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La nueva estrategia de la derecha en la Convención Constitucional

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Agencia Uno
POR Cecilia Andrea |

Auguraban lograr 1/3 de los constituyentes y no lo lograron. Ahora, la clave será agruparse según temáticas e incluso renunciar a dar “peleas chicas”, explica una de las representantes del bloque.

Casi cinco meses antes de los resultados de las elecciones que sacudieron el tablero político, la secretaria general de la UDI, María José Hoffmann, decía a La Tercera que su partido no saldría a “defender la estantería” en la Convención Constitucional, sino a “proponer y mover el escenario político”. Eso, bajo un supuesto: la derecha unida en la lista de Vamos por Chile auguraba obtener al menos un tercio de los representantes del órgano constituyente. No pudo.

La UDI consiguió 15 constituyentes y el bloque, en total, 37. Con esos números y ante las declaraciones de algunos personeros que aseguran que el diálogo podría no ser tan amplio ni transversal, el escenario se vuelve más turbio.

En un examen de realidad, una clave del análisis que hacen en ese sector para no quedar aislados es que tendrán que cruzar los límites de sus partidos de acuerdo con los temas que se traten. Y que hay batallas que deberán dar por perdidas incluso antes de empezarlas. 

El clima que anticipa la Convención

Mi lema de campaña era ‘Juro conservar lo bueno’. Y si me preguntas, me encantaría mantener la gran mayoría de las normas y principios constitucionales que tenemos hoy día. Después de los resultados electorales, estoy clara de que no va a ser así”, contesta a este medio la representante del Distrito 20 Rocío Cantuarias (Ind-Evópoli). 

El ambiente ha empezado a configurarse casi un mes antes de que el ex-Congreso abra sus puertas: algunos personeros de la Lista del Pueblo (LLDP) y el constituyente más votado de todo el país, el abogado representante del Distrito 8 Daniel Stingo, pusieron en entredicho la viabilidad de una propuesta constitucional transversal. Como la derecha es una minoría, no sería necesario “pactar” con ella, dijo en El Mercurio Rafael Montecinos, fundador de LLDP. 

Las declaraciones de Stingo en TVN -que luego matizó en PAUTA– también fueron muy mal evaluadas entre los representantes de Vamos por Chile. Pero en ese sector también ponen paños fríos y comentan que ese tipo de comentarios no reflejan necesariamente lo que podrá pasar durante el debate en el órgano constituyente. No obstante, “le hace un flaco favor”, dice una representante de ese bloque. 

Cada uno de los constituyentes somos representantes de la ciudadanía y de los distritos. Si partimos con posiciones arrinconadas antes de que nos constituyamos, no vamos a avanzar y vamos a defraudar a la gente. Tenemos que ser capaces de mediar y llegar a los acuerdos que Chile necesita y no de las fuerzas políticas electas”, comenta Geoconda Navarrete (Evópoli), exintendenta de Aysén y hoy representante del Distrito 27.

Por eso también los constituyentes de todos los sectores aseguran tener conocidos -o al menos mínimas referencias- entre los electos de sus mismos distritos o de otras listas y regiones del país. Uno de los más nombrados en ese reconocimiento: el abogado Agustín Squella, profesor de varios de quienes integran hoy la Convención.

En tanto, como el primer día de colegio, al llegar los constituyentes tendrán que empezar a pensar con qué sector existirá mayor apertura para las conversaciones. En LLDP pretenden priorizar a otros independientes y representantes de pueblos reservados. Uno de los electos de RN ya tiene sus elegidos.

“Es complicado prejuzgar, pero creo que naturalmente por la estructura orgánica que tienen los partidos políticos, me parece que con la Lista del Apruebo es con quién más fácilmente será conversar”, dice el representante del Distrito 7, Raúl Celis (RN),

Un acuerdo entre Carol Bown y Natalia Henríquez

Una preocupación que escapa a la derecha y que distintos constituyentes electos han visibilizado en los últimos días tiene relación con que el órgano constituyente no replique todas las dinámicas del Congreso. Tal vez sí en el funcionamiento de las comisiones o de los plenos, pero no en cuanto a la organización de los sectores políticos por bancadas o bloques “rígidos”.

Por ejemplo, Martín Arrau (UDI), exintendente de Ñuble y constituyente del Distrito 19, pronostica que los partidos estarán inmersos en la discusión sobre las listas parlamentarias y la elección presidencial, por lo que no tendrán tanto tiempo para involucrarse en la constituyente.

De hecho, los constituyentes de Renovación Nacional sostuvieron una reunión a pocos días de conocer los resultados en la que se fijó como postura que no trabajarían como bancada, sino que adelantarían trabajo de manera de lograr “mínimos comunes” sobre todo en relación al reglamento. 

Si no será como en el Parlamento, la pregunta entonces es cómo. Celis lo pone de esta forma: “Lo más razonable es que todo nuestro sector se agrupe en forma unitaria, sin perjuicio de que cuando se traten las materias exista movilidad por parte de quienes formamos parte de la lista, para acercarse a constituyentes que representen a otras listas, o independientes y pueblos originarios”, responde a este medio. 

La exsubsecretaria de la Niñez y ahora constituyente por el Distrito 15, Carol Bown (UDI) fue una de las primeras en explicitarlo: ya no es tan importante el tercio que no lograron ni las afinidades políticas, sino las temáticas que discutan. En ese contexto, entonces, la Convención tendría “mayorías móviles” y no delimitadas por el bloque político al que pertenezcan los constituyentes.

“La constituyente de la Lista del Pueblo Natalia Henríquez cree que es muy importante desprivatizar el agua. Fíjate que yo también creo que es importante que el agua se establezca como un bien nacional de uso publico y que tenga reglas especiales el tratamiento de las aguas, entonces quizás ahí sí tenemos un acuerdo”, explica a PAUTA Bown.

Además, en el bloque recuerdan un punto esencial dentro de toda esta discusión: el trabajo final del órgano constituyente debe ser refrendado por la ciudadanía, de forma obligatoria.

“Recordemos que habrá un plebiscito de salida, y tendrán que salir todos los sectores a pedir el voto para aprobarlo. No podemos dejar a una cantidad importante de chilenos debajo del tren. Esto tiene que representarnos”, comenta a este medio Roberto Vega (RN), abogado y representante del Distrito 5.

Las instituciones, ¿una batalla perdida?

La mayor parte de los consultados por este medio afirma que el gran principio que Vamos por Chile defenderá en la nueva Carta Magna es la “libertad”. Pero también revisar las temáticas relacionadas al medioambiente y al agua son dos de los puntos que concentran mayor adhesión entre los representantes de todo el espectro político. Hay asimismo cierta seguridad entre los constituyentes de que Chile avanzará en potenciar el poder regional para lograr una descentralización efectiva.

En temas donde hay bastante consenso es por ejemplo en un ‘estado eficiente’. Es decir, cuando uno va a ser atendido por el Estado para uno de estos derechos o garantías de segunda generación como salud o educación, lo atiendan bien. Donde no va a ser transversal, ligado a eso, es cuántos o cuáles, y de qué forma, se incorporan nuevos derechos de segunda generación”, responde Arrau a PAUTA. 

“Creo las grandes materias que nos importan, las materias que sean relevantes para que Chile siga siendo una sociedad libre, en esas nos tenemos que enfocar. El resto de la pelea más chica, o de las instituciones, que uno podría ‘entregar’, entre comillas, creo que ya casi es una batalla perdida”, afirma Cantuarias.