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El discreto rol de los perdedores de las primarias presidenciales

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Arriba, de izq. a der.: Joaquín Lavín, Mario Desbordes, Paula Narváez. Abajo, de izq. a der. Ignacio Briones, Daniel Jadue y Carlos Maldonado. Agencia Uno/PAUTA
POR Carlos Agurto |

Después de las primarias, una de las dudas que quedó era si los que quedaron en el camino se sumarían activamente a la campaña del ganador. No ha sido fácil y la mayoría ha preferido tomar distancia o estar en una segunda o incluso tercera línea.

Después de estas Fiestas Patrias, la carrera presidencial entra en su curva final. Comienza el periodo de campaña más duro y también el (re) lanzamiento de los distintos comandos y equipos con el inicio de propaganda electoral oficial el 22 de septiembre. La mayoría de los candidatos están afinando el elenco y, en especial, la presentación de los voceros y los personeros que los acompañarán en la primera línea.

Sin embargo, la duda que queda aún pendiente es si los excompetidores que se midieron en primarias se sumarán o no en esta etapa. Más allá de una fotografía inicial, un apretón de manos, de los apoyos programáticos o un café posterior a la derrota, la mayoría de los nombres que quedaron en el camino hacia La Moneda se mantendrán más como espectadores que como protagonistas. Algunos, por decisión propia, están procesando aún la derrota y prefieren mirar desde lejos; otros, en cambio, no se sumarán pero por estrategia de los ganadores. 

Para revisar ese mapa, de los siete candidatos que estarán en la papeleta del 21 de noviembre, Gabriel Boric (CS-Apruebo Dignidad) y Sebastián Sichel (IND-Chile Vamos) pasaron por primarias legales, dejando a cuatro heridos: por la izquierda a Daniel Jadue (PC) y por la derecha a Joaquín Lavín (UDI), Ignacio Briones (Evópoli) y Mario Desbordes (RN). En la centroizquierda, Yasna Provoste (DC- Nuevo Pacto Social), se sometió a una consulta ciudadana tradicional en la que venció con holgura a Paula Narváez (PS) y Carlos Maldonado (PR).

Los otros cuatro candidatos –José Antonio Kast, Marco Enríquez-Ominami, Franco Parisi y Eduardo Artés– llegaron apoyados directamente por sus colectividades o sortearon instancias internas de sus partidos, como en el caso de Parisi. Marcan así una primera diferencia procedimental con Boric, Sichel y Provoste, quienes además de conquistar a los propios, tienen que sumar y sanar las heridas que dejó el proceso en todas las capas: con los propios perdedores y con sus colaboradores.

Jadue: activo, pero no en primera línea

Después de la derrota del 18 de julio, el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, ha preferido el silencio y pasar el trago amargo sin tanta exposición pública. No ha dado entrevistas a la prensa, pero se ha mantenido activo en plano digital y, en especial, en su cuenta de Twitter. Por ejemplo, tras la consulta de Nuevo Pacto Social (ex Unidad Constituyente), Jadue lanzó sus dardos virtuales y aseguró que con la convocatoria que tuvieron (cerca de 150 mil votos) se daba cuenta de que ese proyecto estaba “totalmente agotado y que no asegura gobernabilidad”.

Luego estuvo unos días de vacaciones. Tomó un avión y partió al Caribe. Fue un viaje que causó revuelo en las redes sociales, cuando se viralizó un video de un pasajero que lo insultaba durante el vuelo de regreso a Chile. Pero más allá del descanso y sus momentos, Jadue sí se ha mantenido en contacto con Boric y su equipo. Parte de sus excolaboradores programáticos y de su exequipo político ya están trabajando en el comando de la carta frenteamplista.

Ahora lo que queda comunicar formalmente es el rol que tendrá el propio Jadue. La idea, comentan en el comando de Apruebo Dignidad, es que el alcalde se sume activamente en el área territorial y en especial en la coordinación municipal. Así, el personero comunista no sería vocero principal y estaría en segunda línea por opción propia, explican las mismas fuentes. 

PAUTA contactó al alcalde Jadue, pero él declinó referirse al tema. 

Lavín, Briones y Desbordes: sin participación directa 

El reconocimiento presencial de la derrota de parte de los exprecandidatos de Chile Vamos la noche del 18 de julio y la posterior ronda de reuniones que uno a uno tuvo con el vencedor, Sebastián Sichel, hizo pensar que el rol de ellos en la campaña y programa del candidato presidencial del oficialismo sería más activo. Sin embargo, hasta el momento, la relación entre Sichel y sus excontendores ha sido más bien distante. 

En el caso de Joaquín Lavín, seguiría en España con su familia, aunque su círculo cercano ha sido reacio a entregar detalles del paradero del exalcalde de Las Condes. El exabanderado de la UDI sigue masticando su última derrota política y decidió hacer un paréntesis de su exposición pública en todos los frentes. De hecho, en su cuenta de Twitter -muy activa antes del 18 de julio- registra su última publicación el mismo día de las primarias y a principios de agosto algunos “me gusta” a los tuits de la actual jefa comunal de Las Condes, Daniela Peñaloza. Por ahora, su estadía en el extranjero sería larga y alejada de la campaña oficialista. De hecho, su paso “por el desierto” lo dejaría incluso fuera de una eventual participación de las elecciones de noviembre, según consignó La Tercera

La situación de Ignacio Briones ha sido un poco distinta. La tarea de él se hizo con la entrega del programa, dicen cercanos del exministro de Hacienda, aunque aseguran que existe disposición de su parte para aportar en lo que Sichel o su equipo estimen necesario. Con un poco más de visibilidad que Lavín, el economista ya salió a respaldar públicamente -en Emol TV– al candidato presidencial de Chile Vamos respecto a su postura contraria al cuarto retiro de fondos previsionales. Está muy interesado en el debate por la responsabilidad fiscal.

