Actualidad

Atria rebate que la Convención cambie la regla de 2/3: “No corresponde a lo que podemos hacer”

Imagen principal
Agencia Uno
POR Cecilia Andrea |

El abogado fue trending topic en Twitter por su voto a favor de los 2/3 y en contra de los plebiscitos dirimentes. “La posición que estamos asumiendo refleja al FA y su militancia”, responde.

Esta semana, las subcomisiones de Reglamento concluyeron el debate y votación inicial de las normas que regirían en principio a la Convención Constitucional por el próximo año. El proceso continúa y aún las reglas no están escritas en piedra, pues aún está pendiente la discusión en el pleno de dicha comisión y en el Pleno del mismo órgano constituyente.

Entre lo votado, los constituyentes determinaron la creación de siete comisiones temáticas, la duración y composición de la Mesa Directiva, el procedimiento de redacción de las normas constitucionales, el cuórum de votación y qué sucede cuando una norma no alcanza el respaldo necesario para formar parte de la nueva Carta Magna.

Esos últimos dos puntos fueron el alimento de una intensa discusión en la subcomisión de la que participó el abogado y constituyente por el Distrito 10 Fernando Atria (FA). 

Atria fue uno de los seis que respaldaron la ratificación del polémico cuórum de 2/3 para la aprobación de normas constitucionales. El convencional frenteamplista argumentó que eliminar esa regla solo produciría “un hashtag o una avalancha de likes“, mas ningún efecto concreto para la Convención.

-¿Ve irresponsabilidad por parte del sector que está impulsando la discusión de impugnar el cuórum de 2/3?

“La discusión misma no es en sí irresponsable, tiene todo el sentido que se discuta porque es una cuestión que va a ser importante en el proceso constituyente. El hecho de intentar poner en el reglamento una regla distinta que la regla constitucional es fútil, porque la verdad es que, en rigor, haya o no haya una regla en el reglamento, la regla constitucional va a primar y se aplicará igual. La pretención de incluir en el reglamento una regla distinta -que según las distintas propuestas ha ido cambiando entre mayoría, 3/5, 4/7- tiene más sentido de hacer un gesto político que de pretender cambiar las reglas del proceso constituyente. Esas reglas creo que es claro que no pueden cambiar por decisión unilateral de la Convención. Discutirlas en términos de que después de la próxima elección parlamentaria el Congreso va a tener una composición distinta y podría pensarse la posibilidad de una reforma constitucional que cambiara las reglas de los dos tercios, creo yo, es en principio dentro de los términos que hoy día existen. Pero pretender que la Convención puede cambiar unilateralmente esa regla no corresponde a lo que la Convención puede hacer. Entrar en esa discusión es un riesgo para el proceso constituyente”.



-Pero representantes de lo movimientos sociales y los escaños reservados plantean que la Convención sí tiene autonomía para decidir sobre el cuórum. ¿Podría tener esto algún efecto sobre la legitimidad del proceso constituyente?

“Sí, creo que hay un problema de la legitimación del proceso constituyente, porque estaba afecto a ciertas reglas y esas reglas tenían ciertas condiciones. Impugnarlas pone en riesgo la legitimidad o la estabilidad del proceso constituyente. Además, esa es una regla cuyo sentido político cambió radicalmente el 16 de mayo, porque cuando fue exigida por la derecha en la negociación del 15N, tenía sentido al reconocer a la derecha un veto a los contenidos de la nueva Constitución. Yo dije desde el 16 de noviembre que, a pesar del sentido que tenía, era una regla aceptable porque era solo un veto desde una hoja en blanco, para impedir que ciertos contenidos llegaran a la Constitución, pero no para mantener en rigor reglas constitucionales, como lo que ocurrió en los últimos 30 años.  Después del resultado de la elección, esa regla no puede ser entendida así, porque no protege un veto de la derecha: la derecha no tiene el tercio necesario para vetar. Entonces, seguir insistiendo en impugnar los dos tercios, como si no hubiera pasado nada importante el 16 de mayo, es no leer lo que está pasando alrededor de uno”.

La razón para rechazar los plebiscitos dirimentes

Otra de las discusiones que marcó la semana fue la de los plebiscitos dirimentes. Una propuesta de la constituyente del PC Valentina Miranda, y en paralelo una indicación de Natividad Llanquileo (PP. OO.), Bárbara Sepúlveda (PC), Alondra Carrillo (MSC), Ingrid Villena (LLDP) y Daniel Bravo (LLDP), proponían que al no alcanzar los 2/3 una cierta norma, pero sí mayoría de los presentes, un plebiscito intermedio destrabara el tema. 

Atria rechazó la indicación, al igual que Ricardo Montero (Colectivo Socialista), Marcela Cubillos (Ind. UDI), Ruggero Cozzi (RN), Guillermo Namor (INN) y Fuad Chahin (DC). En la instancia, el abogado justificó su voto basándose en que la propuesta no tenía contenido y que se corría el riesgo de prometer a la ciudadanía un plebiscito que luego podría no hacerse.

-Usted planteaba que no está en contra de los plebiscitos dirimentes, pero que debía ser un tema analizado con calma. ¿Tiene en mente alguna fórmula, una propuesta concreta que deba realizarse?

