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Entre apurarse o solicitar una prórroga: colectivos de la Convención se reúnen presionados por los tiempos

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Agencia Uno
POR Eduardo Olivares |

La Mesa convocó a representantes de constituyentes para pedirles apurar el tranco y llegar a acuerdos. Algunos hablaron de solicitar la prórroga al Congreso, pero otros lo ven inviable políticamente.

En diciembre fueron voces tímidas. En enero fueron más. Pero hacia el cierre de ese mes e inicios de febrero las conversaciones de pasillo se hicieron masivas: es el debate incómodo por la prórroga del período de la Convención Constitucional.

Esta noche de lunes 7 de febrero, la Mesa Diretiva encabezada por María Elisa Quinteros y Gaspar Domínguez se reunió con representantes de cada colectivo para tratar, por primera vez de manera formal, los tiempos de la Convención. 

Formalmente, la reunión de trabajo estaba citada para “buscar alternativas para promover consensos y acuerdos, como asimismo revisar el cronograma y la situación de comisiones en general. Por los temas a debatir, la Mesa considera altamente relevante esta reunión”.

Cronograma y los dos tercios

El objetivo de las autoridades apuntó a pedirles a los convencionales que redoblen sus esfuerzos por avanzra según el cronograma. En definitiva, que es importante que las comisiones puedan votar normas que tengan apoyos suficientes para que después en el Pleno alcancen el mínimo de dos tercios para quedar dentro de la nueva Constitución.

“Fue una reunión informativa”, declararon varios de los presentes en el encuentro, que se prolongó desde las 21:30 hasta las 22:30 horas. La prensa fue desalojada de las graderías del salón de honor del Congreso en Santiago, de modo que se trató de una cita a puertas cerradas.

A grandes rasgos, lo que se plasmó en la instancia es la necesidad de agilizar el proceso, comentaron algunos de los presentes en el encuentro. En Twitter, el vicepresidente Gaspar Domínguez comentó que mostraron a los colectivos el cronograma y los avances que se requieren.

Y luego indicó, mediante la misma red social: “¿Desafío? Lograr los 2/3 en votaciones (103vot)“. Ese tuit, en particular, fue retuiteado por el Presidente electo Gabriel Boric.

¿Una prórroga?

La prórroga de la Convención sí fue incluida en la discusión. Quienes la mencionaron fueron representantes del Colectivo Socialista y el convencional Manuel Woldarsky (Coordinadora Plurinacional). Loreto Vallejos (Pueblo Constituyente) habría apoyado lo señalado por su compañero Woldarsky. “Hay que tener esta opción sobre la mesa”, son las palabras que utilizaron asistentes a la reunión respecto a cómo se abordó el tema.

Tras la reunión, el convencional Woldarsky solo planteó que se debe “agilizar el debate, desde la búsqueda de acercamiento de posiciones que permitan dinamizar el proceso con miras a que podamos obtener en el más breve plazo posible el mejor resultado. Como en Chile nunca ha habido una Convención Constitucional, estamos trabajando sobre la marcha y estamos creando sobre la marcha”.

De acuerdo con algunos de los convencionales participantes, poner sobre la mesa el asunto de la eventual prórroga fue importante. Pero no tuvo apoyo transversal. No aún. Quienes presenciaron la conversación cuentan a PAUTA que tanto Fuad Chahin (Col. Apruebo) como Marcos Barraza (PC) expresaron su desacuerdo profundo con una posible prórroga. En general, quienes están en contra sostienen que el tema, si se requiere, solo debería plantearse en marzo. Otros constituyentes comentaron que hay un examen de realidad política que deberían hacer antes de pensar en aplazamientos: que su activación necesita de altos cuórums en el Congreso, algo que no existe.

Se trata, por lo tanto, tanto de un problema político (cómo conseguir el apoyo del Congreso) como de uno metodológico (cómo solicitar la prórroga). Chahin manifestó que, ante las dificultades por la carga de trabajo y en tiempo que queda, “lo que es indispensable es tener mayores acuerdos políticos. Sin acuerdos políticos transversales, muchas de las normas van a terminar rebotando en el Pleno y volviendo a comisión, y por lo tanto no vamos a alcanzar en el plazo establecido. El llamando es a conversar más, a ponernos de acuerdo. Nadie puede llevarse la Convención para la casa, esto tiene que pertenecerle a todo el país, y si no tenemos conciencia de eso, no vamos a alcanzar con los tiempos”.

