Actualidad

La definición de “política” que cruza la elección del Colegio Médico

Imagen principal
Agencia Uno
POR Ana María |

La disputa entre el contendor, Renato Acuña, y la candidata a la reelección, Izkia Siches, gira en torno a la influencia pública y el interés gremial.

No solo el símbolo arroba e incluir el nombre de Chile en un eslogan marca una diferencia entre las listas que competirán, entre el 10 y el 13 de diciembre, en las elecciones por liderar a los 30 mil asociados del Colegio Médico (Colmed). También hay un concepto que estará en el debate durante la campaña que empezó el fin de semana pasado: la política.

Así, mientras la frase de campaña de la lista que encabeza la actual presidenta del gremio, Izkia Siches, es “Transformando junt@s, el Colmed y la salud de Chile”, la de su competidor, Renato Acuña, es “Más Médicos”.

Detrás de ambas frases está el foco de las campañas. Si bien Siches apunta a las tareas internas del gremio con el término “junt@s”, incluir el nombre de “Chile” indica dar continuidad a la línea que ha llevado en la crisis sanitaria de mantener influencia en las políticas públicas, muchas veces enfrentándose tanto al exministro de Salud Jaime Mañalich como al actual, Enrique Paris.

El mensaje de Acuña, en cambio, va directamente a su gremio: quiere que el Colmed se enfoque en especial en sus colegiados. “Los médicos tenemos que estar tranquilos para poder trabajar tranquilos” dice a PAUTA.

Será una disputa en la que Acuña, conocido dentro de los médicos, enfrenta a Siches emergida como figura nacional. En la encuesta Cadem de agosto, ante la pregunta “¿Quién le gustaría a usted que fuera el próximo candidato a presidente de Chile?”, Siches obtuvo 1%, tal como Pamela Jiles, Heraldo Muñoz, Francisco Vidal, Sebastián Sichel y Beatriz Sánchez.

Y, esta semana, en el mismo estudio, si la diputada Jiles obtuvo un 65% de respaldo por su trabajo, Izkia Siches marcó 63%. Es un empate técnico, dado el margen de error.

La palabra en disputa

La campaña de la directiva de Izkia Siches se oficializó, discretamente, el pasado sábado 14 de noviembre con un comunicado público en el que se anunció la repostulación de lista (es la primera vez que una directiva del Colmed pretende la reelección). Y, en adelante, intensificarán su mensaje en redes sociales y con encuentros con médicos. Una fortaleza que tiene el grupo es que, en su período, aproximadamente cuatro mil médicos, la mayoría jóvenes, se asociaron al gremio.

La campaña de Acuña, en cambio, fue con un lanzamiento público. Tuvo como una de las invitadas a la exseremi de Salud Metropolitana Rosa Oyarce y Acuña fue el orador. El postulante recordó que su padre -quien era militante DC- también presidió el colegio en los 70. “Quiero un colegio para todos y todas y sin colores políticos”, dijo el domingo 15.

Es justamente la pregunta sobre qué se entiende por política -si es mala o buena para el colegio- lo que cruza esta elección. 

De hecho, la principal crítica de la lista del médico cirujano Renato Acuña a la actual directiva es que “politizó” al colegio, en especial durante la pandemia. Plantean que debido a ese foco, el gremio ha dejado de lado a los médicos de salud privada.

“Si ahora hay un porcentaje importante que no quiere estar en el Colegio Médico es porque sienten que se ha convertido en algo político y esa no es la idea. Si alguien quiere hacer política, que entre a un partido. Pero un gremio se debe preocupar de los agremiados”, dice Acuña.

Como ejemplo, recuerda que médicos de la Democracia Cristiana dieron su apoyo, el pasado 16 de noviembre, a la lista de Izkia Siches. “¿Por qué un partido político tiene que estar apoyando a una lista de un gremio?”, critica Acuña.

En la actual directiva, en todo caso, solo hay un militante, y es justamente DC: Jaime Sepúlveda.

Mientras que para los incumbentes, sobre todo para Izkia Siches, quien también es cirujana, la palabra “política” tiene una concepción muy distinta a la de su contendor: entiende el papel del Colmed como un actor social que debe influir y que está en la la lógica del poder.

