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Reglamento de Consulta Indígena abre áspero debate por indicaciones sustitutivas

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Twitter Wilfredo Bacián
POR Paul Follert |

Aunque la comisión ad hoc presentó un reglamento, 81 convencionales patrocinaron un texto sustitutivo que fue aprobado. Esto despertó la molestia de sectores transversales en la Convención.

Se suponía que este 1 de octubre comenzaría con la votación del Reglamento de Consulta Indígena. Más allá de las críticas que algunas definiciones del Reglamento de Ética habían despertado, algunos valoraban que se despacharan dos reglamentos en su totalidad esta semana, a pesar de las dificultades por la votación telemática.

Pero los ánimos se fueron acalorando. “No estamos vulnerando ninguna norma, no estamos siendo deshonestos, sino que estamos haciendo una indicación”, dijo Rosa Catrileo (mapuche) en la sesión.

El problema se desató porque la indicación proponía todo un reglamento nuevo de Consulta Indígena. Con ello, gran parte de las indicaciones que habían ingresado los colectivos antes, y que surgieron de la comisión indígena provisoria, se caerían. 

Durante una reunión sostenida en la mañana entre el secretario John Smok y la Mesa Directiva, previamente a la sesión, el abogado señaló que había otras indicaciones que podían ser compatibles con la sustitutiva. Pero en esa misma instancia, el vicepresidente adjunto Rodrigo Álvarez (UDI) advirtió que la indicación podía convertirse en un problema.

La indicación sustitutiva fue patrocinada por 81 convencionales, incluyendo a integrantes de escaños reservados, Chile Digno, Pueblo Constituyente, Movimientos Sociales Constituyentes, Frente Amplio y Colectivo Socialista. También la firmaron la presidenta Elisa Loncon y el vicepresidente Jaime Bassa.

Una comisión “pasada a llevar”

La propuesta de reglamento de Consulta Indígena remite su origen al pasado 20 de julio, cuando el Pleno de la Convención aprobó el “reglamento para el funcionamiento provisional de las
nuevas comisiones”. El objetivo principal era elaborar “mecanismos pertinentes, permanentes, vinculantes y continuados de participación y consulta para todos los pueblos indígenas”.

En la comisión participaron 17 representantes: 10 integrantes de los escaños reservados y los convencionales Carlos Calvo (Ind. PS), Eduardo Cretton (UDI), Ruth Hurtado (Ind. RN), Manuel Ossandón (RN), Alejandra Pérez (ex-LLDP), Rodrigo Rojas (ex-LLDP)y Angélica Tepper (Ind. RN). También participó Luis Barceló (Colectivo del Apruebo), pero solo con derecho a voz.

El resultado de ese trabajo de más de un mes fue aprobado en general en la sesión del Pleno del pasado martes 14 de septiembre. En esta jornada, correspondía votar esa propuesta, pero los problemas aparecieron cuando comenzó la votación. Quienes participaron de la comisión fueron los primeros en manifestar su descontento con la indicación sustitutiva. 

“Nos sentimos un poco defraudados, nos sentimos pasados a llevar. En realidad participamos siempre en forma muy proactiva”, comentó Tepper. En esa misma línea, su compañero de lista Cretton dijo que “el reglamento sustitutivo presentado por los pueblos indígenas viene con 81 firmas. Es decir, viene aprobado. Esto es de extrema gravedad, porque noto una falta de transparencia y de estándares democráticos preocupantes”.

Pero había un reconocimiento en general de que la indicación sustitutiva era mejor que la original que emanó de la Comisión de Consulta Indígena. “Eso hay que decirlo con sinceridad, pero al mismo tiempo, altera la naturaleza de lo que realmente constituye una indicación […] esto es un quebrantamiento grave a la confianza”, comentó Ossandón.

Tensión por indicación “injusta”

El secretario John Smok informó al Pleno que la indicación que proponía todo un reglamento nuevo, dejaba algunas propuestas de cambio presentadas en esa instancia aún compatibles con el texto, las que podían ser votadas. Sin embargo, las palabras de Smok no terminaron de convencer al Pleno. El convencional Mauricio Daza (INN) dijo que “se nos colocaría en una situación bastante difícil y además injusta,  ya que los convencionales no tendremos acceso a un comparado que tome como base el nuevo reglamento aprobado”.

