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¿Todo en fojas cero? Las inhabilidades revuelven las negociaciones electorales

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Agencia Uno.
POR Gladys Pierola |

El proyecto, que deberá votarse en la Sala del Senado y de la Cámara, podría modificar por completo la ingeniería electoral del oficialismo y de la oposición. El tema divide a los partidos.

Las próximas dos semanas serán intensas y complejas tanto en el Congreso como al interior de los partidos. Así lo reconocen en las distintas tiendas políticas, pues hay dos hitos que podrían cambiar el escenario electoral que hoy se negocia en Chile Vamos y, con mayor dificultad, en la oposición.

Uno es la posibilidad de que se apruebe el proyecto que levanta las inhabilidades para alcaldes, concejales, consejeros regionales, futuros gobernadores, diputados y senadores. El otro es el calendario en contra, ya que el 30 de septiembre deberán estar inscritos los pactos que participarán en las primarias municipales y de las nuevas autoridades regionales que reemplazarán a los intendentes.  

El ánimo de ambas conversaciones tiene pocas opciones de aplacarse. Al contrario, con las Fiestas Patrias entremedio, los plazos se acortan todavía más y la presión por llegar a un acuerdo también se intensifica.

“No hay unidad en este tema”

De hecho, la reforma que busca habilitar a las autoridades electas para que puedan competir en otro cargo de representación popular tiene una discusión difícil en el Congreso. Y las razones son varias. Algunos apuntan a que es una salida para cerca de 90 alcaldes y 50 parlamentarios que no podrían repostularse hoy. Otros ven una “caja de pandora” que complicaría todas las negociaciones ya avanzadas con miras a las listas y pactos electorales. “Las inhabilidades mueven todo y meten un ruido enorme, porque cambia el escenario. Todo lo conversado para las próximas elecciones podría volver a foja cero”, dice un dirigente de la oposición para graficar el debate de los últimos días.

“No hay unidad en ese tema, porque fue bastante sorpresivo cómo se resucitó un proyecto del Senado del año 2017”, dice a PAUTA la diputada DC Joanna Pérez

Según la vicepresidenta de la Democracia Cristiana, con el ambiente político actual no hay espacio para darle luz verde a una propuesta que levanta las barreras y reducen los tiempos de competencia. “Sí, es un proyecto complejo en el escenario que vivimos, en pandemia, cuando ya empezamos las conversaciones con los partidos políticos. Además, si se abre la cancha para todos, la gente no lo va a ver bien, justo después que hicimos un proyecto de límite de la reelección”, advierte.

El cuórum requerido

El texto que salió de la Comisión Mixta el jueves 10 de septiembre llegará a la Sala del Senado y luego a la Cámara con un futuro incierto. Deberá alcanzar un cuórum de 3/5; esto es, necesitará al menos 26 votos en la Cámara Alta y 93 apoyos en el caso de los diputados (el mismo cuórum que para el retiro del 10% desde las AFP).

Y aunque los que promueven la medida esperan que se vote antes del “18”, el escenario se ve especialmente cuesta arriba en el lado de los diputados, pues ahí el Frente Amplio, el Partido Comunista, los regionalistas y los radicales levantaron sus reparos, asegurando que con esto serán los partidos del oficialismo los más beneficiados. Además, las bancadas del PS, del PPD y de la DC votarían divididas, lo que complica la suma final. 

“Esta discusión cambia los escenarios y cambia los focos de los temas en los que queremos estar, en los temas país, en la Constitución, y el foco vuelve a centrarse en la política chica, en los nombres, en los cupos”, agrega la diputada Pérez, quien además es parte del comité electoral de la Democracia Cristiana.

¿Cuánto desordena el naipe?

El oficialismo está mucho más alineado con la propuesta que, por ejemplo, podría habilitar a parlamentarios para competir como gobernadores regionales o por un cupo municipal. Y viceversa con alcaldes y cores, quienes podrían llegar al Congreso sin necesidad de renunciar un año antes de los comicios, sino solo una vez que el Servicio Electoral inscriba sus candidaturas 90 días antes de la elección. “Aumenta la competencia y obviamente que se le da flexibilidad no solo a los partidos de Chile Vamos, sino de también a la oposición para tener más listas competitivas. En estos tiempos, con el ciclo electoral que enfrentamos, es muy relevante tener todas las alternativas posibles”, detalla a este medio la diputada y jefa de bancada de la UDI, María José Hoffmann.

Precisamente la UDI y RN han sido los principales promotores de la iniciativa y, en especial, la tienda que dirige Jacqueline Van Rysselberghe, pues 24 de sus jefes comunales no pueden ir a la reelección. De hecho, ambos partidos atrasaron sus consejos generales a la espera de este proyecto, pues son en estas instancias donde se ratifican las listas electorales. “Esto abre escenarios nuevos”, defienden en el oficialismo.

¿Y para las tiendas más pequeñas de la centroderecha, como el PRI o Evópoli? “Más allá de que eventualmente el PRI pueda verse perjudicado, porque son candidatos reconocidos por la gente y tienen bagaje, hay que pensar en lo mejor para el país. Para que la planilla tenga muy buenos nombres de Chile Vamos, de los cuatro partidos, lo mejor de lo nuestro, porque va a enfrentar un periodo distinto del país”, comenta a PAUTA el timonel del PRI, Rodrigo Caramori, quien asegura que de aprobarse esta iniciativa una de sus principales apuestas como partido será pelear por la alcaldía de Antofagasta.

“No creo que sea injusto para ellos, porque como Chile Vamos tenemos que mirar como coalición […] En el caso de los partidos más chicos, como Evópoli o el PRI, ellos tienen que seguir haciendo su esfuerzo para instalar a sus candidatos, pero qué duda cabe que cuando hay un buen candidato da lo mismo quién le compita”, explica la diputada y vicepresidenta de RN, Paulina Núñez

Sin embargo, pocos se atreven a dar nombres mientras no esté aprobada la ley. Algunos personeros explican que como todavía es un escenario hipotético, solo se “ha tanteado” ciertas voluntades.

“Tenemos varios parlamentarios dispuestos a ser candidatos, pero aún no vamos a dar nombres. No queremos que ocurra que alguien decida si aprobar o no esta ley, dependiendo de lo que va a pasar en su distrito o dependiendo de lo que pueda pasar con un parlamentario ‘x’ que le podría competir a su alcalde o a su gobernador regional. Pero, sí, hay parlamentarios, alcaldes y cores dispuestos”, advierte Núñez. 

De los que han trascendido en las distintas colectividades, en la categoría de alcaldes están los jefes comunales de Estación Central, Rodrigo Delgado (UDI); de Viña del Mar, Virginia Reginato (UDI): de Padre Hurtado, José Miguel Arellano (RN) y de La Cisterna, Santiago Rebolledo (PPD), quienes podrían competir por un cupo parlamentario. Mientras que desde el Congreso, el diputado Fidel Espinoza (PS) y el senador Alejandro Navarro (PRO) serían “una buena carta” para las elecciones de gobernador regional; lo mismo que el senador Juan Pablo Letelier (PS), aunque, según sus cercanos, él lo ha descartado. Algo similar sucedería con el diputado Rodrigo González (PPD) o con el senador Guido Girardi (PPD). En los pasillos de Valparaíso, también, se comenta que, de aprobarse, diputados como Gabriel Silber (DC) o Manuel Monsalve (PS) podrían incursionar en una eventual carrera municipal. 

Primarias y gobernadores: la prueba de fuego de la oposición

En esta discusión, la oposición está dividida entre los partidos más pequeños y los más grandes. Los primeros están más reacios a eliminar las barreras en estos comicios. Incluso, sacaron una declaración pública, asegurando que “es el momento de fortalecer la democracia” y no cálculos de un sector. Mientras que en los segundos conviven las dos visiones: los que están por una “mayor competencia” y los que creen que esto es “un traje a la medida” para eventuales incumbentes que, debido al límite a la reelección, no podrán competir en sus actuales cargos.

De hecho, a juicio de un dirigente del Frente Amplio, el desorden que provoca este proyecto “al mapa electoral es muy grande. Desordena el naipe y tendrá consecuencias importantes, porque es perjudicial para las fuerzas nuevas”.

Un punto que también reclama el secretario general de Revolución Democrática, Leonardo Rissetti. “La ley de inhabilidades solo favorece a los mismos de siempre y significaría un retroceso. Más que especular sobre los posibles efectos de una medida así, creo que hoy el llamado es a la oposición para avanzar en una coordinación que nos permita detener los intentos antidemocráticos de este Gobierno de cambiar las reglas a su conveniencia”, explica a PAUTA.

En la oposición o las oposiciones –como se autocalifican en la centroizquierda e izquierda– admiten, que este debate se cruza con “la prueba de fuego” del sector: eventuales primarias de alcaldes, gobernadores regionales y, en particular, en la competencia por la Región Metropolitana, el “pez gordo” de esta ecuación electoral. Por ejemplo, los aspirantes de estas filas ya suman diez y ninguno está posicionado como el gran ganador de Santiago. 

“Seguimos conversando con un propósito unitario, particularmente, respecto de los gobernadores regionales y esperamos llegar a acuerdos y en caso de que no los hubiese, estamos absolutamente dispuestos a primarias para definir el candidato opositor. Es imperiosa la unidad, especialmente, respecto de los gobernadores, considerando que con el 40% pueden ser electo”, dice a PAUTA el timonel del PPD, Heraldo Muñoz

Así, los esfuerzos están centrados en los candidatos que competirán para reemplazar a los actuales intendentes. La tienda que lidera Fuad Chahin ha insistido -con un tono que a ratos genera molestia en sus compañeros exconcertacionistas- que el salvavidas y la señal para los acuerdos futuros son los comicios previos en las nominaciones de alcaldes y de gobernadores, para no “regalarle” un triunfo a Chile Vamos y “no pavimentar el camino” a una eventual aventura presidencial del alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín (UDI).

A ese llamado se sumaron formalmente este domingo los presidentes de la Convergencia Progresista, que reúne al PPD, PS y PR, quienes, tras reunirse vía Zoom, solicitaron la realización de primarias amplias de todo el sector y no parciales, pues, según ellos, “esto último no contribuiría a la unidad, sino, por el contrario, consolidaría la división de las fuerzas progresistas”.

Ahora, queda esperar la respuesta del resto de la oposición a estas peticiones formales y ver cómo se concretarían en los próximos 16 días. 

¿La principal barrera? La fragmentación y las diferencias programáticas dificultan las primarias legales. “Hoy no está el ánimo para ese escenario y lo que queda es organizarse y omitirse”, dicen desde el Frente Amplio. Precisamente, esta fórmula -mirada por la Convergencia Progresista y la izquierda con pragmatismo- es la que no convence a la mesa democratacristiana. “No nos pidan que no compitamos”, repite el presidente de la DC.

Ha habido conversaciones para hacer pactos por omisión, eso sí. Pero el grado de avance todavía es dispar, en particular, en los candidatos a jefes comunales que van a paso lento, pues varios admiten que sin primarias la negociación puede durar hasta enero. 

La fórmula “cuatro”

Los entendimientos opositores que hasta ahora sí van bien encaminados son los de Convergencia Progresista y Unidad por el Cambio, que coordina el PC, los regionalistas, el PRO y partidos exfrenteamplistas. De estas conversaciones nació la idea negociar en cuatro bloques: la RM, macroregiones como Valparaíso o Biobío, regiones medianas y regiones pequeñas con sus equivalencias territoriales y de votación. Una apuesta que, de concretarse, cambiaría la balanza para negociar con el FA y la DC. 

“Si vamos a primarias es porque tenemos la convicción total que en ese territorio tenemos que llevar candidatos. Lo hemos expresado honestamente así”, señala a PAUTA el secretario general del PC, Lautaro Carmona

Es que los números internos que manejan son claros. Por ejemplo, si la oposición va con dos o más listas en los comicios de gobernadores sus posibilidades se reducen y con suerte podrían aspirar a conseguir un cupo en cinco regiones, mientras que de ir en una lista conjunta o con un pacto por omisión podrían alcanzar nueve de las 16 regiones.

Sin embargo, desde el Partido Comunista advierten que lo que pase con el proyecto de inhabilidades sí puede complejizar esos avances. “Si uno de los partidos apoya esto en función de que le da una potenciación de liderazgos para competir en algo, no será a costa mía. No tengo que ordenarme a alguien que quiera potenciarse. Esos son problemas de esos partidos y no tengo por qué hacerme cargo de eso”, explica Carmona. Y agrega: “Yo me hago cargo de que la representación que tenga Unidad para el Cambio sea correcta y justa, de competencia con alta probabilidad de electividad y de reciprocidad. O sea, no me lo van a regalar, no es gratis, porque yo haré los mismo en otras partes respecto de ellos”.