Economía

Cambio de gabinete | Área económica: todas las fichas al crecimiento

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PAUTA
POR Marcela Gómez |

Los nuevos ministros de Economía, Energía y OOPP asumen tras sincerarse que el crecimiento será inferior al previsto.

Las altas expectativas que acompañaron el primer año del Presidente Sebastián Piñera, cuando el PIB creció 4%, terminaron por desvanecerse desde el pasado viernes, cuando el Banco Central anticipó la rebaja en la proyección de crecimiento 2019 a un rango entre 2,7%-3,5%. Este sinceramiento del escenario económico ya lo había anticipado la ciudadanía, como lo recoge la encuesta CEPdonde el 61% ve que la economía está estancanda.

Al reestructurar su gabinete, el Presidente Piñera parece haber tomado nota de la necesidad de ajustes para apoyar la inversión y el crecimiento con los nuevos ministros de Economía, Juan Andrés Fontaine; Energía, Juan Carlos Jobet, y Obras Públicas, Alfredo Moreno. Pero eso no significa que cambie su visión y estrategia en este ámbito.

Esto, porque ratificó la prioridad de las reformas en materia tributaria, de pensiones y laboral, lo que de paso implicó renovar la confianza en los ministros de Hacienda, Felipe Larraín, y del Trabajo, Nicolás Monckeberg. Y también reiteró que el escaso avance de estas “urgentes y necesarias modernizaciones” se relaciona con los obstáculos que pone parte de la oposición e insistió en el discurso sobre la fortaleza de la economía chilena, “a pesar de las dificultades externas e internas y al pesimismo que algunos se esmeran en difundir”.

La clave del ajuste ministerial en el área económica tiene que ver, por un lado, con instalar nombres de probada trayectoria ministerial y política en Economía y Energía, usando el mismo criterio para el reemplazo en Obras Públicas. Además, se trata de ministros cuya principal tarea será tender puentes con el sector privado y trabajar en conjunto para reimpulsar la actividad. Un ejemplo de ello: los nuevos ministros de Economía y Energía no participaron del cambio de gabinete porque (el primero aún como titular de Obras Públicas y el segundo como gerente del Fondo de Infraestructura) estaban de gira por Europa, atrayendo inversionistas que quisieran participar del desarrollo de infraestructura en Chile.

La segunda llegada de Fontaine

Cuando suba al piso 12 del edificio Santiago Downtown, Juan Andrés Fontaine estará pisando terreno conocido. Ya ocupó la oficina con una vista privilegiada a la Alameda entre 2010 y 2011, desde donde lideró uno de los mayores esfuerzos por catastrar los lomos de toro que se requieren remover en materia microeconómica: la agenda de Impulso Competitivo. Aunque ese esfuerzo fue bien valorado por el sector privado, no logró desplegarse en el tiempo luego de que, privilegiando la articulación política, Fontaine fuera reemplazado como ministro de Economía por el hasta entonces senador Pablo Longueira.

Su nombramiento en Obras Públicas en 2018 fue interpretado en el mundo económico como una validación de sus capacidades técnicas y de gestión, que se reflejaron en medidas que buscan apuntalar la economía como el plan de infraestructura y las medidas para acelerar la inversión en obras públicas. Esta capacidad de impulsar medidas procrecimiento que no requieran pasar por el Congreso y su articulación con el sector privado son parte de las claves para su traslado a Economía. 

No fue una sorpresa la partida de José Ramón Valente, quien si bien mostró lealtad a toda prueba con el programa de Gobierno, fue víctima de su entusiasmo y falta de manejo político. Esto no solo en la anécdota de una serie de declaraciones poco afortunadas para un ministro (como cuando aconsejó invertir fuera de Chile), sino también en la falta de manejo político en temas como los desencuentros con los emprendedores por la ley de pago en 30 días y la polémica ley de la jibia.

Con todo, además de los múltiples proyectos aún en trámite en el Congreso, Valente deja como herencia en Economía la creación de nuevas instancias que apuntan a mejorar la gestión estatal en materia de aprobación de inversiones (GPS), productividad y emprendimiento (Open), y trámites (Super). 

El rearme de Moreno

En Obras Públicas, la llegada de Alfredo Moreno despertó sorpresa: primero, porque se apostaba a que si Fontaine partía el candidato natural a sucederlo era el subsecretario Lucas Palacios; segundo, porque parecía que Moreno estaba muy enfocado en sus tareas en Desarrollo Social, especialmente en lo relacionado con el nuevo trato con la Araucanía, que había asumido casi como una cruzada personal.

Su traslado a Obras Públicas es visto por algunos como una forma de darle mayor visibilidad en temas ciudadanos, en línea con su temprano posicionamiento como candidato presidencial. Pero el cambio más bien apunta a aprovechar los lazos que tiene con el empresariado (no en vano presidió la CPC) para mantener e incluso acelerar el ritmo de concreción de proyectos, debido a su efecto dinamizador de la economía.

“En el mediano plazo lo que el Presidente ha pedido es una infraestructura adecuada para llegar al desarrollo: carreteras, aeropuertos, puertos, trenes, todo lo que Chile necesita y en la que nos hemos quedado atrás”, comentó en La Moneda el nuevo titular de Obras Públicas.

No tendrá mucho tiempo para interiorizarse de los detalles: el lunes 17 de junio se cumple el plazo que dio el Presidente Piñera para renegociar una rebaja de peajes de las autopistas urbanas. También deberá tomar el liderazgo de las licitaciones ya anunciadas y del plan para adelantar la ejecución de obras públicas.

Sorpresa en Energía

El reemplazo de Susana Jiménez en la cartera de Energía no fue inesperado. A pesar de su probada capacidad técnica y que conocía el sector desde su trabajo en Libertad y Desarrollo (LyD), no logró articular una agenda de trabajo sólida y se rodeó de colaboradores con poca experiencia en el mundo público.

Pero lo que detonó su salida fue la crisis comunicacional desatada en torno a los medidores inteligentes, iniciada cuando el Presidente admitió que el pago recaía por completo en los usuarios. A pesar de articular diversas soluciones, entre ellas el acuerdo con las empresas, la ministra no tuvo control del tema ni en lo técnico ni en lo comunicacional, y se vio debilitada en su posición. Aunque en su equipo apostaban que con el anuncio del plan de descarbonización la pesadilla quedaba atrás, se trató solo fue el acto final.

Si bien en el sector la salida de Jiménez era algo esperable, su reemplazo por Juan Carlos Jobet fue una sorpresa. Esto, porque en su trayectoria como subsecretario de Vivienda, ministro del Trabajo, presidente del directorio de AFP Capital y gerente general del Fondo de Infraestructura no ha tenido relación con el sector. Sin embargo, quienes los conocen apuestan por su capacidad técnica, su habilidad política y su conocimiento en materias de negocios, como lo ha mostrado en su tarea de levantar de cero la nueva empresa pública de infraestructura

Por de pronto, Jobet aterrizará con varios desafíos en curso: el trámite del proyecto de ley de distribución, que reduce la rentabilidad del sector; el compromiso pendiente de una reforma acotada a la transmisión eléctrica, y el proceso tarifario 2020, que tiene un complejo procedimiento técnico previo.