Luego de media hora de debate y con varias voces que pedían ingresar indicaciones a la indicación sustitutiva, la presidenta Elisa Loncon solicitó al secretario continuar con la votación. “Aquí no podemos hacer ninguna innovación, porque no podemos trabajar arbitrariamente aplicando [reglamentos] a unos y otros no”, planteó.

A sus palabras se sumó Bassa. Si bien manifestó comprensión con los argumentos de quienes se oponían a votar la sustitutiva o al menos poder hacerle indicaciones, respaldó que la votación se llevara a cabo. “Los argumentos que se han atendido son razonables, son atendibles […] tampoco hay argumentos jurídicos de texto, que permitan interpretar con plena certeza que la indicación sustitutiva que se ha presentado no cabe dentro del tipo de indicaciones que admiten las reglas provisorias que nos hemos dado”, comentó.

Pero las palabras hicieron que el diálogo subiera de intensidad, generándose un espacio de debate que se extendió por casi tres horas.

Parte de los convencionales que no firmaron la sustitutiva se mostraron abiertos a apoyarla, pero pedían tiempo para fijar un periodo de indicaciones. El constituyente Gaspar Domínguez (INN) sostuvo que la respaldará, pero no por eso se restó a la crítica. “Me da pena la forma en que lo hemos hecho, porque estamos aprobando al mismo tiempo en general y en particular, con una enmienda que no es una enmienda, que es otro reglamento […] yo me siento desde lo personal, pasado a llevar”, argumentó.

Quienes firmaron la indicación sostenían que cumplía con los requisitos y que era una propuesta mejor que la original. Los escaños reservados defendían que la propuesta tuvo un apoyo amplio entre los convencionales. “Abrir espacio para discutir nuevas indicaciones creo que sería un papelón político porque estaríamos siendo altamente discriminatorio de la forma de cómo veníamos haciendo las cosas”, resumió Adolfo Millabur (mapuche).

En la misma línea, la convencional Isabella Mamani (aymara) insistió en que la votación se llevara a cabo pronto. “Quienes mejor que nosotros los convencionales de escaños, que venimos de los territorios, que conocemos nuestros derechos, quizás lo que falta es que los no indígenas reconozcan los derechos colectivos”, comentó.

El dilema de Elisa Loncon

La propuesta de Consulta Indígena ha sido uno de los puntos más complejos para la gestión de la presidenta Loncon. El pasado jueves 12 de septiembre, un grupo de convencionales de pueblo originarios se levantaron de sus asientos en el hemiciclo, para encarar a la mesa directiva cuando se indicó en el Pleno que cinco artículos del reglamento de la Comisión de Participación y Consulta Indígena debían votarse por un cuórum de 2/3.

En ese momento, Loncon tuvo que suspender la sesión del Pleno y algunos convencionales de escaños reservados, principalmente de los pueblos del norte, apuntaban a la presidenta y ponían en duda su continuidad en la mesa directiva. La noche anterior al suceso, Loncon se excusó con los pueblos originarios y a través de un mensaje de Whatsapp dijo que no había podido estar 100% involucrada en el asunto de los 2/3.

Semanas después, cuando se votaba el reglamento general, la presidenta se desmarcó de los escaños reservados. En la votación sobre los dos tercios para aprobar normas constitucionales, apoyó el artículo, distanciándose de sus compañeros de pueblos originarios que preferían un cuórum de tres quintos.

Generar nuevamente una situación que tensionara su relación con los pueblos originarios era complejo. De hecho, Loncon intentó llevar a cabo la votación a pesar de las molestias evidentes de varios convencionales, pero el debate provocó que tanto Bassa como la presidenta optaran por suspender la sesión y reunirse con los escaños para buscar una salida al conflicto.

