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El giro de timón que impulsa Narváez para levantar su candidatura

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Agencia Uno.
POR Gladys Pierola |

El comando de la presidenciable PS tendrá ajustes en lo comunicacional y en el despliegue digital para revertir su falta de conocimiento, su “identidad” poco definida y su baja intención de voto.

“El escenario está líquido y totalmente abierto” repiten como mantra en el Partido Socialista cada vez que se les consulta por cómo está la candidatura presidencial de Paula Narváez. Es la respuesta tipo, con un dejo de esperanza, reconocen en las filas del PS, con la idea de que en las próximas semanas el panorama pueda cambiar a favor de la exvocera de la presidenta Michelle Bachelet.

Lo cierto es que los números de encuestas sobre conocimiento y adhesión han sido esquivos. “Decir que no me preocupa sería engañar, porque claro que a uno le preocupa”, dijo la propia candidata la semana pasada a EmolTV. 

Desde que fue proclamada a fines de enero su propuesta ha estado estancada y no solo por culpa de las cuarentenas. Incluso, levantó las críticas internas del partido si acaso estaban haciendo lo suficiente en lo económico y en lo político para apoyar a su carta presidencial. “La política siempre es un ejercicio de representación y el problema es que los chilenos no se están sintiendo representado con la narrativa que expresa esta candidatura”, dice a modo de reflexión un diputado socialista. 

De hecho, en el partido que dirige Álvaro Elizalde ven que el cambio en el calendario electoral que corre las megaelecciones al 15 y 16 de mayo y las primarias presidenciales al 18 de julio -y que dan un par de semanas más- es un extra que quieren ocupar a su favor. “Ese tiempo es una oportunidad”, añaden en el PS. 

Por eso, en los últimos días, tanto desde el comando como desde el partido, están mirando y trabajando en un cambio de estrategia comunicacional y digital que tendrán para empujar ese despegue que ha resultado mucho más difícil de lo imaginado. En esto el equipo de Narváez se trazó tres tareas urgentes para el próximo mes y medio: lograr mayor conocimiento en las encuestas, que hoy apenas supera el 50%; instalar un sello de identidad y de mayor diferenciación con las otras propuestas de la oposición, y alcanzar una mayor intención de voto. Todo con la mochila extra de tener casi nulas posibilidades de retomar el trabajo en terreno al corto plazo, debido a la pandemia y las restricciones de desplazamiento. 

¿Cómo lograrlo o, al menos, intentarlo? El cambio de timón apunta a mejorar las apariciones en redes sociales y en medios de comunicación. Más allá de los encuentros en Zoom, para lo primero necesitan videos más acotados, con nueva estética y más segmentados, según la plataforma y el nicho electoral al que se le quiere hablar. Para esto sumarían a la agencia con la que han hecho las últimas campañas del PS. En el equipo de Narváez reconocen que el material ocupado hasta ahora en Twitter, Facebook o Instagram es más bien “plano” y se pierde en un mar de videos similares, donde todos los candidatos están hablando lo mismo. 

También, se trabaja en tener tres o cuatro ideas fuerzas que “no sean más de lo mismo” ni tampoco una lista de supermercados. “Propuestas golpeadoras y sustentadas”, dicen en el comando. El unicornio de esta etapa es lo que la propia Narváez ha bautizado como su Plan Marshall, un plan de recuperación postpandemia, sostenible y solidario con un costo asociado del 5% del PIB. 

En esta tarea, también hubo un reforzamiento en el equipo. Uno de esos pasos fue sumar a un nuevo jefe de comunicaciones estratégicas. El periodista Mario Aguilera se incorporó el fin de semana recién pasado formalmente al comando en el cargo que a mediados de marzo dejó el sociólogo Gonzalo Tapia, quien tuvo una inesperada salida tras conocerse una supuesta denuncia de acoso en sus años de profesor universitario. Esto, justo cuando el PS enfrentaba las críticas, incluso de la propia Narváez, por el manejo del caso del alcalde de Cerrillos, Arturo Aguirre, quien terminó alejándose del partido un poco antes de que se confirmara su expulsión. 

Aguilera cuenta con una larga trayectoria en medios y también el mundo público. Fue editor en TVN, en la Revista 7+7, editor en Diario 7, subeditor en Canal 13 y editor en CNN Chile y en los gobiernos de la ex-Concertación fue jefe de prensa en los Ministerios de Salud, Bienes Nacionales y Defensa. Él tendrá la tarea de comandar el buque comunicacional y con ello aplicar la principal misión: “visibilizar” a la candidata. 

“Sería un error enamorarse de un diseño estratégico”

“La autocrítica tiene que estar siempre presente. No tiene que obedecer a las encuestas, tiene que estar siempre presente y cuando no te va bien en las encuestas tiene que estar más presente. Por lo tanto, con humildad, las encuestas nos obligan a tener una mirada autocrítica del diseño estratégico de la campaña. Revisarlo y hacer todos los ajustes que sean necesarios”, comenta a PAUTA el diputado y coordinador político de la campaña de Narváez, Manuel Monsalve.

