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De plebiscitos vinculantes a “casa de vidrio”: constituyentes adelantan propuestas de su reglamento

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Agencia Uno
POR Cecilia Andrea |

Miembros de la Convención Constitucional hablan de transparencia, participación ciudadana, comisiones y el cuórum de 2/3.

Una vez sentados en sus escaños y con una presidenta o presidente a la cabeza, los 155 constituyentes que escogió Chile a mitad de mes tendrán que meterse de lleno en la discusión del reglamento de la Convención Constitucional.

Aquella será la guía para los nueve meses mínimo de debate en los que construirán la nueva Carta Magna y las únicas dos claves ya definidas para ese proceso son dos: una “hoja en blanco” para partir -que respete los tratados internacionales vigentes y la calidad de república democrática- y que los constituyentes deberán “aprobar las normas y el reglamento de votación de las mismas por un cuórum de dos tercios de sus miembros en ejercicio“.

Hay además una serie de puntos relevantes para los constituyentes que deberían estar reflejados en aquel documento inicial. Ya están esbozando por Zoom algunos aspectos con sus compañeros de partido, pacto o lista, como la necesidad de la transparencia en el proceso, la participación vinculante de la ciudadanía e incluso una definición más concreta sobre cómo abordar los cuórum para las votaciones.

Por eso y por todas las otras implicancias que tendrá el debate, varios de los mismos constituyentes estiman que la discusión inicial sobre las reglas básicas de funcionamiento podría alargarse por incluso dos o tres meses. 

En el esfuerzo de reducir ese tiempo y de entregar insumos a quienes participen de este proceso, al menos ocho centros de estudios y organizaciones entregaron sus propias propuestas y recomendaciones de reglamento. Los constituyentes consultados por PAUTA no se casan con ninguna, pero también explican que las coordinaciones al interior de sus listas son incipientes y que están evaluando todas las propuestas para no llegar en blanco a la primera semana de julio. 

La participación: ¿plebiscitos vinculantes?

“Nuestro objetivo es poder hacer una propuesta de reglamento de manera conjunta, de manera de ir construyendo consensos para que este primer gran desafío que tiene la Convención pueda comenzar cuanto antes. Hay un desafío de hacerlo bien y en un plazo acotado”, comenta el constituyente por el Distrito 11 Hernán Larraín Matte.

Su partido, Evópoli, se encuentra estudiando una propuesta de reglamento de Horizontal, el centro de estudios ligado al partido; el Frente Amplio se reunió con sus constituyentes por primera vez la noche de este lunes; y el Partido Socialista tiene fijada una cita a las 9:00 horas de este miércoles. Así comienzan a moverse los engranajes entre los constituyentes electos, con el fin de empezar a delinear las bases de lo que será el debate y que tendrá un desafío mayor: cómo integrar a la ciudadanía a la Convención.

Mientras la Lista del Pueblo trabaja en una “Asamblea del Pueblo” para escuchar a sus electores, la propuesta del Centro de Políticas Públicas UC habla de derivar esa materia hacia una Comisión de Participación Ciudadana que tenga la tarea de canalizar las demandas de los territorios dentro de la Convención.

El reglamento tiene que establecer los mecanismos para ver cómo vamos a recoger las reivindicaciones de la ciudadanía y que tenga incidencia real en nuestras propuestas. Esta tensión entre la democracia representativa que somos nosotros, y la democracia participativa y comunitaria que son los pueblos originarios y la ciudadanía en general, debe estar en el reglamento con una instancia de participación ciudadana sólida, efectiva y real”, propone Luis Jiménez, constituyente aymara, en conversación con PAUTA.

En ese sentido, el Instituto Libertad y Desarrollo propone que la ciudadanía pueda formar parte a través de audiencias, cabildos convocados o autoconvocados, sitios web o sesiones en regiones, por ejemplo.

En ese punto coincide la constituyente por el Distrito 10 Giovanna Roa (RD). “Debe ser un reglamento que permita la descentralización de la conversación, y que a nivel territorial puedan verse efectivamente representadas y escuchadas cada una de las regiones de Chile. Que podamos sesionar en todas las regiones y no solamente en Santiago”, comenta a PAUTA.

Por ejemplo, una propuesta respaldada por varios sectores es que la Convención tenga un símil a las semanas distritales y regionales que hoy tienen los diputados y senadores en el Congreso, de tal forma que los constituyentes puedan regresar a sus zonas para el trabajo en terreno. Pero otra de las ideas en esa lógica no es tan transversal y genera más resistencia: “plebiscitos intermedios” cuando el órgano constituyente no sea capaz de resolver cierta materia. 

Así como esta asamblea se construye a partir de las movilizaciones de la ciudadanía, también la ciudadanía tiene que estar escribiendo esto junto con nosotros […] También me parece muy importante poder consagrar posibilidad de plebiscitos simples, vinculantes, cuando exista disparidad y no podamos llegar a acuerdo en temas álgidos”, explica a este medio la actriz y constituyente por el Distrito 13, Malucha Pinto

Desde la UDI dicen que aquello es “saltarse las reglas”, pues no fue consensuado ni en el acuerdo del 15 de noviembre de 2019 ni en la reforma constitucional del 24 de diciembre del mismo año. 

La transparencia: entre la casa de vidrio y el delay

Paredes de cristal. Esa es la metáfora que utilizan algunos constituyentes para graficar cuánto del proceso para construir la nueva Carta Magna debería mostrarse hacia afuera.

El Consejo para la Transparencia (CPLT), por ejemplo, propone que existan en el sitio web de la Convención actas de todas las sesiones con una fecha de publicación de máximo 3 días siguientes a la realización de la sesión, con los asuntos tratados, participantes, acuerdos adoptados y votos de cada constituyente. 

