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Convencional Álvez (FA): “Aquí quizás estamos regionalistas versus centralistas”

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Agencia Uno
POR Paul Follert |

La constituyente del Biobío dice en entrevista con PAUTA que está dispuesta a coordinar la Comisión de Armonización. Advierte que avanzar a un Estado Regional tomará más de una década y pide a la Segpres ayudar en la difusión.

Fue coordinadora de la Comisión de Reglamento en la primera etapa de la Convención y hoy ocupa una de las siete vicepresidencias adjuntas de la Mesa Directiva. Amaya Álvez (RD), doctora en derecho constitucional, se define como activista, defensora de derechos humanos, mestiza y penquista. 

Es considerada por sus pares como una de las líderes del Frente Amplio en la Convención, principalmente en la técnica legal. Fue justamente su conocimiento del derecho constitucional lo que impulsó a la abogada a coordinar la etapa reglamentaria del proceso constituyente.

Ahora, en conversación con PAUTA, dice no estar cerrada a liderar el proceso de armonización en uno de los dos puestos de la coordinación. Advierte, eso sí, que aún es algo prematuro. “Lo manifesté en una reunión del Frente Amplio, así que es algo obvio: yo tengo la esperanza de ir Armonización, yo quiero ir para seguir aportando en ese espacio. [Pero] creo que es demasiado prematuro para hablar de coordinaciones”, comenta.

Sobre la propuesta que surgió del “gran acuerdo” mayoritario en el seno de Sistema Político, dice estar conforme y no cree que se deban aumentar las atribuciones a la Cámara de las Regiones. Afirma que las verdaderas competencias están en las Asambleas Regionales. Justamente, este último órgano fue una de las principales propuestas que impulsó en la Comisión de Forma de Estado, espacio donde se acercan al final de su trabajo. La próxima semana votan el último informe temático de esa comisión, si es que logran la aprobación de todos sus artículos.

Además, desestima que haya un aumento del Rechazo a la nueva Constitución. Critica a las encuestas, a las cuales acusa de tener un sesgo centralista.

El tránsito hacia un Estado Regional

-Algunos prevén que el Estado Regional podría tardar 10 años en aplicarse- ¿Cuáles serían los primeros cambios que veríamos en caso de que se apruebe la nueva Constitución?

“La forma jurídica de Estado es relevante, pero a la vez también implica una reforma orgánica de órganos, instituciones y competencias, y suponen en el fondo transitar del lugar donde estamos hoy, que es un excesivo centralismo, a que órganos a nivel territorial vayan teniendo competencia. Eso supone revisar, por ejemplo, las leyes que regulan esos órganos, de qué manera las competencias son desarrolladas. Es un esfuerzo que exige gradualidad […]. Estoy de acuerdo en que nos va a tomar al menos una generación y esto puede ser más de 10 años, y no es problemático que sea así en la medida que el cambio sea gradual pero incremental”.

-Se ha planteado la idea de partir con pilotos en algunas regiones. ¿Comparte esa idea?

“Sería perfectamente posible pensar en un orden de regiones en que lógicamente las regiones más grandes, las más complejas, se ponen al final. El sentido de una implementación gradual es que uno va aprendiendo de la manera en que va aplicando las normas. Por ejemplo, aquí habrá servicios que van a tener una lógica territorial, o sea la educación va a tener una clave territorial; por ejemplo, tendería a pensar que las clases de biología en Arica no podrían ser la mismas que en Magallanes, porque hay cosas distintas que aprender,  pero por supuesto que la base es común”.

-La Comisión aprobó que los gobiernos regionales y las municipalidades tengan autonomía financiera para el cumplimiento de sus funciones. ¿Qué implicaría en la práctica?

“Nuestra propuesta de descentralización fiscal viene con un apoyo transversal. En esta ocasión también vamos con indicaciones firmadas por convencionales de la derecha y para nosotros eso es importante, porque demuestra que la demanda de Estado Regional y descentralización es una demanda que excede el eje de izquierda-derecha. Aquí quizás estamos regionalistas versus centralistas que ya claramente quedaron fuera del texto constitucional.

Señalamos que gobiernos regionales y municipalidades van a gozar de autonomía financiera para cumplir sus funciones, tienen en el fondo una estructura territorial […]. En nuestra propuesta lo que hacemos es definir cuáles son las fuentes de ingreso de las entidades territoriales, hablamos de la que les asigne la Ley de Presupuesto, pero también van a haber tasas y contribuciones de afectación regional. Podría dar un ejemplo, no es que sea así: Pucón podría perfectamente pensar que va aplicar una tasa de índole turística; Venecia lo hace.

También habrá distribuciones de fondos de compensación, porque parte de lo que hemos señalado desde el inicio es que aquí hay inequidad territorial […] Entonces, es importante indicar que en los desarrollos industriales que afecten una localidad territorial, también se busque que se produzca una compensación por esa afectación

-Las regiones ahora van a poder crear empresas públicas bajo ciertas condiciones, lo que ha sido criticado por ciertos sectores. ¿Cómo se vincula con este aspecto?