“Expliqué en la sesión del miércoles de la subcomisión y en redes sociales los problemas que le veo a la realización del plebiscito como parte del proceso constituyente. En ambos casos yo aclaraba que esos problemas no los veo a priori como problemas insolubles, pero sí como cuestiones de las que hay que hacerse cargo. Y yo, por lo menos, todavía -esto no quiere decir que haya o no vaya a haber plebiscito- no he visto una propuesta que se haga cargo de eso, que sea una propuesta razonable, responsable de cómo se realiza un plebiscito que calce con los tiempos, con las potestades de la Convención, que solucione el problema de que se anuncie con bombos y platillos, y después resulte que no hay nada que dirimir y entonces no se realiza, y cómo va a ser eso interpretado por la ciudadanía. Todos esos son problemas y esperaría que las propuestas del plebiscito se hagan cargo de esos problemas y digan que tienen solución e indiquen cuáles son. Ahí podremos discutir, pero por lo menos tener una propuesta que sea algo más que lo que yo tenía delante de mis ojos en la subcomisión: una indicación de dos líneas y media que decía que en tales o cuales caso habría plebiscito. Nosotros en el FA no tenemos una objeción de principios y estamos trabajando también en considerar posibilidades a este respecto. Cuando tengamos una propuesta la vamos a presentar”.

Pero la Comisión también aprobó la “iniciativa popular constituyente”, en blanco, sin mayor contenido. La constituyente Alondra Carrillo dijo que aprobar aquello [plebiscitos dirimentes] era lo mismo que apoyar la iniciativa popular constituyente, punto que sí se aprobó. ¿Hay alguna diferencia entre la aprobación de ambos puntos?

“Hay diferencias obvias, son cosas distintas. Pero por cierto que son cuestiones que están en la frontera entre la Comisión de Reglamento y la Comisión de Participación Popular. En todo caso, los trabajos preparatorios que se producen en la comisión son preparatorios de la decisión del Pleno de la Convención. El Pleno es el que en definitiva toma la decisión, así que lleguen por un camino o por el otro, la cuestión va ser decidida por el Pleno”.

-La constituyente Elsa Labraña llamó el jueves a las bases de los partidos políticos a presionar por los plebiscitos dirimentes y los 2/3. ¿Cree que la postura de la militancia del FA difiere a la de los constituyentes electos aquí sobre estos puntos?

“La postura de los convencionales del FA e independientes vinculados al FA es uniforme, es común. Es una postura que tenemos todos y eso no es casualidad. Dentro del grupo hay algunos que vienen de partidos y hay otros que no, que vienen de movimientos sociales, del mundo independiente. Es una pluralidad considerable la que hay ahí. Y eso, creo yo, es una indicación de que la posición unánime que tenemos no responde a las peculiaridades de los personajes que están ahí, sino  responde a una visión constituyente que caracteriza al FA. No estoy diciendo que no pueda haber dentro de las bases de los partidos del Frente Amplio alguien que opine algo distinto, pero creo que en general la posición que estamos asumiendo respecto de estas cuestiones en el proceso constituyente es una que refleja a los partidos y movimientos del FA y su militancia”.

-Usted fue trending topic en Twitter este jueves, lo criticaron duramente, lo señalaron como cercano a la derecha. Elsa Labraña incluso lo llamó el “padre del acuerdo del 15N”. ¿Qué le ha parecido el tono de la discusión?

“La discusión que se da por redes sociales -creo que es demasiado caritativo llamarlo discusión, porque no lo es- es una especie de diálogo de sordos. Yo tengo mi opinión, sé que esa opinión es una opinión con la que están de acuerdo muchos, algunos. Creo que eso por lo menos en redes sociales lo manifiestan de una manera que a mí me parece un tanto pintoresca, me dicen que ahora yo soy el padre del Acuerdo de 15 de noviembre, que yo soy pinochetista. Está bien, creo que todos tienen derecho a expresar su opinión, de modo que no creo que sea una cuestión ni inaceptable ni nada. Y yo, claro, tengo también derecho a la mía: me parece casi divertido”.

Colectivo del Apruebo “no está primero en la lista” para el FA

-Esta semana se conformó un nuevo grupo dentro de la Convención, el Colectivo del Apruebo, con miembros del PPD, DC, independientes. ¿Cómo ve el rol de ese grupo en la Convención?

“Mi impresión es que la posición política que ellos representan no tiene mucha fuerza en la Convención. Pero claro, que se agrupen es significativo, porque tienen más fuerza agrupados que por separado. Eso es una cuestión bien interesante que está emergiendo en la Convencion: está quedando claro que la capacidad de incidir depende de la articulación. Los convencionales por separado no tienen mucha capacidad. Los que están articulados en grupos más grandes no solo suman, sino que aumentan, multiplican, su capacidad de incidencia. Al principio de la Convención había esta idea de que no hubiera nada parecido a bancadas, que la gente se sentara en el hemiciclo por sorteo. Creo que se ha mostrado que en los hechos eso no es compatible con una instancia deliberativa como la Convención Constitucional. Ahora, ese grupo en particular, habrá que ver qué posiciones asuman, pero tengo la impresión, y me puedo equivocar, que el posicionamiento político que supongo que lo caracterizaría es un posicionamiento político que no creo que tenga una gran relevancia en la discusión de la nueva Constitución”.

-¿Cree que el Frente Amplio no debería articularse con este grupo, debería buscar otras fuentes de acuerdos?

“No me parece el grupo al cual el FA debería mirar en primer lugar para buscar articulaciones políticas. Esto no quiere decir que no pueda haber ningún diálogo con ellos ni ninguna posibilidad de buscar acuerdos, pero no diría que están entre los primeros de la lista”.