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El último curso del caso Silala en La Haya

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Agencia Uno
POR Ana María |

Después de que Bolivia reconociera en 2019 que se trata de un río internacional cuyas aguas fluyen naturalmente a Chile, el caso quedó acotado. Los alegatos podrían realizarse el primer cuatrimestre de 2021.

Después de cinco años desde que Chile presentó, en 2016, el asunto Silala a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, los alegatos orales podrían realizarse recién el primer cuatrimestre del próximo año. Es decir, entre enero y abril de 2021.

Con ello, el caso Silala podría demorarse los mismos años que el proceso de la demanda por una obligación de negociar acceso marítimo que Bolivia interpuso contra Chile en 2013, y que fue fallada en contra de ese país en 2018.

Una parte importante de la demora se debe a la pandemia, dice a PAUTA la agente de Chile ante La Haya, la abogada Ximena Fuentes. Señala que las partes hoy están a la espera de que la corte entregue la fecha de los alegatos luego de que la etapa escrita terminara el 16 septiembre de 2019, cuando Chile presentó su último escrito adicional.

Solo la evolución del Covid-19 podría retrasar los alegatos.

Coincide la subsecretaria de Relaciones Exteriores y coagente del caso, Carolina Valdivia. Añade que, en paralelo, en la Corte de La Haya hubo una reciente elección de jueces, por lo que cuando sean los alegatos ya se habrán sumado tres magistrados (del total de 15 que conforman el tribunal). Asumen en febrero de 2021.

“Ahora lo que toca es que se convoque a los alegatos orales. La corte es soberana para decidir la fecha en que se llama a las partes y eso depende de su propia agenda”, dice la subsecretaria a PAUTA.

Respecto de que el caso Silala demore lo mismo que el proceso del tema marítimo con Bolivia, Valdivia sostiene que se trata de procedimientos normales de la Corte Internacional de Justicia. “Además, acá hubo una contrademanda (de Bolivia) que hubo que contestar y un proceso adicional de escritos. Por ello, es parte de los tiempos que se juegan en estos litigios internacionales”, explica.

Cómo Bolivia cambió el curso

Aunque ante la Corte Internacional de Justicia debe alegarse el caso completo, desde febrero de 2019 el asunto Silala quedó acotado a un punto, lo que, de alguna forma, podría bajar la temperatura al proceso. Fue en la contramemoria de 2018, que el gobierno boliviano entregó a la corte, en la que reconoció que parte del río Silala fluye naturalmente hacia Chile, como lo señaló el propio presidente Evo Morales

En febrero de 2020 todo fue confirmado por la Cancillería boliviana. Y, luego de eso, el entonces ministro de Relaciones Exteriores, Teodoro Ribera, lo dio a conocer en su cuenta de Twitter a través de un mensaje y un video.

“Cancillería boliviana reconoció que en la disputa del río Silala el gobierno de Evo Morales acogió la tesis chilena que se trata de un río internacional cuyas aguas fluyen naturalmente a Chile. Esto significa que no existe materia controvertida en este punto central de la demanda”.

Ximena Fuentes explica los detalles: “Lo que pidieron en la contrademanda, Bolivia lo hizo público: pidió que se declare que sobre las acequias que están en su territorio, tiene soberanía completa; que por esas acequias fluye un cierto flujo artificial y que se declare que es soberano de ese flujo, y que si Chile quiere usarlo, tendría que ponerse de acuerdo con Bolivia”.

Pero Chile estima que no existe un flujo artificial, pues toda el agua que hay en el Silala es natural. “Son surgencias. Entonces, una parte del Silala sigue viajando por gravedad subterráneamente a Chile y hay otra parte, que también viaja por gravedad, lo hace superficialmente a Chile”, dice la abogada.

La posición de Chile fue que no hay flujo artificial y que las acequias que están en territorio de Bolivia son parte de su soberanía. “La soberanía de Bolivia sobre su territorio nunca ha estado en disputa. El derecho internacional no reconoce la distinción entre flujo artificial y flujo natural. Y, además, no existe este tal flujo artificial, porque toda el agua de la cuenca del Silala es natural”, dice la agente. 

“Nosotros decimos que toda el agua de la cuenca, en la medida que viaja por gravedad hacia Chile, es toda parte de un curso de agua internacional. Por lo tanto, nadie puede declararse propietario, porque la regla es que cuando hay un río o un acuífero compartido, todos los ribereños tienen derecho a usarlo”, explica.

Y agrega: “No hay propiedad. Porque todo el flujo del Silala, tanto el subterráneo como el superficial, está sujeto a la misma regla: que es que los Estados tienen derecho a un uso equitativo y razonable”.

Así, el caso quedó reducido a la contrademanda de Bolivia: “Esto es público, porque lo dijo el propio expresidente Evo Morales en 2018, cuando señaló que un flujo artificial significativo está sujeto a la soberanía de Bolivia y reconoce que hay un flujo natural que pasa a Chile. Y, efectivamente, eso es así. Por eso que el caso ahora se ha reducido, solamente, sobre este supuesto flujo artificial”, puntualiza.

Ximena Fuentes, abogada

Allamand: “Se ha ido abonando la posición de Chile”

El pasado 17 de noviembre, el canciller Andrés Allamand también se refirió al tema en una entrevista en radio Duna. Ante la pregunta si la demora en los alegatos se debía a una posible negociación extrajudicial con Bolivia, dijo que el proceso seguía su curso en el tribunal internacional. Pero también señaló que “la mejor manera de que un acuerdo no prospere, es anunciarlo cuando no corresponde”.

“Lo que queda pendiente son aspectos que tienen que ver, por ejemplo, con flujos adicionales que podría tener el caudal del río. Es decir, el proceso de alguna manera ha ido abonando la posición de Chile y, en consecuencia, la controversia se ha ido achicando”, agregó.

Pero hay otro factor en el contexto del proceso que recordó el canciller: “En el programa de gobierno del presidente Luis Arce hay una mención respecto al proceso Silala sobre una eventual salida que implique una negociación”.

PAUTA solicitó una entrevista con el cónsul de Bolivia en Chile, Gonzalo Montenegro, pero hasta el cierre de esta edición no había sido concedida.