Nosotros siempre lo pensamos como una autorización por ley, y quedó así. No es que simplemente se pueden crear de la nada, sino que va a ser la ley la que va a establecer las condiciones, los requisitos. Y siempre se pensó que eran empresas de servicios básicos o esenciales, no estamos pensando en meternos en la disputa de un ámbito que hoy día primordialmente en los privados.

-Algunos acusan que se está creando mucha burocracia que implicaría altos costos para el Estado. ¿Hay alguna estimación de cuánto gasto implicaría la transformación hacia un Estado Regional?

En esa especie de observación hay mucho de improvisación, por eso es tan importante que en las [disposiciones] transitorias haya equipos técnicos […] Ojo: que tenga un valor económico y que sea en el fondo un valor importante no es obstáculo para no hacerlo. Es como decir que los derechos humanos cuestan dinero y por eso no los vamos a  implementar. Aquí el Estado Regional va a exigir el perfeccionamiento de la institucionalidad que ya existe, eso es importante decirlo, porque le estamos dando nuevas atribuciones al concejo municipal, pero el concejo municipal ya existe; estamos creando la Asamblea Regional, pero lo hemos dicho 10 veces: son los Core 2.0.

-El vicepresidente anunció que formaría una mesa de trabajo con la Asociación Chilena de Municipalidades para atender y materializar sus inquietudes. ¿Comparte la decisión? 

Él dijo que no fue así, quizá se malentendió, yo no sé. Vino una agrupación de municipios que es pequeña, hay una muy numerosa y otra más pequeña con municipios principalmente de derecha, eso también hay que decirlo, y entiendo que ellos tenían algunas inquietudes, planteémoslo en términos diplomáticos… Había mucho desconocimiento, porque ellos planteaban que había que trabajar sobre normas que ya estaban en la propuesta de nueva Constitución. Yo los invitaría a trabajar por el Plebiscito de Salida para que lo aprobemos“.

Mi impresión es que a veces, y me llama la atención, organizaciones así aparecen muy fuerte en aquellos momentos en que la norma aprobada cambia en algo las condiciones actuales […] A mí me parece que el desafío de la Convención es cambiar las normas existentes, es parte de lo que estamos haciendo, por tanto si tuviéramos que dar miles de explicaciones a todas las personas respecto de las cuales van a cambiar las condiciones, sería difícil trabajar.

-Sobre el “gran acuerdo” en Sistema Político, algunos acusan que las regiones quedan marginadas en la legislación de temas como salud, educación, derechos sociales. ¿Cree que se deben aumentar las atribuciones de la Cámara de las Regiones?

No creo que se debería aumentar. Yo creo que la Cámara territorial como está, está bien. Está en un equilibrio en que tiene importantes competencias con impacto territorial, con impacto regional, yo creo que sería un error darle competencias amplias porque en el fondo la transformaría en un Senado como lo tenemos hoy día, una Cámara espejo; no queremos una Cámara espejo, queremos que la Cámara territorial siga manteniendo su condición de representante de las regiones. La Cámara territorial tiene que ser un eco importante y relevante de las regiones, y las verdaderas decisiones vienen desde las regiones, o sea la Cámara territorial tiene que replicar lo que venga desde los territorios y por eso los integrantes de la Cámara territorial son electos por las Asambleas Regionales. En el fondo, las verdaderas competencias están en las Asambleas Regionales, ahí es donde tiene que estar la toma de decisiones.

-Pero no pueden participar en materias de interés nacional relacionadas con salud, educación…

Pero lo que pasa es que en materia de derechos fundamentales, porque se llaman derechos sociales los que acaba de nombrar, tienen el mandato de ser iguales para todos quienes habitamos en Chile. Por lo tanto, es correcto que se quede como un estándar igual para todos quienes estamos en Chile. Después las Asambleas Regionales tendrán que bajarlo a las características territoriales.

La etapa de Armonización

-El instituto Max Planck dijo que las atribuciones de la Comisión de Armonización eran “relativamente limitadas” y que cuando los plazos son muy ajustados esto puede afectar la coherencia general. En ese contexto, ¿cree que debieran aumentarse las atribuciones?

Me gustó mucho el documento de la Max Planck. Creo que fue una excelente visita […] Pienso que como está en el Reglamento General es suficiente, porque no está restringido. No hay que equivocarse. Si uno lee el Reglamento General no está pensado solo para corregir las comas, los puntos apartes del texto que se proponga; esa es la revisión formal que ya está adelantando en la Secretaría Técnica que va a entregar un informe el día uno. Existe la posibilidad de ver los vacíos y las contradicciones, y la Comisión de Armonización tiene un mandato por la técnica legislativa y tiene un mandato de coherencia general del texto. Entonces, creo que interpretando esas facultades tenemos todo lo necesario para hacer las propuestas que se hacen vía indicaciones al Pleno.

