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La historia de cómo se gestaron los 78 votos para la victoria de María Elisa Quinteros

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Agencia Uno
POR Paul Follert |

El nombre de la nueva presidenta de la Convención Constitucional surgió de la última reunión de la madrugada del miércoles 5 de enero. Y un apoyo de derecha fue decisivo.

Eran las 04:18 de la madrugada del miércoles 5 de noviembre y después de 19 horas de votación Elisa Loncon (mapuche) y Jaime Bassa (FA) anunciaban la suspensión de las sesión: “Hay trabajadores, trabajadoras, están nuestras familias también esperando, vamos a mantener la suspensión de la sesión hasta las 15:00 horas”, dijeron en ese momento los entonces presidenta y vicepresidente de la Convención Constitucional.

Al instante, un grupo de convencionales reclamaron pidiendo continuar con una novena ronda: ¿La razón? Habían llegado a un acuerdo. 

“Mi nombre no genera consenso […] es difícil ser independiente en política. Hoy estuvimos muy cerca de lograr la presidencia. Mi convicción es que los Movimientos Sociales deben tener ese lugar”.  Con esas palabras Cristina Dorador (MSC) bajó su candidatura a la presidencia de la instancia. Solo seis votos la separaron del cargo. El sector más a la izquierda de la Convención recibía el golpe de una candidatura que había llegado a su techo. 

Fue en ese momento cuando los colectivos independientes más a la izquierda del órgano se reunieron para lograr consensuar un último nombre. En la reunión que se realizó en los patios del Congreso de Santiago participaron escaños reservados, Coordinadora Plurinacional, Movimientos Sociales y Pueblo Constituyente. 

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Acordaron que cada colectivo podía proponer un nombre. Eric Chinga (diaguita) era la carta de la Coordinadora; Daniel Bravo, de Pueblo Constituyente; Rosa Catrileo, de una parte de pueblos originarios; y María Elisa Quinteros, por Movimientos Sociales.

Esos cuatro nombres iban a ser propuestos a los colectivos de la centroizquierda de la Convención. Sin embargo, retrocedieron en el intento. “No podíamos dejarle la decisión a los partidos”, comenta una convencional independiente. 

Ahí vino una nueva parte de la estrategia. Cada colectivo podía votar por una de las candidaturas, pero con una condición: no podían votar por su propia candidatura. Fue ahí cuando todos se inclinaron por María Elisa Quinteros, a excepción de Movimientos Sociales, por la barrera antes explicada.

Después se sumó Chile Digno, una negociación que fue fácil, ya que el Partido Comunista tenía previamente un acuerdo con Movimientos Sociales para patrocinar a Bárbara Sepúlveda (PC) en la vicepresidencia adjunta. Ese acuerdo se dio luego de que Chile Digno entregara sus patrocinios en la primera mesa directiva a Elisa Giustinianovich para llegar a la vicepresidencia adjunta.

Pasó la noche y llegó un nuevo día de votaciones. Los convencionales sabían que la imagen que había dejado la Convención no había sido buena. “La ciudadanía esperaba que nos pusiéramos de acuerdo. La composición es desestructurada, muchos independientes. Fue un fracaso. Bastante bochornoso”, dijo Fuad Chahin (Col. Apruebo) en Primera Pauta, de Radio PAUTA

Había que llegar pronto a un acuerdo. Los movimientos que habían logrado consensuar el nombre de Quinteros presentaron esa carta a Independientes No Neutrales, que vio en la odontóloga una buena figura para la segunda etapa de la Convención. 

También participó en la ecuación el Frente Amplio, quien apoyaría la candidatura de Quinteros, pero a cambio de que Beatriz Sánchez recibiera los votos para la vicepresidencia de la Convención. Desde los movimientos de izquierda comentan que Sánchez “no era una persona de consenso” y no podían asegurarle los votos de vuelta. “No se había zanjado como acuerdo, pero se entendía que iban en esa dirección”, comentan desde ese mismo sector. El Colectivo Socialista no participaba de la estrategia, ya que en una primera instancia se inclinarían por Roberto Celedón (Chile Digno).

