Actualidad

El impacto del “Olivazo” en la recta final de la campaña de Apruebo Dignidad y Gabriel Boric

Imagen principal
Agencia Uno
POR Gladys Pierola |

La candidata a senadora por la RM Karina Oliva (Comunes) pagó altos sueldos a asesores en su fallida campaña como gobernadora regional. Boric le quitó el piso político. Los otros partidos del bloque evalúan el impacto.

Un reportaje Ciper se convirtió en una inesperada bomba de último minuto en el Frente Amplio y en el comando de Apruebo Dignidad de Gabriel Boric. Este miércoles, cuando faltaban cuatro días para las elecciones presidenciales y parlamentarias, el medio electrónico reveló que los gastos de campaña para gobernadora metropolitana de Karina Oliva (Comunes) incluían altos sueldos a asesores e ítems millonarios. Oliva es la principal carta frenteamplista al Senado en la Región Metropolitana, proyección avalada en su casi triunfante desempeño en los comicios de junio pasado

La publicación se centró en los gastos que rindió la candidata a senadora en su campaña pasada a gobernadora regional (gore). Según señaló Ciper, Oliva contó con el “equipo mejor pagado” de la carrera a gore, pues siete de sus asesores -todos militantes de Comunes- presentaron boletas al Servicio Electoral por un total de $137 millones. Estos son: Martín Miranda Sepúlveda (jefe de campaña), quien en ese cálculo recibió $40 millones por cinco meses de campaña legal; Camila Ríos (miembro de la directiva nacional), que entregó boletas por $25,5 millones; José Robredo (periodista del partido), con $20,9 millones; Jorge Ramírez (hasta este miércoles presidente de Comunes y expareja de Oliva), quien rindió boletas por $16,2 millones; Diego Corvalán (jefe del equipo electoral de Comunes), con $10 millones por cuatro meses de trabajoJean Flores, quien recibió $15 millones, y Luis Romero, a quien le pagaron $10 millones por trabajar en la segunda vuelta en que Oliva perdió ante Claudio Orrego (DC). Todos son colaboradores del círculo estrecho de la candidata. A ello se suma pagos a nombre del think tank de Comunes y también varios estudios realizados por Criteria Research.

La polémica causó varios telefonazos de emergencia, amenazas de ir al Tribunal Supremo del partido en cuestión e incluso la renuncia de Ramírez a la presidencia de Comunes. Pero fue más que eso: expuso el quiebre del partido más pequeño del Frente Amplio y, como coletazo, un daño de imagen al propio conglomerado.

La trizadura

El reportaje se viralizó velozmente en redes sociales y se replicó en distintos medios de comunicación. El tema alertó de inmediato al FA y el equipo de Boric, pues mientras esperaban la respuesta pública de la propia Oliva, crecía la preocupación por el efecto que podría tener una polémica así en el tramo final de las campañas. Si bien el Servel ya pagó y encontró “todo en orden” según la ley, los montos asociados parecían “excesivos” e “incluso reprochables”, comentaron en el Frente Amplio, en especial cuando ellos han sido críticos con los temas de financiamiento. Aunque no se haya cometido una ilegalidad, en las filas frenteamplistas dicen que la situación “se ve fea” y les abre un “flanco ético” innecesario en la presidencial y también en la parlamentaria, lo cual será material para cuestionamientos desde la vereda de sus contendores. 

Las operaciones se ejecutaron con rapidez. El encargado fue el principal asesor político de la campaña de Boric, el diputado Giorgio Jackson (RD). Habló directamente con el presidente de Comunes, Jorge Ramírez -uno de los receptores de remuneraciones “millonarias”- para pedir explicaciones del tema y hacer el control de daños sobre cuánto de esta polémica podría salpicar a Boric. A esa hora, varios parlamentarios del Frente Amplio ya se habían quejado por Twitter. El propio Jackson abrió uno de los diques: “La noticia de Ciper sobre gastos de campaña merece una explicación a la altura del momento que estamos viviendo”.

La señal era clara, comentan las mismas fuentes. No podían quedarse callados o tener alguna defensa “a medias tintas”, más allá que todo pareciera en regla. Menos a pocas horas de los cierres de campaña. La tensión solo subió. Luego de esa conversación con Jackson y con las críticas internas encima de su cabeza, Ramírez comunicó al propio jefe de comando de Boric y sus cercanos su renuncia a la presidencia de Comunes. 

La defensa de Oliva y la respuesta de Boric

Pasadas las 19:40 horas, Oliva salió a defenderse. A través de un comunicado público, la candidata calificó el reportaje como una herramienta de “utilización política”. Aseguró que al no tener recursos debió recurrir al endeudamiento y a pedirles ayuda a los miembros de su partido, porque fueron “los únicos disponibles” para trabajar y esperar por más de ocho meses sus pagos, los que fueron cubiertos con el reembolso del Servel. 

Su respuesta dejó un gusto amargo en el bloque frenteamplista.

La candidata de Comunes no especificó mucho más sobre los montos de las boletas publicadas por Ciper. Solo se dedicó a defender que su equipo se conformó apenas terminó la primaria de gobernadores; es decir, a partir de diciembre 2020 y por eso se justificaba ciertos sueldos. “Este equipo prestó servicios durante seis meses por un monto de $2.500.000 mensuales”, aseguró. 

