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Constituyente Bacian pide mejor coordinación en la Mesa: “Parece no haber un trabajo horizontal”

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Agencia Uno
POR Cecilia Andrea |

El representante quechua demanda una comunicación más fluida con las vicepresidencias de escaños reservados.

El jueves 9 de septiembre en la mañana, un grupo de constituyentes de los escaños reservados se paró de sus puestos en el Pleno de la Convención Constitucional para increpar cara a cara a la Mesa Directiva.

Estaba en discusión si cinco artículos del reglamento de la Comisión de Participación y Consulta Indígena en el que ellos habían trabajado debían votarse por un cuórum de 2/3, lo que contradecía un entendimiento al que habían llegado los miembros de los pueblos originarios con el secretario John Smok durante la noche del miércoles 8 de septiembre.

“Implicaba que íbamos a ser sometidos a una primera tijera. La segunda tijera iba a ser una vez cuando eleváramos al Pleno los resultados de todo este levantamiento de participación y consulta con los pueblos, porque también se tiene que aplicar un cuórum de 2/3, entendiendo que eso está establecido en la Constitución”, comenta el convencional quechua Wilfredo Bacian, en esta entrevista con PAUTA.

El problema radicaba en la comprensión de la noción de “acuerdo vinculante” que buena parte del Pleno tenía y que implicaba que los acuerdos a los que llegara la comisión encargada de establecer una consulta indígena serían automáticamente normas constitucionales.

-La constituyente Isabella Mamani dijo que tal vez no se había entendido bien el proceso. ¿Hubo un error en cómo se comunicó el reglamento de la Comisión de Participación y Consulta Indígena?

Creo que pudo haber habido una forma de interpretación producida por un error o por la comprensión. Pero yendo a lo concreto, cuando hablamos de que el proceso de participación y consulta indígena tiene que ser vinculante, entendemos nosotros que ese precepto de ‘vinculante’ es una obligación para los convencionales de escaños reservados que estamos aquí en la Convención. En ningún caso quisimos decir que en este proceso íbamos a redactar normas constitucionales, eso en ninguna parte se señala y tampoco yo lo señalé cuando me tocó hacer la exposición. Este viernes (10 de septiembre) lo hemos señalado en la entrega del informe final al Pleno y hemos despejado esas dudas”.

-Independientemente de haber despejado las dudas técnicas, Isabella Mamani y y Margarita Vargas apuntaron al rol de la Mesa y a Elisa Loncon en este traspié. En concreto, ¿qué esperan de Elisa Loncon?

“Esperamos que exista un diálogo más fluido de la mesa en su conjunto. Aunque tenemos dos vicepresidencias de escaños, pareciera no haber un trabajo horizontal; también entendiendo las particularidades de todos los pueblos originarios que hoy están representados en esta Convención. Y ese diálogo hoy tiene también que reflejarse en hechos concretos“.

-¿Como cuáles?

El establecer espacios de trabajo o de análisis respecto de ciertas decisiones que pueda tomar la Mesa y que puedan afectar los derechos de los pueblos originarios que estamos aquí en esta Convención”.

-¿Pero a qué atribuye lo que pasó el jueves 9 de septiembre?

“Hay una situación que tampoco comprendemos. La presidenta, Elisa Loncon, señalaba que todo este tema que ha ocurrido producto de la situación del convencional Rodrigo Rojas Vade la ha tenido que sacar un poco del trabajo de la Convención. Esto se produce también en una situación bien incómoda, porque mientras el miércoles 8 nosotros analizábamos precisamente el cómo hacemos entender al resto de los convencionales el sentido y objetivo de nuestra comisión, se nos notifica a través de un oficio del secretario de la Convención respecto a que se iban a generar dos sistemas de votaciones. La interpretación que hacía el secretario era una atribución para la que él no tenía potestad, la Mesa tampoco la tiene porque todavía no se ha reglamentado. Entonces, lo que nos llamaba fuertemente la atención es que se estuviera estableciendo un procedimiento de votación que vulneraba implícitamente los derechos que nosotros como pueblos originarios estamos intentando defender e instalar en esta Convención”.

-¿Tuvieron una reunión con el secretario?