En los planes actuales de Briones, según sus cercanos, están el retomar su rol como académico, tal como era antes de asumir como titular de Hacienda, y seguir trabajando en el centro de estudios Horizontal, el cual fundó y donde actualmente tiene el cargo de past-president. En relación con Evópoli, una fuente del partido explica que es considerado como un “ideólogo”, dada su experiencia y paso desde la academia a la política. 

De este trio, quizás el más activo es y será Mario Desbordes (RN). A diferencia de Lavín y Briones, el extimonel de RN es el que más exposición y actividad política tiene. Aunque ha tenido un perfil público más bajo luego de la derrota en las primarias,  su rol como expresidente de Renovación Nacional y la participación activa en la Comisión Política de la colectividad lo han mantenido en la primera línea partidaria.

Respecto de su relación con el equipo de Sebastián Sichel, ha tenido conversaciones con su vocera, Katherine Martorell (RN), y su jefe de campaña, Pedro Browne. Pero con el candidato mismo no ha habido más contacto que ese café posprimaria. Aunque ha trasmitido que él está disponible para lo que le pidan, ese llamado formal no ha llegado, apuntan sus cercanos. 

Desbordes, además, sí quiere mantenerse vigente, porque según las mismas fuentes no quiere echar por la borda el trabajo realizado. De hecho, incluso en privado se diferenciaría de sus excontendores y en especial de Lavín, diciendo que “él no se quiere jubilar”.

Ese objetivo del exministro de Defensa se dividiría en dos acciones. Primero, apoyar activamente a los candidatos al Parlamento que le han pedido respaldos para sus candidaturas y, en segundo lugar, la creación de una fundación que se concretaría después de las elecciones presidenciales.

El escaso involucramiento directo de los exprecandidatos de Chile Vamos en el equipo de Sichel no significa que exista un aislamiento de parte del abanderado del bloque, explican tanto en el conglomerado como cercanos a los excontendores y en el propio círculo del expresidente de BancoEstado. En materia programática más que en lo político, sí están participando excolaboradores de los comandos de Lavín, Briones y Desbordes. Por ejemplo, en el equipo de Sichel detallan que entre estos técnicos están Iván Poduje (trabajó con Joaquín Lavín) y actualmente aporta en lo relacionado con la recuperación de los barrios; Raphael Bergoeing (fue parte del equipo de Ignacio Briones) se involucra en libre competencia; y de Mario Desbordes han tomado ideas relacionados con su política de aguas. 

La distancia de Narváez y el “anonimato” de Maldonado

En la centroizquierda la situación es más o menos similar. Después esa foto algo incómoda en el PS el 23 de agosto, la candidata de Nuevo Pacto Social, Yasna Provoste, ha tenido un contacto más discreto que activo con sus excompetidores. Si bien parte de los equipos programáticos de Narváez y Maldonado y los propios presidentes de los partidos aliados se han sumando a las distintas estructuras, ni la excarta del PS ni el exabanderado del PR estarán en primera línea. 

De hecho, desde la cita que sostuvieron 48 horas después de la consulta ciudadana, Provoste y Narváez no han conversado. El caso de Maldonado es un poco distinto, porque él en su rol de timonel del PR es parte del comité político del nuevo comando y participa de la reuniones de coordinación todos los lunes con la propia candidata. 

Narváez se ha mantenido alejada de la exposición pública y solo ha mandado algunos mensajes puntuales por Twitter. Estuvo unos días en México y, al regreso a Santiago, la exvocera de Michelle Bachelet retomó de lleno su vida familiar. Además, está buscando trabajo en Chile, luego de ocho meses de campaña y de dejar sus labores como asesora regional en Gobernanza y Participación Política de ONU Mujeres para Latinoamérica y el Caribe, con sede en Panamá.

Se mantiene distante del partido y la dirigencia del PS, pero activa con su círculo de colaboradores y también con parte de los que armaron su propuesta de gobierno. La semana pasada les envió un mensaje de agradecimiento a todos los expertos y académicos que trabajaron con ella. 

En el caso de Maldonado, el presidente del PR ha comunicado a sus cercanos que quiere descansar un poco, volver a cierto “anonimato” y con poca exposición. “Estoy fuera de las luces por el momento”, ha dicho cuando le consultan en qué está. Esto es dedicarse a sus asuntos privados y en lo político, es trabajar por el ciclo parlamentario que viene, pues su partido se está jugando el crecimiento de la bancada y dar un salto a la Senado. 

En la ex Unidad Constituyente explican que la integración de las tres propuestas ha sido a nivel programático. O al menos, eso se espara con más claridad en el programa Ayllú 2.0, que coordina Marcelo Mena y Macarena Lobos. En la dimensión política, salvo algunos dirigentes y partidarios antiguos de la senadora DC, los “paulistas” están más bien alejados de la nueva estructura.