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La nueva y la antigua política: el argumento que enfrenta a los presidenciables de Chile Vamos

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Agencia UNO/PAUTA
POR Andres Aguayo |

Se han perfilado dos bandos generacionales en la derecha. Por un lado Lavín y Desbordes; por el otro, sus críticos: Sichel y Briones.

Los candidatos de Chile Vamos tienen poco más de un mes antes de medirse en las primarias del 18 de julio y ya comienzan a acentuarse los desencuentros entre ellos. Habían acordado el diálogo y el fair play. Pero si es que alguna vez izaron la bandera blanca, ya no se le ve por ninguna parte, al menos no entre todos. 

Desde que inició la competencia a la fecha, se ha levantado una suerte de trincheras que agrupan dos alas en el discurso: los de la antigua política versus los de la nueva. Por su trayectoria y presencia en la vida pública, es evidente que el primer grupo lo conforman el candidato de la UDI, Joaquín Lavín, y el RN Mario Desbordes. Ambos cuentan con una carrera política de larga data, tanto de elección popular como de confianza. El alcalde de Las Condes milita en su partido desde 1989; el exministro de Defensa, desde el año 2000. 

En cambio, en la vereda de los “primerizos” caminan Ignacio Briones (Evópoli) y Sebastián Sichel (Ind). El primero milita en un partido joven (formado en 2012), y proviene del ambiente académico y está inspirado más en la economía política francesa que en la Escuela de de Chicago. El segundo ha combinado el mundo público en los gobiernos concertacionistas y de Chile Vamos con roles en el mundo privado; con orígenes en la DC y tránsito por Ciudadanos. Cuenta, además, con un intento fallido por ser diputado de Las Condes, Lo Barnechea y Vitacura en el cuerpo. El mínimo común denominador es que los dos fueron rostros nuevos que asumieron ministerios en el segundo gobierno del Presidente Sebastián Piñera y los dos ejercen una retórica de la “la nueva política”. 

Un nuevo flanco en la discusión de los presidenciables

“Unidad” y un “plan común” fueron las reflexiones que elucubraron los políticos de centroderecha tras la debacle electoral del 15 y 16 de mayo con el objetivo de vencer a Daniel Jadue en una eventual segunda vuelta. El problema es que esa instancia hoy se ve amenazada por dos motivos: el ascenso de Yasna Provoste en las encuestas y las diferencias que crecen día a día dentro de la propia coalición.

Cada uno de los candidatos de Chile Vamos ha buscado la forma de distinguirse del otro. De hecho, ha sido la misma agenda y la opinión pública la que ha ayudado a eso, tal como ocurrió con el proyecto de matrimonio igualitario anunciado por el Presidente. Es en esa discusión valórica en donde podría se podría haber engendrado una nueva disputa: los antiguos versus los nuevos. 

En la noche de este lunes 7 de junio, Ignacio Briones difundió en sus redes sociales un video en donde explica por qué él no es un candidato típico de la centroderecha. Entre sus argumentos, la voz en off señala que el exministro de Hacienda “no es un político tradicional como sus contendores”. Imagen de fondo: Joaquín Lavín con el general Augusto Pinochet, Joaquín Lavín en un matinal, Joaquín Lavín vestido de altiplánico. 

Esta ofensiva de Briones, quien en el pasado ha mantenido un discurso mayormente moderado, va en la línea de su discurso sobre la vieja política y la llegada de “un nuevo ciclo”. Este lunes en conversación con Pauta Final, de Radio Pauta, dijo sentirse “libre de equipaje […] estamos tironeados por una lógica de izquierda y derecha que nos tiene atascados” y que el pimponeo Bachelet-Piñera llegó a su término, comentó.

El abanderado presidencial de Evópoli señaló que las cosas ya no se pueden hacer como se acostumbraba, en una crítica que extiende a su propio sector y a la oposición. Acá “necesitamos recambio, necesitamos ideas frescas, necesitamos audacia, necesitamos mucha convicción, no la hemos visto en varios de los líderes“, indicó.

Sus dichos se suman a la lógica de la campaña que ya adoptó Sebastián Sichel, quien se ha enfocado en destacar su independencia y, al mismo tiempo, las debilidades de sus contendores, especialmente las de Lavín. En los sondeos Lavín aparece primero en el sector; Sichel, cerca, segundo. Su distancia la marca en la experiencia: él es primera vez que se presenta como candidato, no así el alcalde de Las Condes que va en su tercer intento por alcanzar La Moneda. 