Cómo se zanjó 

En la reunión participaron los escaños reservados, la Mesa Ampliada y los integrantes de la Comisión de Consulta Indígena Angélica Tepper, Manuel José Ossandón y Eduardo Cretton. Por Zoom asistieron Alejandra Pérez y Luis Barceló. 

Según quienes estuvieron presentes en la cita, la postura que los escaños reservados transmitieron fue que se votara la indicación como correspondía, porque el procedimiento era uno y debía ser el mismo para todos los reglamentos. De lo contrario, se podría volver a abrir el plazo para modificar el Reglamento General y, por ejemplo, normas como los 2/3. Los representantes de Vamos por Chile acusaron que “no se respetaron las confianzas”, pues no se había acordado dicha indicación en la comisión provisoria en la que participaron.

La Mesa Directiva tuvo que votar la procedencia de la indicación sustitutiva: hubo 5 votos a favor, 1 rechazo y 1 abstención. Al no lograr un acuerdo, el secretario Smok explicó que se votaría de la misma forma como estaba establecido originalmente, para lo cual se haría un comparado entre la indicación sustitutiva y las indicaciones que fueran compatibles.

Finalmente, la indicación sustitutiva fue aprobada por 103 votos a favor, 20 en contra y 22 abstenciones. 

La presidenta hizo un punto de prensa con los convencionales de escaños reservados presentes en el Congreso Nacional de Santiago, donde mostró un apoyo firme a la indicación que elaboraron. “Nunca antes en Chile había ocurrido que las naciones originarias definan un reglamento de participación para escribir una nueva Constitución y eso hay que celebrarlo”, dijo Loncon con el puño en alto. 

La estrategia para cambiar el reglamento

Luego de las críticas que despertó la propuesta de Consulta Indígena sobre el concepto de “vinculante”, los escaños reservados iniciaron conversaciones con la centroizquierda para ver qué cambios se podían hacer a la propuesta.

En las reuniones habituales que tienen los pueblos originarios, se trabajó en una nueva propuesta de Consulta Indígena, que incluía que todos los escaños deberán integrar la futura comisión de “Derechos de los Pueblos Indígenas y Plurinacionalidad”. La propuesta original establecía que debían ser los mismos que integraron la comisión transitoria de Consulta Indígena, es decir, incluía a convencionales como Tepper y Cretton.

La propuesta elaborada entre los 17 escaños reservados convenció a 64 convencionales que apoyaron la iniciativa. Con esto sumaban un total de 81 patrocinios, suficientes para aprobar un reglamento completo a través de una indicación. 

Cretton, quien participó de la reunión luego de que se suspendiera la sesión, dijo que los escaños reservados admitieron que la indicación se ingresó completa debido a que no alcanzaron a presentarla a tiempo en formato de indicaciones separadas y que esto fue una “cocina política”.

Pero los escaños reservados lo desmienten. “Habían dos posibilidades: o se hacía de manera sustitutiva completa o articulado por articulado. Nosotros hicimos el camino uno y eso significa el camino correcto que también era posible”, justificó Adolfo Millabur.

Rodrigo Álvarez: “un truco jurídico”

Cuando el Pleno de la Convención acordó las reglas para presentar indicaciones, se estableció que para limitar su número de indicaciones, el requisito sería exigir un mínimo de 30 patrocinios por indicación.

Si bien la indicación cumplió con las reglas, hay quienes acusan que se trató de una técnica jurídica. “Aquí hay una situación que permitió un truco jurídico ¿válido? sí, pero yo creo que no es lo correcto. (…) Esto es lo complejo hacia futuro como señal, o sea significa que el trabajo de una comisión completa el día de mañana puede ser reemplazada por una indicación sustitutiva que diga ‘todo lo anterior no vale'”, denunció Álvarez.

A raíz de lo ocurrido, desde Vamos por Chile afirman que trabajarán en una primera reforma al Reglamento General para acotar las condiciones de las indicaciones que se puedan presentar, con el fin de evitar que en el futuro se ingresen modificaciones que sustituyan por completo los textos que se acuerden en las comisiones. 

Para hacer efectivo ese cambio, necesitan el apoyo de un tercio de los convencionales y que luego sea aprobado por la mayoría del Pleno.