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Óscar Guillermo Garretón demanda “decencia” en el Partido Socialista

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POR Maria Catalina |

A poco de haber renunciado a una militancia que se extendió por cerca de 30 años, quien fuera un estrecho colaborar de Allende explica las razones del declive de la izquierda.

Óscar Gillermo Garretón va de frente. Por estos días, a poco de haber renunciado a su militancia en el Partido Socialista, no esconde su lapidario diagnóstico en torno la situación que vive la tienda que lidera Álvaro Elizalde, ni tampoco sobre la etapa que atraviesa la izquierda en general. No lo oculta, porque para él, como sincera en Desde el Jardín, se está viviendo un ambiente en el que hay que reaccionar y hablar, y no con ambigüedades.

Por eso, sin dudarlo, plantea que para salir de esta suerte de pantano que vive la colectividad que integró por casi 30 años, se necesita una dirección “decente”. Para él, se ha llegado a un límite donde hay quienes no se quieren sentar junto a los que hoy se llaman socialistas.

“Tengo la impresión de que se necesita una dirección que le dé garantías de decencia a la opinión pública. No estoy haciendo juicio de apuntar a una persona u a otra, sino que [lo hago para que] los que están allí tengan conciencia de que esa demanda es una demanda que hoy existe”, expone Garretón.

Para quien fuera un estrecho colaborar de Salvador Allende, la fórmula podría ser que Maya Fernándezde quien dice tener muchas diferencias- “junte gente decente” y muestren que el PS es un partido “que se orea y que se limpia”.

El partido, a su juicio, debe entender que no puede nutrirse solo de la izquierda y conformarse para gobernar para unos pocos, sino que necesita atraer más gente “y ojalá no solo en lo político, porque se necesita hacer un país para todos”.

Para ejemplificar el fracaso que podría producirse, Garretón lo ilustra con el trance que vive el Instituto Nacional, donde “la acción de 30 o 40 está destruyendo” el establecimiento.

La partida del PS

Aunque tras su salida del partido que hoy está en el ojo de huracán por vínculos de militantes con el narcotráfico ha recibido críticas bastante duras, considera que él no fue el que dejó el partido, sino que el partido se le fue.

“Hay cosas que colman tu paciencia. Para mí lo de San Ramón colmó mi paciencia. No por el hecho de que pueda haber narcotraficantes, yo creo que narcotraficantes puede haber en muchos partidos. Mi molestia, mi decepción, mi rabia, fue la forma de tratamiento de ese caso que hubo de la dirección del partido, porque la verdad es que eso requería una cosa tajante y drástica de ruptura de esa realidad”, asegura.

Para él, en este caso hubo “una negación de la realidad”, porque la preocupación estuvo centrada en quién ganaba las elecciones y no sobre el posible nexo que habría con graves delitos.

El inicio de los problemas

El escenario actual, de acuerdo con el análisis de Óscar Guillermo Garretón, es que existe una rotunda decadencia. Por eso, antes de dejar el PS difundió un documento que tituló, “Los viejos decálogos han muerto”.

En su visión, el declive de la izquierda es en parte fruto de que los partidos han convertido el Estado en un botín.

“Cuando tú te conviertes en estatista, y haces sinónimo estatismo de izquierda, estás renunciando a la sociedad y estás caminando hacia lo que hoy estamos discutiendo y viendo en Chile, que es entender que el Estado, y poseerlo, pasa a ser el triunfo y no que la sociedad sea dueña de ese Estado”, comenta quien fuera fundador del Mapu y subsecretario de Economía del gobierno de Salvador Allende.

Para Garretón, la crisis va más allá de lo ocurrido en la comuna de San Ramón. Es un asunto que se viene gestando desde hace varias décadas. De hecho, otra parte de la culpa la atribuye a su generación, pues no habrían sido capaces de transmitir que el éxito que tuvo en su momento la Concertación fue producto de una “reflexión muy profunda de los errores que habíamos cometido durante el gobierno de la UP”.

Revise la entrevista completa con Óscar Guillermo Garretón en Desde el Jardín: