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Eduardo Arriagada: “La Red aplica la segmentación ideológica de TV norteamericana”

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PAUTA
POR Ana María |

El académico de Comunicaciones de la UC Eduardo Arriagada dice que la fórmula que el canal impulsa desde marzo es la misma que varios medios usaron con las críticas a Trump, lo que les generó incrementar en ventas y audiencia.

Mientras trabajó como consultor y columnista sobre medios en el diario El Mundo de España, en 2012, Eduardo Arriagada recuerda que, en una ocasión, el entonces director, Pedro J. Ramírez, le dijo: “No hay nada mejor que un dueño lejano cuando te está yendo bien, porque te da libertad y se conforma con sus utilidades”.

En ese tiempo, los propietarios de El Mundo eran italianos y la frase pronunciada por Ramírez hoy a Eduardo Arriagada (exdecano de Comunicaciones y actual profesor en esa facultad de la Pontificia Universidad Católica de Chile) le recuerda, justamente, lo que ocurre con La Red: su dueño, el mexicano-guatemalteco Ángel González, está en Miami. Y el canal local es apenas uno de las más de 40 estaciones de TV que tiene repartidas en 15 países, con distintas líneas editoriales, a través de su conglomerado Albavisión. Esto, además de un número similar radios.

Esa característica, estima el académico, es la que ha permitido al periodista Víctor Gutiérrez -quien asumió la dirección general en julio de 2020- desarrollar una estrategia basada en la diferenciación de las demás estaciones que operan en Chile.

“Por un lado, hoy La Red tiene la libertad de tener una línea editorial distinta porque la propiedad se lo permite. Ángel González es una persona que no tiene una postura de izquierda en su vida, pero creo que es un tipo mucho más práctico y lo que quiere hacer es rentabilizar su operación. Y en eso Víctor Gutiérrez se lo ha garantizado, probablemente diciéndole que este país necesita un canal progresista y que ‘hagamos un canal de izquierda’ y muy sintonizado con el mundo de la protesta de octubre del 2019“, dice Arriagada, cuya área de investigación es la industria informativa y el manejo empresarial de los medios de comunicación masivos.

¿Un modelo de negocios?

“Acá hay modelo de negocios y una estrategia que, seguramente, Víctor Gutiérrez, que ha trabajado en Estados Unidos, le ofreció a Ángel González: diferenciarse de los demás canales. Lo más probable es que a largo plazo le vaya bien, incluso, siendo un canal de costos muy bajos”.

-¿Cómo ve el cambio de línea editorial que el canal ha impulsado desde mediados de marzo y en medio de su crisis económica? Hace dos meses era de entretención.

“Más que en crisis, porque todos están crisis, este es un canal de presupuesto mucho más acotado que los demás, por lo que tiene más flexibilidad y por eso apuesta por una diferenciación. Y una diferenciación superradical, que es una receta que, en Estados Unidos, donde ha trabajado Víctor Gutiérrez, ha funcionado muy bien. Por ejemplo, mientras Fox News es marcadamente conservador, MSNBC es más progresista. Y cuando se polarizó el país hubo espacio para que se integraran marcas más jugadas”. 

-¿Qué perfil escogió La Red en esta estrategia de diferenciación? 

“Ha optado por una diferenciación muy marcada, como diciendo que ‘este canal está con la gente del Apruebo‘ y con la que salió a la calle en las manifestaciones’. Su lema, ‘Junto a ti’, es como decir ‘estamos cerca de esa gente'”.

El modelo de Trump y la televisión 

¿Esta estrategia de La Red no es nueva, entonces?

“Acá hay un cambio en el mercado y, en su estrategia, La Red aplica la segmentación ideológica de TV norteamericana. Y aprovecha, a su vez, lo que pasa en Chile, como es la polarización. Esto, pese a que los estudios muestran que no es una polarización tan real porque la gente al final está más o menos de acuerdo. Pero sí hay una polarización en el sentido de que hay mucha molestia con el sistema”.