Aunque no se refirió a si su equipo fue el mejor pagado, sí opinó que su campaña no era “la más cara” para la Gobernación Regional Metropolitana, porque sus costos en la primera vuelta fueron $408.492.235, “lejos de los más de $790 millones de Catalina Parot (Chile Vamos) o de los $780 millones de Claudio Orrego (DC)”.

En su defensa, la postulante incluso apuntó a que podría haber optado por su alta votación a reembolsos por cerca de $800 millones, sin embargo solo pidió la mitad: $409 millones, correspondientes a $125 millones del crédito del Banco Estado y $284 millones a los servicios detallados en la rendición de ingreso y gasto electoral. “Es falso señalar que hemos hecho un aprovechamiento de los recursos fiscales; al contrario, hemos actuado con total transparencia para que todos y todas conozcan la manera en que hemos realizado nuestra campaña”, agregó. Su afirmación, no obstante, sí fue engañosa, dado que el financiamiento electoral se rinde contra gastos, por lo que no podría haber recibido $800 millones salvo que sus gastos hubiesen sido mayores a lo que fueron.

Y cerró con la frase: “Nuestra campaña jamás ha sido financiada por los empresarios de la pesca, ni de la industria minera, ni por las inmobiliarias, ni por el retail, ni por ningún empresario. Nuestra campaña ha sido financiada con endeudamiento personal, sin tener patrimonio ni propiedades, ni ahorros en paraísos fiscales. Ni he tenido sueldos millonarios. Tengo muy claro que a las personas más poderosas de este país les incomoda que una mujer como yo haya crecido políticamente sin pedirles nada, porque siempre hemos dado la cara, en la calle y a la ciudadanía”.

Su tono y su detalle dejó a muy pocos conformes. Tanto así que media hora después de publicar su comunicado fue el propio candidato presidencial, Gabriel Boric, quien le restó todo el peso político que pudo haberle quedado. Por medio de Twitter, el diputado frenteamplista calificó la denuncia como “grave”. 

El quiebre en Comunes

El reportaje de Ciper también dejó expuestas las tensiones dentro de Comunes. Las dos diputadas de la colectividad, Claudia Mix y Camila Rojas (además, secretaria general del partido), amenazaron con pasar al Tribunal Supremo a los militantes mencionados en la publicación. Mix apuntó sus críticas al manejo de Ramírez y hasta amenazó con su renuncia a la colectividad. 

Rojas hizo sus descargos ante el resto de la directivaTras la renuncia de Jorge Ramírez, el partido se quedó sin presidente a la espera de que se convoque un Consejo General de emergencia. La diputada señaló que, mientras se llama a esa instancia, ya solicitaron una “investigación interna”. 

Ninguna de las diputadas mencionó si habían sido diligentes en haber indagado antes cómo se financió la campaña de Oliva. De hecho, la secretaria general de Comunes aseguró no haber participado en visar la rendición ni los montos asociados a los militantes que fueron nombrados en el reportaje.

La reacción del Frente Amplio 

Las alarmas también se encendieron en los vecinos, en CS y RD, pues la polémica no solo expuso la situación de Oliva: dejó expuesto al escrutinio público al FA y a toda su lista parlamentaria. De hecho, es conocida la tensión que existe entre un sector de RD y Comunes y, por eso, no sorprendió que varios de sus candidatos al Parlamento hicieran sus descargos en redes sociales. Algo similar pasó con Convergencia Social. Desde el partido de Boric, su vicepresidenta, Francisca Perales, apuntó a que en política se deber “actuar con una ética intachable”.

“Cualquier falta a la probidad que involucre a quienes aspiran a representarnos en espacios de poder, como la candidata Karina Oliva, debe ser investigado y sancionado con todo el rigor que exige la ley”, agregó Perales a PAUTA

El mismo mensaje fue entregado por los diputados de CS Gael YeomansGonzalo Winter y Diego Ibáñez, quienes pidieron una investigación al interior del bloque y tomaron distancia de las explicaciones que dio la candidata a senadora de Comunes. 

El tema también fue abordado en privado por sus competidores directos en la lista de Apruebo Dignidad, pues ahí quedó instalada la gran duda que cuánto puede perjudicar a los resultados del domingo en la RM. Oliva era la carta segura de Comunes para llegar al Senado y aún no sabe cuánto podría afectar esta polémica o, al revés, cuánto podrían capitalizar sus contendores internos del Partido Comunista y de Revolución Democrática.

De hecho, la dupla comunista en la senatorial metropolitana, Guillermo Teillier y Claudia Pascual, hasta el cierre de esta edición no habían comentado la situación en público. Algo similar pasaba con secretario general de RD y candidato Sebastián Depolo, quien también compitió con Oliva en la primaria de la gobernación metropolitana.

Hasta ahora la única que se ha pronunciado fue la candidata a senadora de RD Rocío Donoso, quien criticó los montos de los pagos a personas que trabajaron en el equipo de campaña de Oliva. “Necesitamos una señal fuerte del partido Comunes frente a esta situación que traiciona la confianza y constituye una mala práctica que debemos desterrar de la política”, señaló.