“La transparencia es clave. Debemos tener una Convención que no dé ningún espacio de opacidad, en el que la gente pueda estar hipervigilante del proceso y que todo lo que tenga que ver con regulación de lobby o potenciales conflictos de intereses de los convencionales, quede normado, cosa de que no haya dudas de que quienes estamos ahí actuamos en total consciencia y no guiados por presiones de grupos de interés”, opina en conversación con este medio el constituyente por el Distrito 14 Ignacio Achurra (CS).

Un levantamiento de datos que hizo el Observatorio Nueva Constitución refleja que el centro de estudios Horizontal, el CPLT, la Red de Centros y Rumbo Colectivo coinciden asimismo en que todas las sesiones deberían ser transmisibles por streaming en el sitio web o incluso televisión. Pero donde no hay acuerdo es en que puedan existir instancias con cierto nivel de reserva en los casos en que la difusión de esos momentos pudieran afectar el proceso constituyente. 

Por ejemplo, la abogada y constituyente por el Distrito 10 Constanza Hube (UDI) plantea que las sesiones de pleno deberían ser transmitidas online sin duda, pero que ciertas comisiones pudieran tener la opición de igual ser públicas, mas no transmitirse en vivo. Esto implica que las actas de esas instancias se difundan, “incluso el mismo día”, según explica Hube, pero que no eviten que se tomen ciertas decisiones por la presión de quienes estén mirando. 

“El Congreso tiene reuniones de comité donde se toman varias decisiones y no son públicas. De hecho, no se dejan actas de esas reuniones. Lo que se tiene que decidir es si esas reuniones donde se tomen ciertas decisiones, las hacemos públicas pero con cierto delay, con un acta que se podría publicar el mismo día, pero que no exista esa presión, porque ya existen constituyentes como Marcos Barraza (PC) que han planteado que es importante ‘rodear la Convención’, que se ejerza presión y creo que es importante garantizar la libertad de los convencionales para que voten y opinen como estimen”, agrega la abogada. 

La organización por comisiones

El otro gran punto a discutir será la distribución de trabajo en instancias: muchas comisiones o pocas y de qué tipo. Están quienes las separan en las temáticas y de organización, como finanzas, participación, régimen interno.

Por ejemplo el abogado y director del Centro de Justicia Constitucional UDD, Sergio Verdugo, propone que haya tantas comisiones como capítulos de la Carta Fundamental. Mas el constitucionalista Sebastián Soto postula que deberían ser dos comisiones temáticas, una para tratar los temas de organización del gobierno y otra de derechos y deberes. 

Además de llevar la discusión mediante comisiones temáticas, algunos constituyentes electos afirman que será necesario tener una comisión de concordancia o de armonización para hacer una revisión del texto completo. 

“Deberíamos tener también una comisión de concordancia, es muy importante porque a diferencia a lo que pasa en la tramitación legislativa entre las comisiones del proyecto de ley independientes, aquí el texto constitucional tiene que ser al final un texto armónico y coherente. Por lo tanto debemos  tener una comisión de concordancia que permita ir identificando aquellas cosas que puede ser incongruentes dentro del texto constitucional y establecer un mecanismos para poder resolver aquello”, opina el constituyente por el Distrito 22 y expresidente de la DC, Fuad Chahin.

En ese sentido, la UC propone un proceso “circular” que implique que los textos pasen por el Pleno y las comisiones una y otra vez, hasta que se perfeccionen. Otra de las alternativas sobre la mesa es que exista la posibilidad de ponerle “indicaciones” a los distintos artículos, como ocurre en el Congreso. 

Los famosos 2/3

Para las votaciones en las comisiones, LyD propone que se puedan usar cuórum inferiores como mayoría absoluta para hacer más eficiente el proceso, pero manteniendo los 2/3 para la votación de las normas en el plenario.

El punto de los 2/3 ha sido probablemente el más polémico en todo el debate, desde antes de las elecciones. Parte de la oposición objetaba ese cuórum pues permitía que una minoría pudiera vetar a una mayoría, pero esa lectura mutó posterior a los resultados de los comicios. 

No obstante, la interpretación sobre ese punto sigue estando bajo la lupa. Están quienes dicen que se refiere a que los cuórum de votación deberán ser definidos en una votación por 2/3 de los constituyentes. Otros plantean que todas las votaciones relacionadas a las normas ya están definidas por ese número.

No hemos tomado definición al respecto la interpretación de los 2/3, pero vamos a buscar que tenga la mayor legitimidad posible. Y eso está dado no por reglas del 50 + 1, sino por mayorías más abundantes en el sentido de que no hay una imposición de una mayoría por sobre una minoría, sino que un acuerdo. Para eso se buscan los cuórum mayoritarios, no para bloquear, sino para entregarle legitimidad a un asunto”, responde a este medio la constituyente y exsubsecretaria de la Niñez, Carol Bown (UDI).

Hay quienes plantean que la Convención es autónoma para definir esa interpretación, con asistencia de una secretaría técnica. Así lo postula la constituyente del PS y exalcaldesa Ramona Reyes, que asegura que “el reglamento tiene que definirlo”. 

Los acuerdos a los que se llegó antes de lo que se plebiscitó tienen que respetarse. No es hoy el día de cambiar las reglas del juego. Si al proceso le vamos a dar seriedad, hay que respetarlas. Entramos a jugar con esas reglas y esas son las que aceptaste. Además que le da seriedad a todo el proceso también y a la gente que fue a votar por las diferentes opciones”, opina Angélica Tepper (RN), constituyente por el Distrito 23.