Cuatro mujeres y 12 hombres postulan al próximo cupo de la Suprema

Tras el difícil proceso de Repetto, el Pleno debe elaborar la quina para reemplazar a Héctor Carreño. Concursan jueces de DD. HH, y los que vieron la demanda contra Karadima.

Después del traspié de Dobra Lusic, y del difícil proceso que vivió la jueza María Angélica Repetto para ser confirmada el miércoles 17 de julio en el Senado como nueva integrante de la Corte Suprema, un grupo de 16 ministros que postulan a llenar el cargo que en abril dejó Héctor Carreño, serán quienes pasarán la primera barrera tras el cambio impulsado por el Gobierno y el Senado en el sistema de elección para ascender al máximo tribunal.

Los concursantes pasarán un primer filtro en el Pleno de la Suprema que, pese a que ya tiene una propuesta que modifica las postulaciones, volverá a elegir a sus cinco favoritos de acuerdo con su currículum y sus mejores fallos (el quinto se integra por derecho propio al ser el más antiguo del Poder Judicial). Sin embargo, se estima que esta vez revisarán con mayor detalle a cada uno de los jueces a fin de evitar episodios como el de Lusic. 

Pero el cambio más profundo se verá en la “área política”: esta vez, en el reemplazo de Carreño y antes de que el Presidente de la República escoja a su candidato -como se hizo hasta ahora-, su nombre será sondeado previamente a través de “canales insitucionales”. Es decir, dejando de lado las tradicionales conversaciones de pasillo con los senadores de los distintos sectores políticos y canalizar el proceso, por ejemplo, oficialmente a través de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la Cámara Alta. 

Luego de eso, el Presidente de la República mandará un nombre, en el supuesto de que lo hará solo cuando esté seguro en el Congreso. 

“Existe un consenso transversal de que el cabildeo que existía hasta hace poco no puede continuar. No hay dos opiniones al respecto y que para proceder cada uno, el Presidente dentro de la quina que le presenta la Corte Suprema, y el Senado que debe aprobar o no la postulación [que hace el Mandatario], hará bien tener un acercamiento institucional”, dijo el miércoles el ministro de Justicia, Hernan Larraín, tras la la ratifición de María Angélica Repetto.

Y añadió: “Hoy hay un mundo de diferencia entre el cabildeo y negociación un poco a puerta cerrada, poco transparente y poco clara, a un acercamiento institucional para que cada uno pueda ejercer de la mejor forma sus funciones y así asegurar que no se trajine el nombre de los jueces”.

Parte del nuevo sistema ya se probó con Repetto pero solo en la Comisión de Constitución del Senado, que tras la exposición de la jueza y antes de votar, recibió comentarios externos sobre su carrera.

En el caso de Repetto, aunque tiene un perfil más bien conservador y de derecha, llenó el cupo dejado por el ministro Milton Juica. El magistrado era conocido por haber sido parte del grupo más cercano a la centroizquierda de la Suprema, y por haber tramitado varias causas de violaciones a los derechos humanos, entre ellas el Caso Degollados y la Operación Albania.

Tras la vacante de Carreño, Piñera deberá nombrar otros cuatro jueces, pues próximamente dejarán sus cargos Hugo Dolmestch (en diciembre de de 2019) y, en abril de 2020, Lamberto Cisternas. En 2022 será el turno de Carlos Künsemüller y Rosa María Maggi.

Durante su mandato, Piñera habrá nombrado ocho ministros (de los 21 que componen la Suprema): ya lo hizo con Ángela Vivanco por el cupo de Patricio Valdés, y Mauricio Silva, en la vacante que dejó Carlos Cerda.

Concurso cerrado

La Corte Suprema ya tiene en sus manos la lista de 16 postulantes para reemplazar a Carreño. En rigor era 17, pues la jueza Repetto -tal como lo hizo con el cupo de Juica- también había concursado.

Del listado, solo hay una mujer.

Del grupo, siete son ministros de la Corte de Apelaciones de Santiago; cinco, de San Miguel –María Teresa Díaz, Roberto Contreras, Silvia Pizarro, Diego Simpertegui y María Carolina Catepillán-, y cuatro de regiones: Jaime Arancibia, de Valparaíso; Eduardo Meins Olivares, de Talca, y María Elena Llanos y Álvaro Mesa, de Temuco.

En el caso de los jueces de Santiago, se encuentran Mario Carroza y Juan Manuel Muñoz Pardo -quienes ya habían postulado en febrero pasado para llenar el cupo de Juica-, Leopoldo Llanos, Mario Rojas, Miguel Vásquez, Juan Cristóbal Mera y Hernán Crisosto. Este último juez redactó en febrero de este año un fallo en el que aplicó el llamado enfoque de género en la justicia en un caso de acoso sexual.

Carroza está abocado a causas de derechos humanos, y fue quien en noviembre del año pasado condenó al excomandante en jefe del Ejército Juan Emilio Cheyre como encubridor en el caso Caravana de La Muerte en La Serena en 1973. 

En el caso de Muñoz Pardo, también es la segunda vez que postula en el año, pero tampoco quedó en la quinquena para reemplazar a Juica. En marzo de 2017, fue el juez que rechazó en primera instancia la demanda contra el Arzobispado de Santiago por el caso Karadima.

Y en la lista de concursantes, Muñoz Pardo coincide con Vásquez, quien fue uno de los tres ministros de la Novena Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago que dos años después, en marzo de 2019, acogió la demanda contra Fernando Karadima y ordenó el pago de $100 millones para cada víctima.

Entre los 16 postulantes, dos de ellos fueron seleccionados en la última quina que elaboró la Suprema. Esa vez, Contreras obtuvo siete votos y Vásquez, seis. Es la misma lista en la que Dobra Lusic había sacado 11 votos y María Angélica Repetto, seis.