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Cómo opera hoy el Consejo Asesor del Ministerio de Salud

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Agencia Uno
POR Cecilia Andrea |

Los reclutó temprano en marzo la subsecretaria Paula Daza. Todos tienen vasta experiencia, y prefieren alejarse de una vocería conjunta con el Ministerio de Salud.

Aparecen por todos los medios en las últimas semanas. El Consejo Asesor del Ministerio de Salud (Minsal) comenzó a trabajar oficialmente el 15 de marzo, pero sus integrantes no habían adquirido notoriedad hasta entrado abril, cuando ocurrió el traspié del Gobierno al anunciar el retorno de los funcionarios públicos.

En ese minuto, se avivó la polémica cuando afirmaron que, sobre esa decisión, a ellos no les consultaron. Y ahora, en la semana del anunciado peak de Covid-19, entre los tira y afloja por los datos, por las estrategias y las nuevas medidas que aplica el Minsal, las declaraciones de los miembros de la mesa técnica son muy solicitadas.

Sin sueldo por sus funciones

Es una popularidad inusitada para un grupo de médicos e investigadores en circunstancias normales. “Agotado” de salir en prensa, radios y televisión, dice estar uno de los consejeros. A veces incluso ya no les consultan por temas técnicos, sino también por asuntos más políticos, relacionados con el proceso de toma de decisiones de las autoridades.

El fin de semana del 18 de abril, cuando ocurrió el famoso “no fuimos consultados”, las búsquedas en Google para “Consejo Asesor” en Chile se dispararon. 

“El mensaje está más bien saturado. Se transmitió lo fundamental y lo que queda más bien son discusiones de otra naturaleza, que tienen probablemente un objetivo diferente y que de alguna forma distraen la disponibilidad de tiempo que algunos de nosotros tenemos”, comenta Gonzalo Valdivia, médico cirujano, jefe de la División de Salud Pública y Medicina Familiar de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y también parte del Consejo Asesor. 

Los 10 miembros de la instancia mantienen sus trabajos e investigaciones como antes de la pandemia. Entre ellos hay antiguos asesores de la cartera de Salud, profesores universitarios, exdirectores de instituciones públicas y hasta un exministro. Ninguno recibe sueldo por sus funciones en la mesa.

Sin nombres nuevos

La reclutadora fue la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza. Ocurrió a inicios de marzo. El objetivo fue planteado de inmediato: asesorar al Ministerio de Salud en la toma de decisiones, pero también ser capaces de proponer y debatir preguntas para luego compartírselas a la autoridad competente.

En la instancia quedaron fichados Ximena Aguilera, médica cirujana y especialista en Salud Pública por la Universidad de ChileCatterina Ferreccio, profesora de epidemiología de la UC; María Teresa Valenzuela, magíster en Salud Pública y Microbiología por la Universidad de Chile y académica de la Universidad de Los Andes; Gonzalo Valdivia, cirujano UC, y Pablo Vial, médico cirujano por la Universidad de Chile e investigador de la Universidad del Desarrollo.

También, por parte del mismo Ministerio de Salud, incorporaron a Fernando Otaízajefe de Control de Infecciones Asociadas a la Atención en Salud de la cartera; Johanna Acevedo, jefa del Departamento de Epidemiología, y Rafael Araos, médico cirujano por la Universidad de los Andes, ya antes asesor del ministerio.

Para el momento de la discusión de la suspensión de clases también se incorporaron Miguel O’Ryan, miembro de la Academia de Medicina, y Álvaro Erazo, exministro de Salud del primer gobierno de Michelle Bachelet.

Todos cuentan con diversas especializaciones en áreas de la salud pública, epidemiología, virología e infectología, entre otras. Tienen vasta experiencia. Algunos ya habían trabajado entre ellos y con el mismo ministerio. Otros llevan décadas asesorando a distintas administraciones.

¿Los escucha el Minsal?

El Consejo Asesor publica minutas en que que recoge los puntos más relevantes de las discusiones. Cada sesión dura cerca de dos horas. Empezaron reuniéndose dos veces por semana en las dependencias del Minsal, pero eso pronto mutó a citas por la aplicación Zoom, donde modera la vocera de la instancia, Ximena Aguilera. La eligieron de común acuerdo y no solo es quien lleva mayormente la relación con el ministro de Salud, Jaime Mañalich, sino que también es la escogida del grupo para hablar en representación de todos.

Aguilera, quien es además directora del Centro de Epidemiología y Políticas de Salud de la Facultad de Medicina de la Clínica Alemana-Universidad del Desarrollo, tiene otra característica: fue el nombre que el Colegio Médico más insistió en incluir en esta instancia.

Las reuniones del consejo son fluidas. La pauta de temas la maneja la subsecretaria Daza, pero ellos van añadiendo áreas por analizar de acuerdo con la contingencia. Se convocan a través de Whatsapp y correo electrónico.