“Para nada reniego de ese rol, que es muy distinto a la política partidista con que creo que él (Acuña) intenta teñir este debate. La política es inherente a los seres humanos, las organizaciones son política e intentar de instalar estas ideas de satanizar el rol activo del colegio en un momento en que las organizaciones de la sociedad civil se vuelven tan trascendentes, también son ideas políticas”, dice Izkia Siches a PAUTA.

Y añade: “Estamos muy de acuerdo con que esto no sea político partidista. Nosotros hemos intentado mantener la autonomía, teniendo diferencias con las distintas administraciones. De hecho, las tuvimos, en un inicio, con la Nueva Mayoría. Nosotros damos garantía de que, con colores muy distintos de los gobiernos, de que este no es un colegio que vaya a sucumbir a las presiones del Ejecutivo de turno”.

La primera señal: el inserto en El Mercurio 

Renato Acuña cuenta a PAUTA que varios médicos, descontentos con la línea de directiva actual, le pidieron postular.

Pero lo cierto es que ya a fines de marzo su nombre comenzó a tomar relevancia como un claro opositor a la línea y estilo de la directiva de Izkia Siches.

Ocurrió cuando Acuña, secundado por Enrique Paris -quien aún no era ministro- encabezaron la lista de más de 200 médicos que suscribieron una declaración pública -a través de un inserto en El Mercurio, el 29 de marzo- titulada “Coronavirus y autoridad sanitaria. Médicos de Chile”.

La clave está lo que dijeron en uno de sus cuatro puntos: “Apoyamos el liderazgo del Ministerio de Salud, quien legítimamente debe conducir los esfuerzos para vencer esta amenaza en conjunto con los aportes de otras instituciones de la comunidad. Reconocemos su competencia y el gran nivel de sus asesores. En época de crisis, es necesario un liderazgo único”.

De esa carta, Acuña señala que “como médicos queríamos que primara la cordura. Y lo que hicimos fue decir que teníamos que ponernos detrás de la autoridad para colaborar. Nos dicen que apoyamos al ministro Mañalich, pero no. Creíamos que no se podía estar peleando por las redes sociales y por la televisión, que se pusieran de acuerdo y tuviéramos una sola línea”.

El texto fue publicado justamente cuando el Colegio Médico -entre ellos su secretario nacional, José Miguel Bernucci, discrepaba públicamente de las decisiones que el entonces ministro de Salud, Jaime Mañalich, tomaba al principio de la pandemia: el gremio exigía que se sumara con urgencia para abordar la crisis sanitaria un consejo técnico. Luego vendrían las discrepancias ante los tipos de cuarentena: progresivas o totales.

Al mismo tiempo, Izkia Siches surgía como figura relevante en el debate sanitario.

Al respecto, Izkia Siches comenta a PAUTA que apoyar a una autoridad de un gobierno “es un hecho muy político, sobre todo cuando estábamos en un conflicto que era muy técnico. Cuando médicos de distintos espectros, sobre todo los que tenían más conocimientos en infectología y epidemiología, estaban dando luces de alerta”.

“Reniego de este afiche que nos han intentado poner de que no nos preocupamos del trabajo gremial”, continúa. “Hemos estado haciendo acción gremial en torno a los beneficios clínicos de nuestros médicos. No hemos tenido mucha voluntad del gobierno de turno, porque hay muchos acuerdos incumplidos. Pero, de todas maneras, esto tiene dos aristas: no se puede debilitar el rol gremial, que es el corazón del Colegio, y eso no es contradictorio con un papel muy preponderante en el debate público”.

Tras el estallido social del 18 de octubre, el Colmed tomó un rol preponderante en los casos de derechos humanos, tras las lesiones oculares por disparos de carabineros, que también le generó críticas: “Tenemos muchos colegas que son oftalmólogos con perspectivas políticas muy diversas, pero cuando empezaron a llegar nuestros heridos con balines, ellos fueron los primeros en estar. Y publicaron en revistas internacionales lo que estaba ocurriendo en nuestro país”.