El mismo Max Planck dijo que el articulado era de buena calidad y que respondía a los estándares internacionales de derechos humanos. Me parece que a veces internamente dentro de Chile somos un poco autoflagelantes con los resultados de la Convención, y si viene alguien tan erudito como el fundador de la Fundación para la Paz Internacional y el Estado de Derecho y dice que en su extensa experiencia el articulado es de calidad y que cumple con los estándares de derechos humanos, al menos yo, sin pensar que es perfecto, me da mucha satisfacción.

-Usted fue coordinadora de la Comisión de Armonización en la etapa del Reglamento, donde en general tuvo una buena evaluación entre los convencionales. ¿Va a postular a ser coordinadora de la Comisión de Armonización ahora?

El Reglamento fue superintenso, yo quedé satisfecha. Fue un trabajo colectivo, nada de esto es individual […] yo ayer [jueves] lo manifesté en una reunión del Frente Amplio, así que es algo obvio: yo tengo la esperanza de ir Armonización, yo quiero ir para seguir aportando en ese espacio. Creo que es demasiado prematuro para hablar de coordinaciones. Yo ya manifesté mi voluntad de ir, pero para eso evidentemente el colectivo tiene que dar las firmas, así que una vez que se concrete eso y sepamos quiénes van a Armonización, yo creo que recién ahí van a poder hablar de la coordinación.

-¿Pero se cierra a ser coordinadora?

No, no me cierro, pero uno no puede andar… A mí me da un poco de… No sé si de pudor, o creo que no es el momento […] Yo digo que es importante pensar en quién va a coordinar, pero evidentemente no es el momento ahora.

El llamado a construir acuerdo más amplios

-El presidente Gabriel Boric llamó a construir acuerdos más amplios y dijo que los problemas de la CC no eran solo comunicacionales. ¿Usted atiende este llamado?

Yo atiendo ese llamado. Es más, antes de que lo dijera el Presidente, lo hemos estado haciendo en la comisión número tres [Forma de Estado]. Presentamos indicaciones, algunas de ellas firmadas por más de 23 convencionales, de 25 que hay en la comisión… Muchas de las indicaciones las votamos favorablemente los 25. No es poco común que en nuestra comisión las indicaciones se aprueben por 25 votos.

-Eso puede ocurrir en Forma de Estado, pero hay otras comisiones en que el panorama es totalmente distinto.

Bueno, uno tiene que responder por el trabajo que hace. Aquí estamos realmente muy ensimismados en nuestras respectivas comisiones. Creo que es un llamado, una invitación que el Presidente hace de una perspectiva muy favorable a la Convención […] pero al menos respecto de nuestra comisión, lo hemos estado haciendo así desde hace mucho tiempo.

-¿Deberían hacer lo mismo las otras comisiones?

Pucha, es que cuando uno dice eso les cae mal, pero sí.

-Ya hay algunas encuestas que dan ventajas a la opción del Rechazo. ¿Hay alguna autocrítica de los convencionales?

Yo creo que las encuestas hay que valorarlas en su mérito, no todas tienen la misma metodología ni tienen tampoco el mismo estudio. O sea, ¿cuántas personas encuestaron? ¿De qué lugares? Me da la impresión  de que muchas son bien centralistas. ¿Irán realmente a los territorios? Porque a veces preguntan cosas del Estado Regional que no se entienden. Ni siquiera en la formulación de la pregunta se entiende la lógica del Estado Regional. Yo pondría esa prevención, sirven a un propósito, habría que ver cuál es ese

Yo voy a Biobío, que es mi territorio, y les pregunto a las personas: tienen inquietudes, tienen dudas, tienen preguntas, y quizás sí hemos fallado en una campaña de difusión pedagógica ciudadana para explicar los contenidos que estamos aprobando. Pero ustedes mismos [periodistas] se dan cuenta de la intensidad de nuestro trabajo. ¿A qué hora vamos al territorio a explicar lo que estamos haciendo aquí hasta las 12 de la noche, dos de la mañana y al otro día las 6 de nuevo?“.

Nuestra capacidad física de comunicar está un poco limitada por el trabajo intenso de votar y aprobar para el Pleno y las comisiones respectivas. Haría la llamada de vuelta: ojalá que a través de las Segpres, ojalá que el Gobierno, creo que ya lo está haciendo en buena medida, nos ayude a difundir lo que estamos aprobando. Pienso que va a ayudar mucho que la semana subsiguiente suba el informe de la Comisión de Derechos Humanos sobre derechos sociales al Pleno, porque ahí la ciudadanía va a poder darse cuenta realmente de cómo vota cada uno de los convencionales y qué es lo que queremos avanzar en términos de derechos sociales