“Quienes creen que la alternativa de la prórroga”, agregó a la salida de la cita, “están pensando en un supuesto que no va a estar. Lo que tenemos que hacer es cumplir dentro del plazo y eso se puede enfrentar metodológicamente y políticamente”.

Dada la dificultad de avanzar en un camino que involucre más plazos, la Mesa pretende realizar estas reuniones “informativas” de manera periódica, con el fin de ir evaluando la situación.

La lista de los delegados por cada colectivo es la siguiente:

  • Cristián Monckeberg (RN – Evópoli)
  • Hernán Larraín (RN – Evópoli)
  • Manuel José Ossandón (RN-Evópoli)
  • Felipe Mena (UDI)
  • Rodrigo Álvarez (UDI)
  • Arturo Zúñiga (UDI)
  • Eduardo Castillo (Col. Apruebo)
  • Fuad Chahin (Col. Apruebo)
  • Guillermo Namor (INN)
  • Tammy Pustilnick (INN)
  • Ricardo Montero (PS)
  • Maximiliano Hurtado (PS)
  • Carolina Videla (PC)
  • Marcos Barraza (PC)
  • Loreto Vallejos (Pueblo Constituyente)
  • Camila Zárate (Pueblo Constituyente)
  • Yarela Gómez (FA)
  • Tatiana Urrutia (FA)
  • Félix Galleguillos (Pueblos Originarios)
  • Rosa Catrileo (Pueblos Originarios)
  • Manuel Woldarsky (Coordinadora Plurinacional)
  • Natividad Llanquileo (Coordinadora Plurinacional)

Los tiempos

El cronograma de la Convención indica que todo su trabajo debe terminar el 4 de julio de 2022, justo un año después de su inauguración. Esa fecha supone que se aplica la prórroga ya prevista en la Constitución: originalmente el plazo para escribir la Carta Magna es de nueve meses, pero que son extensibles a 12 meses.

Hay un gran reparo en toda esta trama. Cualquier plazo adicional requiere del acuerdo del Congreso. Eso incluye, naturalmente, al Senado, la misma entidad que la Convención eliminaría si sigue adelante la idea aprobada por la Comisión Sistema Político. Esa instancia respaldó, por mayoría y en general, que Chile pase de un Congreso bicameral (con Cámara de Diputados y Senado) a uno unicameral (sin Senado). El Senado que entra en funciones el 11 de marzo tendrá 50% de representantes de partidos de derecha. Una reforma constitucional requiere el concurso de dos terceras partes de los diputados y senadores en ejercicio.

Hasta ahora, los convencionales se han dividido en al menos dos grupos: aquellos que plantean que hay que cumplir el “cronograma” como sea, y aquellos que empujan por una flexibilización de los plazos. En rigor, todos saben que los plazos son, en el mejor de los casos, extremadamente ajustados. Pero entre aquellos que están por ampliar los plazos más allá de un año, están los constituyentes que buscan que sean los propios parlamentarios quienes propongan la ampliación, y aquellos que plantean que la solicitud debe provenir de la misma Convención.

En enero, por ejemplo, el vicepresidente Gaspar Domínguez (INN) le decía a Radio PAUTA“Nosotros vamos a cumplir el plazo y tendremos la propuesta en la fecha establecida […]. Quizás los parlamentarios definen que es mejor quizás prolongar alguna cantidad de tiempo […]. Nada está escrito en piedra y si los parlamentarios lo definen estaremos abiertos a esa discusión”.

Y este mismo lunes en la mañana, el convencional Fernando Atria (FA) decía a este medio: Hay que “hacer todo lo que sea necesario para tener un texto constitucional el 4 de julio”. Con todo, reconoció que esto tiene una connotación política: “No le corresponde a la Convención modificar el plazo. No es una buena idea que la Convención aparezca discutiendo o pidiendo una ampliación, porque eso da la impresión de que es un plazo que le interesa a la Convención”.