Aun así, con toda la estrategia, Quinteros llegaba justo a los 77 votos, uno menos de lo necesario. Y ahí vino la sorpresa que convirtió a Quinteros en la nueva presidenta de la Convención.

El voto clave de Silva 

En la ecuación de los colectivos para que María Elisa Quinteros lograra los 78 votos hubo un factor esencial: el voto de Luciano Silva (Ind-RN), el cual -según cuentan-, no estaba contemplado para esta primera vuelta del día. 

Alondra Carrillo (MSC) lo describió como “una sorpresa”. Afirmó que “María Elisa Quinteros produce una adhesión muy transversal”, pero calificó la decisión de Silva como “muy extraña”.

Fuentes cercanas al Frente Amplio aseguran que en Independientes No Neutrales les afirmaron que los votos requeridos no estarían en la primera tanda, lo que los inclinó a votar por Beatriz Sánchez. La razón era que todavía habían asuntos que zanjar respecto a la vicepresidencia.

Sin embargo, desde Independientes No Neutrales afirman que no hubo ninguna estrategia premeditada, e incluso una persona del colectivo cuenta que en la sexta ronda de votaciones del martes 4 de enero él se le acercó a Dorador (ex candidata de MSC) y le preguntó por qué no habían pensado en el nombre de María Elisa Quinteros. 

¿Por qué Quinteros y no Dorador? 

Una de las interrogantes que dejó la elección de la Convención es por qué María Elisa Quinteros sí logró concitar apoyos entre las distintas fuerzas y Cristina Dorador no. Aunque no es una crítica que se haga a viva voz, entre los pasillos del ex-Congreso se comenta que Dorador no fue lo suficientemente dialogante para integrar a los distintos sectores. También se le critica por “sus formas”, pero no se discute su gran capacidad técnica y de liderazgo.

En tanto, en una parte de la izquierda, Dorador no terminó de convencer. “Lo que nosotros no queríamos era a Cristina Dorador, que ya tenía un acuerdo con el Frente Amplio y votos amarrados con ese colectivo para la vicepresidencia. Si hay algo que no queríamos era que llegase el FA a la Mesa, no podían concentrar tanto poder”, comentan desde la Coordinadora, que apoyó en un principio a Chinga. 

Sobre Quinteros, solo elogios se escucharon de manera transversal tras su victoria. Incluso, convencionales de la derecha reconocen como positivo el triunfo de la odontóloga del Maule, sobre todo los que compartieron con ella en la Comisión de Ética, instancia de la cual era coordinadora junto con Marcos Barraza (PC).

Sus compañeras de colectivos destacan su capacidad de conducción y liderazgo. La convencional Carrillo comenta que Quinteros es capaz de coordinar muy bien. “De hecho, fue coordinadora de la Comisión de Ética, una comisión difícil y en esa labor ella ha sido reconocida transversalmente […] además está permanentemente conectada a su territorio”. 

En esa misma línea, Christian Viera (FA) agrega que “el liderazgo de María Elisa (Quinteros) puede ser continuidad al de Elisa Loncon. Estoy muy contento, además que ella es del Maule, del mismo distrito del que yo represento, y hemos tenido muchas actividades en conjunto […] es un liderazgo vinculante”.

Arturo Zúñiga (UDI) señala a PAUTA que “Elisa hizo un trabajo correcto en la Comisión de Ética. Sin considerar el mal reglamento, permitió que hubiese debate y que no se censurara a quienes somos minoría”. En esa línea, cree que “tendrá que reforzar su carácter para que los grupos más vociferantes la dejen dirigir”. 

El convencional Bernardo de la Maza (Indep. RN-Evópoli) también fue parte de la Comisión de Ética y tiene una buena opinión del trabajo realizado por Quinteros. “Me encanta ella, creo que es una gran persona, tremendamente centrada, humana y empática” dijo de la Maza.

Finalmente, los apoyos claves que recibió Quinteros por parte del colectivo de Independiente No Neutrales se tradujeron en apoyos de vuelta para que Gaspar Domínguez (INN) se convirtiera en el vicepresidente de la Convención, dando pie a una nueva dupla que enfrentará el segundo tiempo del proceso constituyente.