Economía

Crecimiento e impuestos: las distintas fórmulas que barajan los candidatos presidenciales

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Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

Los asesores económicos de Boric, Kast, Sichel y Provoste desmenuzaron sus propuestas y también acusaron las debilidades de sus contrincantes en este foro UDD-PAUTA.

Un escenario económico desafiante al espera al próximo gobierno. Las proyecciones oficiales y privadas coinciden en que la economía crecerá bajo 2% en 2022 y la inflación que se mantendría alta al menos la primera parte del año, aunque si se aprueba un cuarto retiro desde las AFP los riegos bajistas podrían concretarse.

La tarea de recuperar el crecimiento se volverá más urgente y cómo hacerlo fue el tema central abordado por los asesores económicos de las candidaturas presidenciales más competitivas, en un seminario organizado por el Centro de Investigación de Empresa y Sociedad (CIES) de la Universidad del Desarrollo y PAUTA. El debate reunió a Javiera Petersen, representante de la candidatura de Gabriel Boric; Eduardo Guerrero, por el programa de José Antonio Kast; Hernán Frigolett, por los postulados de Yasna Provoste, y Patricio Rojas, en representación del abanderado Sebastián Sichel.

La meta de crecimiento

Petersen abrió el seminario afirmando que “sería poco honesto” comprometer una meta de crecimiento económico en un gobierno de Apruebo Dignidad y recordó que a “excandidatos no les ha ido muy bien haciendo proyecciones”. Pero planteó su programa pretende reducir el impacto de shocks internacionales en la economía local y hacerse cargo “del estancamiento económico que Chile sufre hace más una década”, ampliando las capacidades productivas y tecnológicas para asegurar un crecimiento sostenido y un desarrollo de largo plazo.

“Vamos a crear un pool de condiciones para que las cosas pasen, porque el crecimiento no llega solo”, dijo Guerrero. Dijo que, en promedio, aspiran a una expansión del PIB en torno a 5% en el periodo. Para esto, el programa de Kast indica que ofrece un marco regulatorio atractivo para la inversión, recupera la certeza jurídica y brinda “un clima confianza y no de incertidumbre, porque es grave que otras candidaturas anuncien incertidumbre”.

Desde la candidatura de Nuevo Pacto Social se declararon “más conservadores” al estimar que los motores que impulsaron el crecimiento anteriormente, como la inversión y luego las exportaciones, ahora están bastante rezagados. “Las restricciones estructurales son bastante duras y revertirlas requiere un proceso contundente”, dijo Frigolett. Proyectó que los primeros tres años el crecimiento promedio estaría en torno a 2,5% y, tras un “contundente proceso de inversión pública y ojalá también privada”, se llegue a 3,5%.

Rojas enfatizó que la desaceleración prepandemia se asocia a una caída fuerte en la productividad “que no se recupera en uno o dos años” y recordó que hoy el crecimiento tendencial ronda el 2%. “Los primeros dos años el crecimiento será relativamente bajo debido a la política monetaria con alza de tasas y una política fiscal más ajustada”, planteó. Añadió que las medidas que implementarán para elevar la productividad e innovación llevarán a que en los dos últimos años de gobierno la economía crezca 4%, aunque en promedio estará más cerca de 3%.

Cambios tributarios para recaudar

El conjunto de cambios tributarios que propone Boric sumaría 8% PIB en ocho años, meta que fue defendida por Petersen. Argumentó que una condición necesaria para crecer es la estabilidad política y social del país. “Tenemos desafíos que requieren recursos extra para ser enfrentados con responsabilidad fiscal. Por eso proponemos un pacto social y justicia tributaria para que los que tienen más, paguen más”, afirmó. Enfatizó que al menos 12 países OCDE llevaron a cabo alzas de la carga tributaria en plazos y magnitudes similares.

Pero Rojas criticó que subir la carga tributaria en 8% es difícil, ya que se debe considerar el efecto de esos cambios en crecimiento y en empleo, aun con gradualidad. “Podemos tener toda la voluntad para un pacto fiscal, pero eso no garantiza la recaudación”, dijo y agregó que al revisar los datos OCDE sobre experiencias de recaudación similares, “la gran mayoría de países que han buscado una recaudación de ese orden no lo han logrado. No tenemos nada distinto que nos lleve a lograrlo”, sostuvo.

“Estamos diciendo que esto es posible hacerlo, no es copiar y pegar”, respondió la asesora de Boric. Sostuvo que Chile tiene “bastantes anomalías en términos tributarios”, por lo que se busca llevar el régimen tributario a la media OCDE, por ejemplo, con la desintegración y la tasa final de impuestos a los dividendos distribuidos. Añadió que la propuesta incluye una fuerte agenda antievasión y antielusión y que la pertinencia de los cambios tributarios debe incluir el destino de la nueva recaudación, “que en nuestro caso es un catálogo de derechos sociales que el país exige y cambios productivos”.

El asesor de Provoste coincidió en que Chile presenta “anomalías” en materia tributaria, que buscarán corregir como la alta evasión, entre otras. “Tenemos muchas rentas del capital exentas o con posibilidad de diferir el pago de impuesto ‘ad aeternum‘. Esa política tributaria proahorro para el capital no garantiza que se transforme en inversión”, sostuvo. Así, buscarán gravar el FUT histórico y avanzar en las “exenciones onerosas” cuya eliminación fue acordada por un grupo transversal de economistas, lo que aporta el 40% de incremento de recaudación de 5% que considera su propuesta.

¿Es viable bajar impuestos?

Pero si un alza relevante de la carga tributaria como la que propone Boric generó controversia, no fue menos discutido lo opuesto, que es la rebaja tributaria que plantea Kast: lo ocurrido en EE. UU. con Donald Trump no respalda que reducir impuestos corporativos se traduzca en más crecimiento.

“Trump agregó una conflictividad importante, por ejemplo, en materia comercial: por eso no crecieron más”, respondió Guerrero. Dijo que se fijan en el caso de Irlanda, que bajó la tasa corporativa de 40% a 12,5% “y no solo tuvo mayor crecimiento”, sino más recaudación y productividad. “Lo que está demostrado es que los impuestos a las empresas son dañinos para la inversión, que es clave para crecer”, afirmó.

Recordó que Chile se estancó cuando en 2014 se propuso una reforma tributaria que dañó la economía y no recaudó el 3% prometido. “Cuando hablamos de bajar de 27% a 17% la tasa corporativa, son US$ 5 mil millones, que en dos años los recuperas si crecemos 5% sumando otras transformaciones”, como mayor eficiencia y tecnología en el gasto público. Su programa también incluye rebaja del IVA de 19% a 17%.

Frigolett cuestionó esos números. “Si disminuyo impuestos por US$ 5 mil millones, la economía tiene que crecer 5% en siete años para poder recuperar ese monto. No me cuadra, porque al mismo tiempo ofrecen más inversión, más seguridad, mejoras sociales que exigen gasto en el corto plzo. Se siembran promesas que no se cumplirán” dijo. Advirtió que “sería pernicioso” si las finanzas públicas se descuadran.

“Pensar que el crecimiento será alto en los próximos años es voluntarista”, planteó el asesor de Sichel, quien reafirmó que la caída en el crecimiento “tiene algo de impuestos, pero necesitamos más productividad”. A su juicio, reducir impuestos ayuda al que la economía crezca, pero no en la magnitud que afirma Guerrero.

Vea el debate completo de los asesoresd económicos de las candidaturas presidenciales en este link