Economía

La tercera versión del IFE: más simple y más hogares incluidos

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Agencia Uno
POR Cecilia Andrea |

La iniciativa, promulgada este viernes según anunció el Presidente en la Cuenta Pública, permite acreditar una reducción de ingresos por medio de una declaración jurada.

Partió con 65 mil pesos por persona para quienes se encontraran dentro del 60% de mayor vulnerabilidad. Ahora llegó a 100 mil pesos para todo aquel que esté inscrito en el Registro Social de Hogares y que simplemente declare una merma en sus ingresos por debajo del umbral que establece la ley.

Así ha cambiado el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) en tres meses, después de que el jueves la Cámara de Diputados despachara a ley la iniciativa que amplía el universo de beneficiarios y facilita el acceso a la ayuda estatal. Es, para llevar las cuentas, el “IFE 3”.

La iniciativa fue promulgada este mismo viernes 31 de julio por el Presidente Sebastián Piñera, según informó durante la Cuenta Pública 2020. En primer lugar, elimina el requisito de contar con vulnerabilidad socioeconómica, por lo que los postulantes solo tendrán que estar inscritos en el Registro Social de Hogares y tener ingresos formales menores a lo que exige la medida. Para acreditar los ingresos formales solo será necesario una declaración jurada simple donde los postulantes afirmen cumplir con los requisitos socioeconómicos establecidos.

El monto total a recibir por familia se calculará de acuerdo con los ingresos que actualmente perciban. Un hogar de cuatro integrantes, sin ningún ingreso, efectivamente será beneficiado con $400 mil. Pero para un hogar de cuatro personas que, por ejemplo, reciba ingresos formales por $240.000, se restará el total posible a recibir en el IFE, menos el ingreso actual: $400.000 – $240.000 = $160.000. Aquel será el monto que se deposite en este tercer aporte.

Los nuevos beneficiarios del 3.0

Ahora, quienes hayan solicitado el IFE y no hubieran sido beneficiados por registrar ingresos formales sobre los montos establecidos por la ley, pese a que no reflejara su situación actual, tendrán la oportunidad de actualizar sus ingresos mediante una declaración jurada simple y digital.

Esa misma declaración funcionará para quienes hayan solicitado y apelado por el segundo aporte y se les haya denegado por contar con información desactualizada sobre sus ingresos. Y también, para quienes recién postulen al tercer aporte y los siguientes que existan.

Pero no todos podrán acceder a los primeros pagos: solo quienes hayan apelado al no recibir alguno de los aportes anteriores o quienes se hayan inscrito al RSH en los últimos meses y el proceso siga pendiente podrán ser considerados para el pago retroactivo. Aquellos que estén postulando a su primer pago, solo recibirán desde el tercero en adelante. 

Asimismo, se agregará a 241 mil hogares más -según estimaciones de Desarrollo Social- al sumar a las familias con presencia de al menos un adulto mayor con Pensión Básica Solidaria de entre 65 y 69 años y a los pensionados que vivan en un hogar que no cumplan con los requisitos del IFE, que tenga Registro Social de Hogares y que reciba un Aporte Previsional Solidario. Solo se los excluiría si la pensión final fuera mayor a una Pensión Básica Solidaria del mismo rango etario.

Los antecedentes: el IFE 1 y el IFE 2

Bastante ha cambiado el Ingreso Familiar de Emergencia en los tres primeros meses desde la aprobación del proyecto inicial. A fines de abril, el debate en el Congreso era un tira y afloja entre el Ejecutivo y los partidos de oposición por el monto que se iba a entregar por persona.

El ministro de Hacienda, Ignacio Briones, argumentaba entonces que no se iban a mover de aquellos $65 mil por integrante familiar y, veto mediante, ese fue efectivamente el máximo que el Gobierno desembolsó en primera instancia.

Entonces estaba considerado que el primer pago, a fines de mayo, fuera de hasta $65.000 por persona en cada grupo familiar y con montos posteriores decrecientes: el segundo mes, $55.250 y el tercero, $45.500.  Pero la idea duró poco. La segunda semana de junio se consensuó una versión nueva y mejorada del IFE, el 2.0.

Para la segunda versión, negociada en el acuerdo nacional por la protección social y la reactivación económica que encabezó Briones, se amplió el universo a quienes pertenecieran al 80% de las familias más vulnerables, se incluyó a los trabajadores independientes y se elevó el monto hasta $100 mil por persona. Además, se acordó que los pagos no fueran decreciendo, decisión que se mantiene hasta el momento.

Aún no está confirmado si existirá un cuarto pago, pero desde Desarrollo Social aclaran que será definido en los próximos días, pues correspondería al aporte de agosto.