Dicen que tienen criterios dispares, pero que siempre han llegado a consenso. En la primera reunión, con 75 casos de Covid-19, el consejo ya solicitaba de forma unánime gratuidad universal para los exámenes de PCR. Hasta la fecha, esa es una de las sugerencias que no ha sido adoptada por completo por el ministerio que, en su lugar, fijó un precio máximo a pagar.

Ocurrió algo similar con la conclusión de los asesores sobre suspender las clases: al 15 de marzo, los consejeros no estaban de acuerdo por falta de evidencia sobre los beneficios de esta medida y porque era recomendable vacunar contra la Influenza a los niños y adolescentes en los mismos establecimientos. Ese día hubo un punto de prensa en La Moneda donde María Teresa Valenzuela planteó la postura de los especialistas convocados. Horas más tarde, sin embargo, el Ejecutivo cedió ante la presión de los alcaldes y suspendió las clases.

El momento más tenso ocurrió cuando los integrantes del consejo decidieron hacer una declaración sobre el plan de retorno de los funcionarios públicos. “El consejo no fue consultado previamente a la emisión del mencionado decreto”, sentenciaron en el primer punto.

“No todas las medidas que toma el Ejecutivo son consultadas”, respondió Daza.

En general, explican a PAUTA algunos consejeros, el ministerio ha sido bien receptivo de las sugerencias que han hecho. Y cuando no, son las autoridades de la cartera quienes les explican el detalle de por qué no.

Bastante de lo que sugerimos es acogido por el ministerio. Esto es un Consejo Asesor, a nosotros nos preguntan, deliberamos y mandamos una opinión. No esperamos que se haga todo lo que nosotros decimos”, explica Pablo Vial a este medio.

“Cuando se le hacen sugerencias al Minsal, escuchan con atención. La propia participación de la subsecretaria Daza lo demuestra, del ministro cuando ha sido posible. Creo que, muy por el contrario, no somos algo decorativo ni mucho menos. No estamos solo por el procedimiento burocrático. Tenemos la libertad para establecer las opiniones del consejo técnico”, suma Álvaro Erazo en conversación con PAUTA.

Lo mismo indicó Ximena Aguilera, entrevistada en Primera Pauta, de Radio PAUTA, el jueves 30 de abril. “Nos han hecho caso en varias cosas; no en todo, por cierto. Ellos tienen que tomar la opinión y decidir en base a lo que opinamos nosotros y el resto de los sectores con los que toma la decisión el Poder Ejecutivo”, contó.

Los enlaces con el Colegio Médico

Una de las peticiones que el Colegio Médico canaliza semanalmente en la Mesa Social Covid-19 (una instancia distinta y que se reúne presencial o virtualmente en La Moneda) es potenciar el rol del Consejo Asesor del Minsal en la pandemia. Una de las formas: incorporar a alguno de sus representantes en las vocerías diarias del Ministerio de Salud. 

“Se insiste en la necesidad de realizar diariamente un punto de prensa técnico incorporando al Comité Asesor Covid-19 en que se dé a conocer la situación epidemiológica y se expliquen las medidas a aplicar, con un conjunto de datos priorizados y comparables”, se lee en la minuta de la duodécima reunión de la Mesa Covid.

Desde el mismo Consejo Asesor se resisten. “No entiendo por qué deberíamos aparecer. El consejo lo nombró el ministerio y ahí se nos explicaron las funciones, es una labor que se nos está demandando prácticamente todas las semanas. Las comunicaciones son responsabilidad del ministerio, estar presente en las vocerías no me parece factible”, opina Vial.

Otros argumentan sobre la base de la autonomía del grupo y del peligro que podría significar, en ese sentido, aparecer al lado del Ministerio de Salud. “Un elemento fundamental del consejo es mantener su plena autonomía en el proceso de toma de decisiones. No quisiéramos que de alguna manera, por estar a la izquierda, derecha, atrás o adelante del ministro, alguien pudiera entender que nuestras decisiones están más bien mandatadas por el ministerio”, dice Valdivia.

Lo que sí explicitan tanto de parte del Colegio Médico como del Consejo Asesor es que hay una relación bien estrecha entre ambos organismos. Nunca se han reunido oficialmente, pero sí hay conversaciones cruzadas, individuales, siempre que hay dudas o temas nuevos. Típico de colegas de salud, explican.

Han participado también en instancias comunes en el Senado, por ejemplo, donde funciona una mesa en la Comisión de Salud que los ha reunido en varias ocasiones. Incluso, Aguilera trabajó en 2018 en conjunto con el colegio en una propuesta de reforma del financiamiento de la salud en el país. Y de acuerdo con los registros del directorio médico de Colmed, dos de los asesores del Ministerio de Salud son afiliados al Colmed: Gonzalo Valdivia y Miguel O’Ryan.