El diseño de la campaña está sufriendo ajustes. Parte de eso fue la formación de un trio “ejecutivo” con las distintas sensibilidades socialistas, que sirve de enlace entre el equipo y el partido. Este grupo está compuesto por Monsalve, el secretario general del PS, Andrés Santander y el dirigente histórico y exministro Ricardo Solari

En el PS y también en el círculo de la abanderada presidencial están convencidos que hay un nicho de centroizquierda que aún no tiene candidato y que a ese grupo hay que salir a conquistar. “Sería un error enamorarse de un diseño estratégico. Cuando eso no funciona, se evalúa y se cambia. Esto no es traumático”, explica otro miembro del comando. 

Los cambios en el tono y el despliegue digital se comenzarían a ver esta semana -o a más tardar la próxima- afirman en el PS. Por ejemplo, si se mira la agenda de esta semana, Narváez estuvo el lunes 5 de abril en un encuentro con las pymes, donde participó con el dirigente Roberto Fantuzzi y el senador Carlos Montes. Ahí entregó un mensaje para ese sector. “Mi Gobierno será para las pymes”, les dijo.

El martes 6 de abril estuvo en la mañana en el matinal de Chilevisión hablando de las ayudas económicas, compartiendo pantalla junto al candidato presidencial de RN y el PRI, Mario Desbordes; el líder del PRO, Marco Enríquez-Ominami y la secretaria general de Evópoli, Luz Poblete. “El Gobierno tienen una lógica gerencial, no de bien común”, dijo emocionada al aire en un tono más duro de lo habitual. “No se entiende la avaricia teniendo los recursos”, agregó. 

En la tarde y en el resto de la semana seguirá con encuentros ciudadanos virtuales, algunos regionales, otros con gente de la salud y de la cultura. Además, tiene agendada un live con el conocido doctor Sebastián Ugarte.

Los otros factores que pesan 

Pero en el PS y en el equipo presidencial admiten que el problema no es solo comunicacional. Y que hay otros factores políticos, como el efecto Boric en la carrera presidencial; la relación entre el partido y el comando -que se ha tratado de sortear- y también, qué pasará con los socios del PPD en la idea de tener una candidatura única. Hoy entre la negativa del comando de Heraldo Muñoz a una preprimaria y la del PS a una eventual encuesta, no hay fórmula zanjada. “Ellos saben que la primaria no la va a ganar Heraldo Muñoz, pero sí la puede ganar Paula Narváez”, aseguró Monsalve. 

En el PPD piden bajar un tono, porque si hay algo en lo que coinciden es que si no llegan con una sola carta, el sector de la “izquierda democrática” al que esperan representar quedaría en desventaja. “Ambos tenemos que terminar de ceder. Cómo vas a movilizar a los partidos a una semana de las elecciones. Qué candidatos se movilizarán. Es imposible hacer una preprimaria”, dice a este medio el timonel interino del PPD, Francisco Vidal. 

Otro punto para considerar fue la irrupción del diputado Gabriel Boric como carta del Frente Amplio en la carrera presidencial. Esto no dejó indiferente a Narváez. Más allá de los gestos y las buenas palabras de ambos lados, en el análisis de sus cercanos está que si hay una gran primaria los extremos tensionarán. “Es la única que puede tener más chances de ganar. La izquierda no votará por la DC y la DC no lo hará por Daniel Jadue o Boric”, argumenta otro importante personero socialista.

Por eso, en los cálculos está que hay que salir a conquistar un voto de centroizquierda-izquierda que está lejos de la DC, pero que no se siente interpretado por el liderazgo del PC. Un voto que, aseguran, quiere cambios con “gobernabilidad”. En ese mundo, dicen en el PS, se pudo haber generado alguna expectativa con Narváez, pero no la suficiente. Y también se puede sentir convocado por el discurso con el que llegó Boric. “Hay un mundo que se comparte”, comentan.

En esto, eso sí, Narváez tiene una desventaja extra. Ella no aparece tomando decisiones que hoy son populares o que enfrentan directamente al Gobierno, como sí lo hacen sus contendores que están en el Congreso, entre ellos, Boric, la senadora DC Ximena Rincón y la diputada PH Pamela Jiles. Un ejemplo, el tercer retiro del 10% desde los fondos previsionales o la discusión por las ayudas sociales. 

También está en esta ecuación el resultado de los comicios de convencionales, gobernadores regionales, alcaldes y concejales, y cómo terminarán los esfuerzos programáticos que se iniciaron formalmente esta semana con miras a una primaria amplia de la oposición. Como explica otro dirigente del PS, no se puede olvidar de la megaelección, porque ahí está la red real para una primaria posterior. Esto sin contar que entre los resultados y la inscripción de primarias hay apenas cuatro días de diferencia. “No se puede hacer como que el resultado del 15 y 16 de mayo no existe. Aquí tendremos partidos que resistirán y otros que quedarán en el suelo. En el PS esperamos quedar mejor parados y eso será clave para la campaña presidencial”, señala.