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Cristina Dorador destaca a Loncon, pero manifiesta desazón: “No hay personas del norte en la mesa”

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Agencia Uno
POR Cecilia Andrea |

La científica (Indep.) tuvo apoyos insuficientes para convertirse en presidenta o vicepresidenta de la Convención.

-¿Con qué sensación se va después de esta instalación?

“Me voy bastante conforme en general con el proceso. Fue largo, pero creo que era lo esperable porque es la primera vez que nos juntábamos y teníamos que avanzar. Hubo momentos complejos en la mañana, pero se dieron las cosas y pudimos concretar la instalación de la Convención, que era lo más importante. Quedamos también, nosotros que somos constituyentes del norte, con un poco de desazón porque no hay personas del norte en la mesa. Por eso la idea es exigir y proponer que la mesa se extienda a más personas, para que dé cabida a la diversidad que tiene que estar presente y que realmente ejemplifique a Chile. Hay muchas personas que hablan de esto como lineamientos políticos y creo que hay que salir de la lógica de los partidos políticos y las fuerzas políticas, porque esto no es un Parlamento, es una Convención Constitucional donde hay mayoría de independientes. Entonces, hay que pensar más allá del tema político partidista, sino que pensar en las representaciones territoriales, de género, de pueblos originarios”.

-De hecho, su nombre sonó para la presidencia y la vicepresidencia…

“Sí, y les agradezco mucho a las personas que pensaron en mí y votaron. Nosotros, porque no tenemos esas lógicas políticas y tampoco queremos ser parte -si no, no hubiésemos sido independientes-, no presentamos candidatura ni nada, sino que dejamos que se dieran las conversaciones. Acá creo que primaron las negociaciones que hubo antes, probablemente para consensuar nombres. De todas maneras, creo que tener de presidenta a Elisa Loncon es un tremendo avance para Chile. Históricamente el Estado ha invisibilizado a los pueblos originarios y [los] ha maltratado tanto, no solo al pueblo mapuche sino a los pueblos del extremo norte y el sur. Partimos esta Convención con buena energía y con mucha esperanza para lo que viene”.

-¿Cómo se viene la conversación de acá para adelante? Este ambiente a ratos medio tenso, ¿se repetirá? Por ejemplo, con los presos del 18 de octubre este lunes tendrán que definir esa declaración y hay un grupo que tal vez no esté de acuerdo o no dé su voto…

“Es probable que eso suceda, pero depende de cómo se den a conocer las posturas dentro de esa declaración. Porque uno también la puede hacer muy amplia. En este proceso claramente hay un tema contemporáneo que son los presos de la revuelta, a lo que hay que darle solución a la brevedad porque no puede ser que haya gente en prisión preventiva todavía y sobre todo jóvenes. En Antofagasta hay muchos casos que todavía no se solucionan y eso es bien terrible. Salió un joven libre hace un par de semanas después de 15 meses de prisión preventiva sin ningún cargo. Esa cuestión es inaceptable. Pero también hay un componente histórico de mayor data, que tiene que ver con los siglos de invisibilización que hemos tenido y hablo del contexto de las regiones, territorios, pueblos originarios. Eso probablemente sea el tenor mayor que tenga esta declaración, pero puntualmente en este caso a dar solución política”.

-Hay un tema de cuánta potestad tiene la Convención para más allá de dar una declaración…

“Lo que pasa es que como Vocería de los Pueblos lo planteamos en su momento como garantías democráticas, porque no es posible que estemos diseñando un país, teniendo toda la representación popular que tenemos, cuando parte importante de las personas que protestaron en la calle lograron este tema. Pero además hay un componente: que siguen presos por contexto de protestas. Entonces, son las garantías para que democráticamente este proceso pueda continuar”.

Las tendencias en la Convención

-¿Habrá este tira y afloja para las presidencias rotativas, como las han planteado, y para ampliar la mesa con todas las sensibilidades representadas? 

“Ese tema es muy importante, porque depende de cómo se mire. Si es un componente político partidista van a creer que son las lógicas de coaliciones y eso no es lo que nosotros proponemos. Proponemos diversidades: territorio, equidad de género, pueblos originarios, principalmente, y también todo el resto de la diversidad. Es finalmente que existan personas en la mesa que entiendan cómo la diversidad se expresa en la Convención más allá de un tema político partidista”. 

-Uno podía ver seis o siete tendencias, porque ni siquiera las mismas listas votaron igual…

“Absolutamente. Por eso hay que hacer una suerte de deconstrucción política, porque lo que se va a dar en la Convención Constitucional no son las lógicas del Parlamento. Si tanto las conversaciones y esos temas empiezan a primar, no vamos a poder avanzar”.

-De la mano va la conversación por el reglamento, ¿apuesta a un reglamento transitorio para instalarse o pasar directo al formal?

“Más que reglamento transitorio, eso se va a hacer de cierto modo, va a ser como algo exprés, normas exprés para poder funcionar en el contexto del reglamento. Como comisiones, o cosas así”.

-Es inevitable hacer paralelo con el Congreso, las bancadas, las negociaciones de bloque. ¿Eso va a ser lo más diferente que veremos de la Convención con respecto a otros organismos?

“Hay una profundidad detrás. La lógica del partido también es muy centralista, entonces si empezamos a pensar realmente en descentralizar Chile, en el sentido de pensar los territorios a nivel horizontal, no ‘Santiago y las regiones’, si ya empezamos a hacer esto de forma horizontal también va a afectar el tema político. Los partidos políticos centralistas basan sus políticas desde Santiago, pensando que las regiones son algo extra, siempre son las invitadas y no: somos parte de Chile. Tenemos que cambiar la lógica, cómo se ha fomentado el poder político, económico y los temas sociales en Chile”.

-¿Cree que esta mirada la tienen también sus compañeros?

“Probablemente no todos, pero nuestra idea es persuadir y dar a entender, porque es muy sensato, es muy honesto y desde nuestra perspectiva que venimos del territorio y hemos sufrido por siglos el tema del extractivismo, es hora de poner estos temas en la mesa. Y tenemos la posibilidad de hacerlo en conjunto. Creemos que es muy de sentido común, pero esperamos que así sea, porque con un Estado unitario como funciona ahora, no tiene chances en otras temáticas, como la crisis climática. No se puede enfrentar una crisis climática como la que estamos viviendo con un sistema extractivista y centralista. Es realmente ir a la extinción”.