-Esto pasó en Estados Unidos.

“En Estados Unidos, los grandes opositores a Donald Trump son los que mejor capitalizaron eso. Por ejemplo, The New York Times y The Washington Post, gracias a crítica a Trump, lograron consolidar un nuevo modelo de negocios en torno al cobro directo por productos 100% digitales, por lo que ambos diarios pasaron a ser muy rentables. En el caso de CNN, estaba bastante mal económicamente, pero tuvo su momento gracias a Trump, en el sentido de ser un canal muy crítico a su gestión”.

“Esa la ventaja que hoy está usando La Red. Porque en Chile ningún canal de televisión se había posicionado en una postura editorial tan crítica a un gobierno. Esto se ha facilitado con el contexto del estallido social y porque este es un gobierno con el que, entre comillas, ‘se puede ser más crítico en aspectos en los que es muy inflexible’. Por ejemplo, en el tema de la focalización del gasto”.

-¿Favorece entonces el contexto actual?

“Es que muy raro que un gobierno de derecha tenga a una parte importante de los parlamentarios de su sector enfrentándolo en sus proyectos clave. Eso facilita que se quede esa sensación de polarización y que un medio tenga libertad para hacer este tipo de cosas. Y que seleccione periodistas y rostros que tienen una actitud abiertamente crítica, y que no hace mezclas de posturas como los otros canales”.

“En Estados Unidos, por ejemplo, si tú veías los canales progresistas, pasaba lo que hoy ocurre con La Red: eran canales bastante monocordes en términos de que casi todos sus voces eran parecidas, con algunas excepciones”.

Lo tradicional de los paneles de TV chilenos es tener invitados con posturas opuestas.

“Si uno ve los matinales, tienen un par de conductores que tampoco son tan distintos, pero los invitados son muchos e ideológicamente diversos. En cambio, La Red ha optado porque los periodistas que integran sus programas tengan un perfil similar, que es crítico y progresista”.

Eduardo Arriagada, profesor de Periodismo de la Universidad Católica.

-¿Qué opina de que sea vea una postura marcada en los programas más editoriales de La Red?

“Hay que tener en cuenta qué es ser objetivo. Y la objetividad ha cambiado en los últimos años. Una frase muy típica en Estados Unidos es “he said, she said and we are clueless”, que se refiere a que los periodistas se limitaban a poner los micrófonos a los contradictores y bastaba con tener los dos puntos de vista. Ese es un periodismo que hace bastante tiempo está en decadencia, incluso en Estados Unidos, que es donde se originó. Hoy al periodista se le exige mucho más que contrarrestar la declaración del político. Debe hacer fact checking, contrapreguntar, cuestionar”.

Para Arriagada, el periodismo opinativo, pese a que ha ido y vuelto en distintos momentos en Chile, hoy “está legitimado. Y La Red en eso tiene que ser más radical porque quiere ser el otro canal, el canal distinto, el canal progresista. Eso es lo que están haciendo y tienen todo el derecho a defender su línea editorial, sobre todo ahora que han salido quejas”. 

-Quejas que, a la vez, le han sido muy útiles en su estrategia de posicionamiento.

“Un ejemplo es el llamado que hizo Magdalena Díaz [jefa de gabinete del Presidente Sebastián Piñera] a Ángel González [por el tratamiento del canal al caso Enjoy y la entrevista al frentista Mauricio Hernández Norambuena, condenado por el crimen de Jaime Guzmán]. Revelar ese llamado muestra que está La Red sintonizada con los tiempos, y el Gobierno pretendió seguir usando prácticas cada vez más ineficientes. Lo nuevo es que La Red lo contó”.

Periodísticamente, dice Arriagada, es muy válido y sano que el canal defienda su línea editorial. “Y yo, como periodista, así como siempre he defendido el derecho de los medios a tener línea editorial, hay que defenderle a Víctor Gutiérrez que tenga el derecho tener una línea editorial crítica al Gobierno”.