Para el expresidente del BancoEstado, la discusión sobre a quién beneficia un acto de gobierno o lo que dice o no dice un candidato es parte de la “vieja política” que quiere erradicar y que, en su opinión, está representada en la carta de la UDI. Afirmó que para ganar la presidencial se necesitan “nuevos liderazgos, frescos, que interpreten mejor a la sociedad” e ir más allá de los partidos. Agregó, también, que él compite en las primarias con personas que llevan “30 años en política y varios intentos presidenciales, y varias alcaldías en el cuerpo”. Manifestó que, a pesar de que él solo lleva tres años en el panorama político de manera activa, se siente orgulloso de ocupar uno de los primeros puestos en las encuestas. 

La respuesta de la “política antigua”

El primero en expresar su rechazo al video de Briones y a la postura combativa de Sebastián Sichel fue el RN Mario Desbordes. “A mí me sorprenden la actitud que están teniendo […] ¿para qué, qué sentido tiene?”, dijo este martes 8 de junio el exministro de Defensa en Primera Pauta, de Radio Pauta, a propósito de la imagen de Lavín con Pinochet.

El candidato de RN aprovechó de lanzar sus dardos contra Sichel, a quien le atribuye una seguidilla de ataques al alcalde de Las Condes. A su juicio, con este tipo de acciones, la centroderecha le está “regalando” la elección a la izquierda. Agregó que no está de acuerdo con el tono de la campaña de las primarias de su sector y responsabilizó a los que dicen ser de la “nueva política”.

La molestia de Desbordes contra Sichel no es nueva. Una de las polémicas que arrastran es el llamado de libertad de acción que hizo Sichel para que militantes de otros partidos se sumaran a su comando. Si bien fue un mensaje transversal a todos los candidatos, el contenido estaba dirigido a RN y su doble candidato, según dicen fuentes de partido. Era de esperarse, pues quien se paraba detrás del expresidente de Banco Estado en cada pauta, era un vicepresidente de la tienda que, a viva voz, decía que sería sancionado por ello (él y todo aquel que se le sumara). Las ronchas se explican por sí mismas. 

De hecho, el 18 de mayo, día en que se inscribieron las primarias, Briones y Sichel hicieron un choque de puños ante las cámaras. Los ausentes en esa ocasión fueron Mario Desbordes y Joaquín Lavín.

Mientras tanto, el alcalde ha guardado silencio. Se ha limitado a compartir en su Twitter asuntos municipales y no sobre las primarias. 

Dos agravantes: matrimonio igualitario y guiños del Gobierno

El debate por el matrimonio igualitario también hizo lo suyo en la definición de la “nueva” y la “vieja” política. Mientras Joaquín Lavín se manifestaba partidario de mantener el Acuerdo de Unión Civil (AUC), Briones y Sichel levantaban las banderas pro matrimonio, apelando a un Chile más libre y más justo. Para ambos, la discusión sobre esta iniciativa se entrampó en a quién beneficiaba y a quién no, lo que, en sus propias palabras, constituye el fiel reflejo de la política antigua. 

La presencia del alcalde de Las Condes en una actividad de La Moneda tampoco cayó bien en el equipo de Briones y Sichel. El primero dijo en Pauta Final, de Radio Pauta, que “es una imagen superpatente de la vieja política, la discusión que se genera en torno a eso”. Horas antes, en la presentación de su comando, el exministro de Hacienda catalogó la aparación del candidato de la UDI como una mala práctica, pero que coincide con lo que Lavín representa. “Es pensar que sumarse a una actividad probablemente le trae una rentabilidad por aquí por allá”, sentenció. 

Sebastián Sichel sostuvo este martes que espera que se abran todos los espacios posibles para debatir sobre distintos temas. “Lo que no quiero es ver esa vieja política que usa voceros que atacan todo el día, que es lo que ha pasado con Lavín y su vocero, que todos los días me atacan personalmente”, dijo.

En la misma línea, el candidato independiente manifestó que “hay algo de la política tradicional que es un baile de máscaras y que les hace creer a los chilenos que da todo lo mismo y que tenemos que resolver nosotros las cosas adentro, a puertas cerradas”.