“El secretario se acercó el miércoles 8 a dar las explicaciones. Y lo que entendimos de la explicación es que aquí hubo una trabajo emanado del vicepresidente, Jaime Bassa, con él. Pero al mismo tiempo el secretario reconoció, y también valoramos ese reconocimiento, que no existe experticia de parte de ellos como abogados en el derecho indígena y mucho menos del derecho internacional de los pueblos indígenas. Sus aprensiones no tenían validez, porque lo que le explicamos daba claridad de que aquí no estábamos haciendo unas supracomisión ni mucho menos pasar por encima del Pleno en la construcción de propuestas de lo que va ser la redacción de la nueva Constitución”.

-Pero al día siguiente se insistió en la interpretación de separar la votación…

“El miércoles 8 entendimos que ahí había habido un error de interpretación, un error de no entender la situación. Al otro día, cuando acudimos a la convocatoria del Pleno, se produce toda esta situación que tampoco queda muy clara en la explicación que dan, tanto la presidenta como el vicepresidente. Además, hay una situación que dice que la responsabilidad es de la Mesa Ampliada y hubo vicepresidentas de escaños reservados que manifestaron que eso nunca fue discutido. Algo no encajaba. Eso fue lo que gatilla nuestra posición del jueves 9 en la mañana”.

Los ánimos entre los escaños reservados

-¿Tuvieron alguna instancia para limar esas asperezas entre el jueves 9 y el viernes 10 de septiembre?

“Creo que internamente hemos generado ciertas conclusiones. Falta fortalecer el diálogo y creemos que es importante mantener el diálogo entre los 17 escaños reservados para poder contribuir de buena manera en este proceso histórico de redacción de la nueva Constitución”.

-Tiempo atrás, algunos de ustedes planteaban que querían evitar la “mapuchización” de la Convención. ¿Ha percibido algo de eso en estos meses?

“Creo que eso es algo de lo que no será fácil desentenderse, porque hay una demanda histórica del pueblo mapuche. Por lo tanto, sin desmerecer esa demanda -y por el contrario, apoyándola-, creemos que las realidades de los otros pueblos originarios también tienen que hacerse presentes en esta Convención. Lo que ha sucedido en estas últimas semanas está dando cuenta de eso. Hoy los mismos convencionales han conocido las realidades de los otros pueblos originarios. Eso ya es un factor importante para nosotros, estamos generando visiones de que hoy existen 10 pueblos naciones preexistentes, reconocidos por la ley indígena, pero también hay otros pueblos, como el Selk’nam, que hoy está en la búsqueda de ese reconocimiento jurídico”.

-En ese sentido, ¿cómo sería justo describir los distintos mundos que conviven entre los escaños reservados?

Las particularidades que tienen dentro cada pueblo, eso es un elemento principal. Las realidades territoriales y cómo cada uno de los escaños viene con ese mandato. Yo puedo hablar de lo que corresponde al pueblo quechua y he tratado de instalar esa visión de la posición del pueblo quechua frente a este propósito histórico. Eso es lo que esperaría de los otros escaños reservados”.

La relación con otros colectivos

-¿Se siente más representado por algún colectivo distinto de su pueblo originario?

“Creo que el primer colectivo son los escaños reservados y ahí podemos ver que también existen un apoyo importante de los que han sido los movimientos sociales. Hoy día hay un colectivo que ya se identifica de esa manera: Movimientos Sociales Constituyentes, donde está parte de La Lista del Pueblo, está el otro movimiento Pueblo Constituyente, con convencionales que han generado distintos apoyos importantes para nuestras demandas en este proceso”.

-En otro tema, esta última semana estuvo marcada por el caso de Rodrigo Rojas. ¿Cuánto daño causó su engaño?

“Hablar de daño creo que no podría hacerlo yo. Pero sí separar dos cosas: uno es el tema personal y otro lo que implica el cargo que uno tiene en esta Convención. En lo que corresponde al cargo, hay una situación bien complicada, porque el haber llegado aquí es fruto de un proceso que se genera en tu base territorial, donde tú generas un discurso y una validación respecto de lo que será tu rol acá y debes rendirle cuentas a quienes representas. Yo no podría hoy pretender exigirle nada en ese sentido, porque Rodrigo Rojas responde a un electorado que votó por él. En lo personal, no tengo nada que hablar negativamente de Rodrigo, porque fue parte de la Comisión de Participación y Consulta Indígena, y fue un aporte también en el resultado del trabajo. Mi percepción personal es que es una persona que fue aporte, eso es lo que puedo recordar de él: una buena persona”.