de integración, de trabajo conjunto y que los problemas que muchos constatan que tiene el PS, se resuelvan con un acento en fortalecer la acción política y no en polémicas personales”, explicó Montes.